miércoles, 31 de diciembre de 2014

La aceleración como un proceso “dinámico” para cambiar el vector velocidad de un proyecto emprendedor

Cuando un proyecto emprendedor pasa de la idea inicial a tener una primera versión del modelo de negocio, está en condiciones de dar el siguiente paso, es decir, hay que salir de la oficina o del garaje para validar ese modelo de negocio frente a los posibles usuarios y clientes, es la fase en la que el proyecto no es todavía una empresa sino una startup. Este es un buen periodo para habitar en una incubadora o Business Incubator, donde se pueden encontrar las condiciones para conformar el proyecto mediante la formación y la información necesaria para ello.
Una vez que se ha validado el modelo de negocio y ya tenemos los primeros usuarios y clientes, la startup puede transformarse en una empresa. En este momento aparecen problemas que en muchas ocasiones son semejantes a otros proyectos emprendedores. Se trata fundamentalmente de retos para gestionar la nueva empresa de la manera más eficiente posible y confeccionar un plan estratégico para definir su futuro, es decir el Business Plan.
Como el equipo que impulsa la aventura, en muchas ocasiones, no tiene la práctica de gestión necesaria, es tiempo de contar con personas experimentadas en gestionar empresas para con su conocimiento evitar errores y hacer más eficiente el proyecto. Los Business Angels son una de las soluciones más clásicas, pero actualmente están apareciendo unas estructuras especializadas en optimizar estos procesos, conocidas como aceleradoras de negocios o  Business Accelerators. Los Business Accelerators crean entornos donde conviven las nuevas empresas y ,sobre todo, disponen del soporte de personas con experiencia que pueden ayudar y “mentorizar” el proyecto emprendedor y aportar financiación. En Estados Unidos estas organizaciones son hoy día numerosas (a veces se dice que ya existe una burbuja), y en nuestro entorno también han empezado a aparecer con fuerza, SeedRocket, Lanzadera o Conector, son ejemplos de ellas.
Otro tipo de aceleradoras dependen directamente de una o varias empresas, son las aceleradoras corporativas, como por ejemplo, Wayra o Fluidra Accelera. Estas aceleradoras especializadas en un determinado sector, además de ayudar a las pequeñas nuevas empresas asesorándolas y abriendo mercados, pueden recibir de ellas tecnologías disruptivas como una vía de Innovación Abierta en un proceso win-win para ambas.

La aceleración es una magnífica herramienta para que las nuevas empresas disminuyan su índice de fracaso, optimicen su gestión, impulsen su crecimiento y consigan financiación. De la misma forma que la incubación es un proceso “térmico” para la construcción de una startup, para aumentar la velocidad de crecimiento o cambiar la dirección de las nuevas empresas, se está consolidando la aceleración como un proceso “dinámico” para cambiar el vector velocidad de un proyecto emprendedor. 

lunes, 15 de diciembre de 2014

La financiación de proyectos emprendedores está mejorando

Aunque las vías de financiación de un proyecto emprendedor pueden ser diversas en las diferentes etapas del mismo, podemos simplificar diciendo que la financiación inicial tiene dos fases diferenciadas.
En la primera fase, el riesgo de fracaso es muy alto y por tanto el dinero suele venir del círculo más próximo del emprendedor, sus propios ahorros (Funds from Pocket, FP), el de sus familiares, amigos o entusiastas del proyecto (Family, Friends and Fools- FFF) y en algunos casos a partir de muchas pequeñas aportaciones  ( Crowdfunding equity, CF).
En la segunda fase, el proyecto emprendedor está más maduro y por tanto, con un menor riesgo, aunque este pueda ser importante, aquí la financiación suele estar ligada a la existencia de un Mínimo Producto Viable (o Vendible, como dice un amigo), de algunos clientes o usuarios iniciales y de la constitución de la empresa como sociedad mercantil. Las fuentes de financiación pueden ser variadas como los Business Angels, los organismos públicos, como por ejemplo ENISA o privados como los microcréditos de La Caixa.
Los Business Angels son una de las vías más interesantes y frecuentes de financiación, no suelen ser solamente especialistas financieros, sino que son generalmente profesionales, directivos u otros emprendedores consolidados, que además de participar con dinero, aportan experiencia empresarial y contactos de clientes y usuarios. Generalmente se encuentran agrupados en asociaciones y redes, ya sean regionales, estatales o europeas que suelen realizar fórums donde los emprendedores pueden acudir a presentar sus proyectos cuando se pretende conseguir financiación.
En fases posteriores, las vías de financiación entran en una dinámica financiera profesional como son los fondos de capital riesgo, los Family Office, o los mercados de valores. Todos ellos implican unos procesos y unos mecanismos más complejos y diferentes de los que se pretende comentar en este post.

