jueves, 31 de diciembre de 2020

El miedo social al fracaso

 

La decisión de lanzarse a una aventura significa superar un doble reto: por un lado, el personal, que implica prepararse para disminuir la incertidumbre, y por otro lado, vencer el miedo social al fracaso inducido por el entorno. Para este segundo reto, el problema no eres tú sino la cultura social que te rodea. Una cultura que pretende que seas estándar, una pieza más del engranaje.

El problema es, por un lado, el entorno que componen la familia, la escuela, los amigos o los jefes y por otro lado, la influencia de los medios de comunicación. Todos ellos nos dicen permanentemente lo que hemos de hacer y lo que no. Si intentas algo que no encaja en las reglas y no lo consigues, te dirán que ya te avisaron. Si tampoco lo logras en nuevo intento te colgarán la etiqueta de “fracasado” y de ahí el miedo social al fracaso.

Impulsar un proyecto emprendedor es una aventura que vulnera las reglas socialmente establecidas, aunque afortunadamente empiecen a cambiar. Los integrantes de ese entorno no aceptan a quienes se proyectan en una aventura que ellos no son capaces de intentar.

Ejercer la libertad personal significa tener la valentía de atreverse a romper las normas impuestas. Ser libre significa decidir y evitar que la sociedad nos obligue a ubicarnos en nuestras debilidades y nos impida realizar nuestros sueños. Si quieres dejar de tener miedo a que te cuelguen la etiqueta de fracasado, aléjate de esa cultura de la crítica con todo aquello que no está normalizado. Necesitamos rodearnos de ambientes con una visión abierta positiva y evitar aquellos que hacen juicios negativos de forma permanente.

Una vez superado el segundo reto hay que volver al primero, aquel que depende de nosotros. Me gusta comparar la aventura de impulsar un proyecto emprendedor con el ascenso a una montaña, donde la recompensa personal más importante no es el dinero ni la fama, sino el premio emocional de alcanzar la cima. Para aumentar las probabilidades de éxito, hace falta cierta preparación física y mental, analizar la ruta, elegir el momento más adecuado, tener un buen equipo humano que te acompañe y disponer de los recursos necesarios. Con todo ello podremos estar capacitados para resolver, sobre la marcha, los problemas que surjan en la subida.

Tanto en alpinismo como en emprendimiento, un elemento clave para conseguir tener éxito es disponer de un buen equipo y de los recursos necesarios: cofundadores, financiación, asesoramiento, soporte técnico, etc., Disponer de todo ello cuando se empieza es difícil y por eso para ayudar a preparar el lanzamiento de una aventura emprendedora y explorar rápidamente las posibilidades de éxito ha nacido Ekiter. Ekiter es una plataforma que funciona como un laboratorio donde experimentar nuevas ideas de negocio.

El espíritu emprendedor conduce a una elección de estilo de vida diferente de la rutina del trabajo de 9:00 a 18:00. Es un régimen de independencia y de aventura que te hace libre y que a pesar de los muchos errores que puedas cometer en el camino te lleva a conseguir la cima de crear un proyecto propio y ahuyentar de ti el miedo social al fracaso.




martes, 15 de diciembre de 2020

Impulsar un proyecto emprendedor es como hacer una paella sin receta

 

Cuando empezamos un proyecto emprendedor nos equivocamos permanentemente. Nos equivocamos en casi todo: al escoger los cofundadores, al prever quienes serán nuestros clientes, al contratar a los empleados, al conectar con los posibles inversores, al calcular los recursos necesarios, etc. Eso pasa porque nosotros no somos expertos y todo lo que rodea al proyecto emprendedor es desconocido.  Como decía el premio Nobel de Física Niels Bohr, “Un experto es una persona que ha cometido todos los errores que se pueden cometer en un determinado campo”.

Si queremos hacer una paella, necesitamos una buena receta y los ingredientes adecuados, si no nos sale bien no es un error, es un fracaso, porque no hemos seguido el proceso correctamente. Lo realmente sorprendente sería acertar cuando estamos construyendo algo desconocido sin receta, planos o libro de instrucciones.

Al impulsar un proyecto emprendedor se está inventando algo nuevo, del que no se conoce bien el sector, ni cómo funciona el mercado, ni si los colaboradores son los más adecuados, ni si trabajamos bien como equipo porque normalmente nunca lo hemos hecho antes, ni si acertamos con el perfil de los clientes, unos clientes que nunca han oído hablar de nosotros, etc.

Vamos a cometer una gran cantidad de errores constantemente, no hay otra forma de aprender de esos fallos. En emprendimiento, cometer errores es probar y aprender, no fracasar. En un entorno desconocido como es impulsar un proyecto emprendedor, equivocarse es la única forma de encontrar el camino adecuado.

Cuando los emprendedores de hace más de una década iniciaban un proyecto, el primer paso era estudiar el proyecto y escribir un “tratado teórico” y cerrado conocido como Business Plan. En sus 40 o 50 páginas, se plasmaba hasta el último detalle del futuro del proyecto y donde todo estaba previsto para los próximos tres o cuatro años, desconociendo aquella otra frase de Niels Bohr: “Hacer predicciones es muy difícil, especialmente cuando se trata del futuro”.

El problema es que la realidad nunca es como la pensamos y las previsiones llevaban muy frecuentemente al fracaso, un fracaso importante porque esa guía de algo desconocido llevaba a hacer “paellas” para muchos comensales que podían ser incomestibles. Para no fracasar de forma grave en algo desconocido se han de hacer experimentos de laboratorio para cometer errores de forma rápida y de bajo coste y aprender de ellos. Como señala el dicho popular, “Los experimentos mejor hacerlos gaseosa”.

Por eso se ha lanzado Ekiter (ekiter.com) como un laboratorio para probar proyectos emprendedores donde todos los actores pueden colaborar. Si después de un proceso iterativo de cometer errores y corregirlos, el proyecto finalmente fracasa, se habrán minimizado las pérdidas de tiempo y dinero y sobre todo sus consecuencias. Impulsar un proyecto emprendedor es como hacer una paella sin receta.