Según la Red Europea de Business Angels (EBAN), España tiene la política más avanzada de Europa para dar soporte a las redes de Business Angels y también, junto a Gran Bretaña, es el país con un mayor mercado visible de inversión de Business Angels. Afortunadamente para el país, parece que la financiación de proyectos emprendedores está mejorando.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Facilitar el camino a quien lo ha emprendido eliminando burocracia

El espacio para facilitar el emprendimiento presenta dos escenarios diferentes: uno macro para allanar el camino desde la normativa legislativa y otro micro para ayudar de forma concreta a superar los problemas del camino de los emprendedores.
Desde el punto vista normativo, España ha sido uno de los países en los que más costaba tramitar la creación de una nueva empresa. La ley de apoyo a los emprendedores de 2013 ha mejorado algo esta situación. Sin embargo, todavía, crear una empresa es complejo en este país, pero sobre todo es aún más difícil cerrarla, lo cual no es baladí, dado que el fracaso suele ser frecuente. Eliminar las piedras burocráticas del camino y agilizar el proceso sería la mejor de las recetas, bastaría con adaptar soluciones que ya existen en otros países que lo hacen mucho mejor, más rápido y menos burocratizado. Por ejemplo, se podría permitir la creación de instrumentos que permiten actuar como una empresa provisional durante un periodo de prueba, de la misma forma que ya se contempla para los estudiantes universitarios de últimos cursos.
En el entorno micro la solución está mejor implantada, numerosas organizaciones privadas e instituciones públicas ayudan a los emprendedores dándoles soporte personalizado en el seguimiento de su aventura. Hay asociaciones empresariales, incubadoras de negocios, fundaciones y otras instituciones que asisten de esta forma a los emprendedores. En ellas el emprendedor puede encontrar información para salvar las barreras burocráticas y consejos de todo tipo para evitar, en la medida de lo posible, el fracaso de su aventura emprendedora.
Este panorama ha mejorado en los últimos tiempos de tal forma que los puntos públicos y privados de soporte y ayuda a los emprendedores han aumentado tan significativamente que hay quien habla de que se ha producido una burbuja. Es cierto que hay muchas iniciativas que repiten líneas de actuación semejantes, pero de forma natural estas se están especializando y auto-organizando.

Apoyar a los emprendedores según la visión micro es algo que está empezando a funcionar en nuestro país aunque es aconsejable que la red de puntos de apoyo se auto-organice y optimice. En cuanto al nivel macro se han de eliminar las trabas burocráticas para simplificar la creación de nuevos proyectos emprendedores y esto tiene todavía un largo recorrido por delante. Hay que  facilitar el camino a quien lo ha emprendido eliminando burocracia.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Formar de manera transversal y sistemática en emprendimiento


Los conocimientos básicos en emprendimiento no son difíciles de adquirir, pero se han de transmitir una serie de metodologías ya aceptadas para aumentar las probabilidades de éxito y disminuir las de fracaso de un proyecto emprendedor.
Aunque ya en la escuela se pueden dar los primeros pasos para educar en emprendimiento, el objetivo allí, ha de estar orientado fundamentalmente a la concienciación. Es en los siguientes niveles docentes, como la secundaria o la formación profesional, donde los objetivos pueden ya estar dirigidos a la creación de la propia empresa. Sin embargo, en estos niveles educativos, este tipo de formación apenas se imparte de forma oficial y sistemática.
En la universidad, que es el entorno que más conozco, tampoco existe una formación reglada, sino es en algunas facultades de económicas o empresariales. Aunque hay actividades puntuales como seminarios, días del emprendedor o conferencias, la mayor preocupación de las universidades se orienta a fomentar y formar a los estudiantes de doctorado para crear spin-off’s a partir de los resultados de la I+D. Aunque esto es muy positivo, no se obtienen generalmente unos resultados cuantitativos notables. Necesitamos una universidad mucho más emprendedora.
La formación en emprendimiento, ha de servir para que los estudiantes se enfrenten a sus proyectos emprendedores con una cierta probabilidad de éxito. Todos los estudiantes de secundaria y de grado universitario deberían cursar una asignatura común a todas las especialidades, a fin de poder crear equipos multidisciplinares. Unos pocos créditos, serían suficientes para aprender de forma práctica como crear y gestionar un proyecto emprendedor. Esta formación no solamente permitiría a los estudiantes tener la preparación necesaria para crear su propia empresa, sino que les proporcionaría competencias de comunicación, organización y gestión de empresas, que les serviría como palanca de empleabilidad en un mercado de trabajo tan complicado como el actual.
Una de las claves para conseguir crear una sociedad emprendedora es educar y formar de manera transversal y sistemática en emprendimiento.

viernes, 31 de octubre de 2014

Fomentar el emprendimiento para crear un ecosistema emprendedor

La concienciación para conseguir llegar a ser una sociedad emprendedora, requiere un proceso educativo cuyo objetivo es producir un cambio cultural que logre instalar en ella un estado de opinión propicio al emprendimiento. Sin embargo, fomentar el emprendimiento es algo más cercano, más próximo, e implica ejecutar actuaciones específicas a corto plazo.
Cada actividad de fomento del emprendimiento, suele tener unos objetivos determinados y unas actuaciones programadas, como son por ejemplo, los eventos de networking, los campus party, congresos de emprendimiento, concursos de ideas, días del emprendedor, charlas, conferencias, entrevistas a emprendedores, mesas redondas, blogs, newsletters, artículos de prensa, etc. Naturalmente, estas actividades también contribuyen a crear una cultura y conciencian a la sociedad a más largo plazo, pero están especialmente dirigidas a quienes ya están cerca de empezar la aventura de lanzar un proyecto emprendedor y no al público en general, como puede ocurrir con un programa generalista de televisión o con actividades educativas en la escuela.
Las actuaciones que conducen a fomentar el emprendimiento, no significan que obedezcan a un gran plan general preconcebido, sino que generalmente son acciones puntuales que brotan como las setas aleatoriamente aquí y allá, con elementos repetitivos a veces y con aspectos caóticos otras. Como sucede en una buena temporada de setas, hay abundancia porque la climatología es propicia, de la misma forma, la aparición de iniciativas para fomentar el emprendimiento es un signo de vitalidad consecuencia de una buena “climatológica”, que si se instalase de forma permanente, podría dar lugar a un verdadero ecosistema emprendedor.
Las acciones de fomento del emprendimiento, se empezaron a potenciar en nuestro entorno hace ya algún tiempo, tanto desde el ámbito público, como desde el privado, pero la buena noticia es que actualmente estas actividades se están intensificando. Esto es muy positivo y creo que ha de seguir y si es posible aumentar, a pesar de que haya quien dice que el fomento del emprendimiento ya constituye una verdadera burbuja.
Emprender es una de las fórmulas para resolver el problema más importante del país: el paro, y en particular el juvenil. Pero no se trata de solucionar el problema emprendiendo el camino a Alemania, hay que fomentar el emprendimiento para crear un ecosistema emprendedor.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Una ética para empresarios

Uno de los problemas para fomentar la  cultura emprendedora es el mal ejemplo de la falta de ética y la corrupción de ciertos empresarios y más si ocupan puestos de responsabilidad en grandes empresas, organizaciones empresariales o instituciones. Los casos de Gerardo Diaz Ferrán y Arturo Fernández, son relevantes, pero desgraciadamente no aislados, de corrupción empresarial.
Estas muestras de comportamiento delictivo o poco ético han de ser sancionadas lo más rápida y ejemplarmente posible por las propias instituciones a las que pertenecen los corruptos y con mucha mayor razón si tienen cargos en ellas. Los corruptos existirán siempre, pero la permisividad de la corrupción, es el ejemplo más visible de lo degradada que puede estar una organización empresarial.  Es desde luego, la Justicia, el arma del estado de derecho para combatir la corrupción, pero es la sociedad la que ha reaccionar para eliminarla con el rechazo social a los corruptos.
En algunas organizaciones empresariales, existen códigos éticos en el que hay una comisión interna que estudia los comportamientos poco éticos de sus miembros. Sin embargo, esas comisiones han de tomar decisiones sobre personas significadas de la propia institución, como el reciente caso de Arturo Fernández en el CEIM, por el uso (y abuso) de las tarjetas B de Bankia, que dada la evidencia de su comportamiento y aunque no esté todavía imputado, la propia institución debería resolver de forma contundente e inmediata.
Para reforzar a las comisiones internas, los códigos éticos deberían incorporar normas objetivas y de ejecución automática, del tipo: a) Si una persona está imputada o procesada y ostenta un cargo, está lo dejará automáticamente de forma cautelar, b) Si la persona del caso anterior pasa a ser acusada tras la instrucción, debería causar baja de la institución de forma también cautelar y c) Si la persona es condenada debería causar baja definitiva y en caso de que fuese declarada inocente debería ser restituida como miembro y en su caso en sus cargos.
Obviamente, los puntos a los que me he referido anteriormente, pueden ser igualmente válidos para otras instituciones, como partidos políticos, sindicatos, consejos de entes públicos o privados, fundaciones públicas o privadas, cámaras de comercio e incluso a asociaciones culturales o deportivas, etc. Sin embargo, estoy hablando aquí de organizaciones empresariales, porque quiero abordar la necesidad de su ejemplaridad, para no desmotivar a los más jóvenes en la aventura de crear su empresa.
Por eso creo, que son necesarias unas normas de ejecución automática, duras quizás, como exigencia social y objetiva de una ética para empresarios.

martes, 30 de septiembre de 2014

Concienciar a una sociedad para ser emprendedora, es potenciar su futuro

Instaurar la cultura del emprendimiento, en una sociedad que no la tiene asumida, no es fácil de conseguir. Los ciudadanos se han de convencer de la necesidad de emprender para mantener el bienestar social y su propio bienestar personal.
Aunque la responsabilidad de resolver los problemas comunes ha de ser de toda la sociedad, en muchos casos, como en el fomento de la cultura emprendedora, la iniciativa ha de arrancar de la propia Administración, porque tiene los instrumentos para hacerlo. Sin embargo, los políticos no han de pretender resolver todo el problema y han de implicar a los ciudadanos en la responsabilidad de resolverlo. La Administración ha de jugar un papel de impulsor, con un discurso claro de la necesidad del emprendimiento, con sus propios programas y con los instrumentos que tiene a su alcance, como son los medios públicos de comunicación y fundamentalmente con la educación.
En Cataluña, que es un caso que conozco, hay numerosas iniciativas para ayudar a impulsar y consolidar proyectos emprendedores. Esto está muy bien, los emprendedores necesitan apoyos de todo tipo, público y privado. Sin embargo, lo que en realidad hace falta, son muchos más proyectos emprendedores y para ello es necesaria una cultura emprendedora generalizada.
Voy a mencionar dos posibles actuaciones públicas que pueden fomentar el crecimiento de la cultura emprendedora: una es el fomento a través de las televisiones públicas. Existen ya algunos programas para acelerar proyectos emprendedores ya creados. Sin embargo, es necesario llegar a etapas previas donde ya sabemos que no tendremos resultados a corto plazo.
Un ejemplo en la línea que menciono la escuche, no hace mucho, en el 1er. Congreso de Emprendimiento de “Catalunya Emprèn. El Conseller de Industria, Felip Puig, contó una anécdota interesante. En un programa infantil muy conocido de la TVC, aparecía un personaje que hacía el papel de malo y que era empresario. El Conseller sugirió a la dirección de la cadena de TV modificar el personaje i parece que la TVC asintió. Es solamente una anécdota, pero es importante. Los niños y niñas no quieren ser los malos del futuro.
En la misma línea, otras instituciones, no pertenecientes a la Administración, como por ejemplo, las cámaras de comercio o las asociaciones empresariales han de concienciar a sus afiliados a dar ejemplo y crear normas de buenas prácticas, premiando a los afiliados que tienen un comportamiento ético y separando a aquellos que no lo tienen. Los emprendedores tienen buena prensa, pero no olvidemos que un emprendedor es un empresario en potencia y estos, en nuestro país, no la tienen.
Una segunda actuación debe ser la educación en los primeros niveles escolares. No se trata de tanto de formar a los niños, sino de educarlos en la conveniencia de emprender y lo que esto significa. El problema es que los educadores no están formados en emprendimiento, ni concienciados de esa necesidad social. Aparte de reformar los planes educativos, la idea sería formar a educadores sensibilizados con este tema, como ya ocurre con la ciencia, donde hay instituciones que lo hacen de forma exitosa en colaboración con el Departamento de Educación.
Concienciar a la sociedad en cualquier tema que tenga que ver con modificar sus valores, es una tarea donde tienen un papel primordial sus líderes y referentes, como intelectuales, deportistas, científicos, artistas, políticos y empresarios. La tareas es compleja y larga, pero concienciar a una sociedad para ser emprendedora, es potenciar su futuro.


lunes, 15 de septiembre de 2014

Seis vectores clave para potenciar el emprendimiento

En varios posts de este blog, he hablado de la necesidad de que nuestra sociedad sea emprendedora si quiere mantener el bienestar de sus ciudadanos y que para conseguirlo ha de definir e impulsar un conjunto de acciones estratégicas.
Cuando me refiero a la sociedad, no me dirijo exclusivamente al sector público como único responsable, sino también la sociedad civil. Es más, el sector público no debería ser el protagonista si existiese una madurez suficiente de la sociedad civil para impulsar el emprendimiento, entre otras muchas cosas a estimular.
Sin embargo, como este no es el caso, las instituciones públicas han de intervenir de manera decidida, unas veces liderando el proceso, otras colaborando con ciudadanos, instituciones y empresas del resto de la sociedad. Para representar todo el proceso global he considerado en la figura de la cabecera de esta entrada, los seis vectores clave para potenciar el emprendimiento.

domingo, 31 de agosto de 2014

No es posible duplicar Silicon Valley

El emprendimiento es una vía eficaz para crear empleo y por tanto, una solución para abordar el problema más importante que tiene nuestra sociedad, el paro. Sin embargo, conseguir que se creen muchas nuevas empresas no es fácil. No es suficiente hablar en las tribunas (como esta) de su conveniencia o tratar de implantar miméticamente los éxitos de otros lugares. En definitiva, no se puede copiar, sin más, la actividad emprendedora de Silicon Valley (cosa que ya se ha intentado), sin tener en cuenta su entorno.
La cultura del riesgo y la tolerancia al fracaso, son elementos fundamentales que ha de asumir una sociedad que quiera ser emprendedora y eso se ha de reflejar en la forma que se impulsan los proyectos emprendedores, en cómo se financian o en cómo se facilita, desde la legislación, la generación de nuevas empresas. Por ejemplo, crear aquí una nueva empresa es comparativamente difícil (España ocupa el lugar 142 de 189 países, según Doing Business), pero el problema es mucho mayor cuando se quiere cerrar la actividad empresarial y esto es muy frecuente por la gran proporción de nuevos proyectos que fracasan (entre un 60 % y un 70%).
Las ideas. como las semillas, necesitan un terreno y un clima adecuados para germinar, es difícil que una planta crezca en un desierto. Sin embargo, se puede trabajar para conseguir un cambio y convertir un erial en un vergel con determinación, inteligencia y esfuerzo. La creación de un ecosistema emprendedor necesita algo más que sembrar startups y empujar a hacerlo a aquellos que tienen espíritu emprendedor. Es necesario un terreno y un clima social adecuado.
La creación de un ecosistema emprendedor donde no existe o si es muy débil, necesita un cambio cultural que involucre a toda la sociedad, desde los ciudadanos hasta la Administración, pasando por los medios de comunicación, el sistema educativo o los financieros, para fomentar, apoyar y sobre todo valorar las iniciativas emprendedoras. Sin embargo, como en todo cambio cultural, el tiempo no se mide en años, sino en generaciones.
El fomento del emprendimiento es un problema poliédrico que se ha de afrontar desde todas sus facetas y si es posible de forma simultánea. Por eso, es necesaria la contribución de toda la sociedad, tanto de ciudadanos como de instituciones. De otra manera, y aunque trasladásemos aquí todas sus empresas, no sería posible duplicar Silicon Valley.

viernes, 15 de agosto de 2014

MOOLC (Massive Open Online Local Course) en emprendimiento

Durante décadas, las universidades españolas han formado a sus estudiantes para hacer de empleados cualificados, y preferiblemente, con un trabajo fijo en la administración o en una gran empresa. La realidad actual es que cada año egresan de las universidades españolas unos 215.000 titulados que van a parar a un mercado laboral con más del 53 % de jóvenes parados y con un 50 % de tasa de subempleo.
Una de las soluciones para acabar con esta situación, sería fomentar el emprendimiento entre los estudiantes, ya que (ver aquí y aquí) el emprendimiento es la vía más eficaz para crear empleo, especialmente en tiempos de crisis. Es cierto, que en la última década, las universidades han potenciado, aunque tímidamente, la creación de empresas spin-off a partir de los desarrollos de sus grupos de I+D, sin embargo, los resultados de estas iniciativas han sido procesos de recolección selectiva, positivos, pero insuficientes.
Muchas de las startups de más éxito en los EE.UU, han nacido en un entorno universitario, pero no consecuencia de un descubrimiento científico o un desarrollo tecnológico de sus grupos de I+D. Todo ello ha sido posible gracias a ecosistemas universitarios que fomentan, potencian e impulsan la creación de startups. Es decir, ellos ya han pasado de la era de la recolección a la del cultivo masivo. Un camino que nosotros todavía no hemos empezado a recorrer.
Nuestro sistema universitario ha de fomentar la creación de ecosistemas de emprendimiento y formar a sus estudiantes de todas las carreras de una manera sistemática, cosa que hoy solamente se hace en algunas facultades de Economía y Empresa. Sin embargo, como los equipos emprendedores han de ser multidisciplinares, sería conveniente que los estudiantes procediesen de diferentes facultades y escuelas.
Un primer paso para superar estos problemas sería la impartición de un MOOC transversal a nivel de universidad o incluso de distrito universitario, un MOOC Local (MOOLC) que permita el contacto personal, donde por proximidad y cultura, puedan fomentar la creación de equipos que además puedan ser asesorados también personalmente por otros emprendedores con experiencia en el entorno próximo cuyas características son muy diferentes de otros lugares de referencia, como Silicon Valley. Las actividades de formación pueden complementarse con actividades de estímulo, como reuniones de networking, concursos de proyectos o la celebración del Día del Emprendedor Universitario.
Nuestras universidades deberían estimular y compensar con créditos libres a los estudiantes que se formasen en emprendimiento. Al mismo tiempo, esta formación transversal les proporcionaría unas competencias en técnicas de comunicación y conocimientos financieros básicos, que mejorarían su empleabilidad. Es una tarea larga, pero un primer paso para formar universitarios en emprendimiento sería un MOOLC en emprendimiento

jueves, 31 de julio de 2014

El futuro de la educación pasa por la formación digital 2.0

Los MOOC son nada más (ni nada menos) que potentes instrumentos de lo que podríamos llamar la formación digital 2.0 pero que mantienen dividida a la comunidad docente respecto a sus implicaciones futuras en la enseñanza universitaria.
Hay quien opina que los MOOC no cambiarán nada significativo en el proceso de formación y solamente serán un instrumento más, como lo fue la introducción del libro en su día. Sin embargo, hay otros, entre los que me cuento, que consideran que a medio plazo, el cambio puede llegar a ser estructural. De la misma manera que Internet está transformando radicalmente las industrias del conocimiento (el editorial, el discográfico, el cine, la televisión o la prensa), también van a transformar la educación. Transformaciones, todas ellas, que no son más rápidas, a pesar de su impacto económico, por problemas culturales i regulatorios, no tecnológicos.
La educación universitaria presencial es cara. Sin embargo, el coste que tendría utilizando metodologías digitales 2.0 podría llegar a ser una mínima parte del presencial. Esta es una razón, entre otras, para suponer que en unas economías con un déficit público sistémico, no mantendrán una universidad pública exclusivamente presencial, si hay alternativas.
Supongamos un MOOC de, por ejemplo, un curso de Física de primero de universidad, donde se repiten las clases de teoría (no hablo de las prácticas de laboratorio) en un distrito universitario más de un centenar de veces cada año en grupos de 50-100 alumnos. Supongamos que se hace un MOOC para todos los alumnos, donde los profesores solamente atienden las tutorías (cosa que ya hacen ahora). ¿Cuántos profesores sobrarían? ¿Cuántas aulas?. Este es un escenario del que nadie quiere hablar, quizás por miedo a la perdida los puestos de trabajo que conllevaría, aunque estos profesores podrían dedicar mucho más tiempo a generar nuevo conocimiento en vez de a comunicarlo de forma repetitiva año tras año.
Es cierto, sin embargo, que todavía los MOOC constituyen una metodología poco madura. Normalmente, sus vídeos son una copia de la clase magistral, donde mayoritariamente se presentan las diapositivas junto a la imagen del profesor en un recuadro lateral, lo que a veces se conoce como un busto parlante. Sin embargo, las posibilidades multimedia son enormes aunque hoy día todavía no se usen suficientemente, debido, entre otras cosas, a que los equipos que los desarrollan están formados por especialistas en la materia que se imparte i que normalmente no son expertos en comunicación audiovisual.

Estas metodologías han llegado para quedarse y van a revolucionar la formación universitaria y seguramente otros tipos de formación, como, por ejemplo, los cursos Inem para parados y trabajadores, donde los MOOC que pueden ser mucho más baratos y eficientes, pueden evitar la actual corrupción de cursos inexistentes, a través de sistemas de control y seguimiento automáticos. No hablemos de las transformaciones que podrían suponer en la formación en otros niveles educativos como el bachillerato, la formación profesional o la ESO. El panorama es tan amplio y las posibilidades tan grandes, que sin duda el futuro de la educación pasa por la formación digital 2.0

martes, 15 de julio de 2014

Innovar en Educación Universitaria

Ayer se cerró la segunda convocatoria para realizar MOOC de la Generalitat de Catalunya con alrededor de una 80 solicitudes en el proceso on-line.
Los MOOC (Massive Open On-line Course) están irrumpiendo con fuerza. Cada día hay más plataformas y más activas. Las tres plataformas más conocidas (edX, Coursera y Udacity) están ampliando sus cursos de forma permanente y también los idiomas en que los imparten. Adicionalmente, se están preparando para impartir conjuntos de cursos que darán acceso a unos títulos cuya emisión parece que puede ser su modelo de negocio. Paralelamente, están apareciendo otras plataformas menos conocidas y más especializadas (Lore, OpenClass, Canvas Network, Khan Academy, Udemy, NovoEd, …), o por ejemplo en castellano, MiriadaX, orientada al mundo Iberoamericano o Unimooc orientada al mundo del emprendimiento.
Sin embargo, una de las operaciones que está creando grandes expectativas, es la entrada de Google en el ámbito de los MOOC. Google ya había creado Course Builder, un software para crear cursos y plataformas MOOC, pero que necesitaba de conocimientos informáticos para ser instalada y crear los cursos y a la que le faltaba cierta flexibilidad. Ahora, Google es miembro de la alianza Open edX, la cual pretende abrir dicha plataforma a todo el mundo, y a la que Google proporcionaría toda su capacidad y musculatura. El nuevo sistema permitirá crear cursos MOOC a instituciones, profesores i empresas, como ya ha hecho la universidad de Stanford, con Stanford OpenEdX o la incipiente plataforma UCATx.

El número de plataformas y de MOOC está creciendo de forma muy rápida. Hoy día hay más de 2.500 cursos MOOC que cubren todo el espectro del conocimiento y las plataformas abiertas como Open edX, pueden conseguir que ese número se multiplique. La innovación en educación no suele ser radical, pero a mi parecer la formación universitaria puede sufrir a medio plazo un cambio profundo con el uso de los MOOC como un instrumento para Innovar en Educación Universitaria.

martes, 1 de julio de 2014

El discurso del Rey

Como en la película de Tom Hooper y David Seidler sobre Jorge VI, el discurso de proclamación del nuevo Rey, también en este caso VI, pero de nombre Felipe, en las Cortes, fue un  discurso programático donde se dijeron cosas esperanzadoras como esta:
“El bienestar de nuestros ciudadanos -hombres y mujeres-, Señorías, nos exige situar a España en el siglo XXI, en el nuevo mundo que emerge aceleradamente; en el siglo del conocimiento, la cultura y la educación. Tenemos ante nosotros el gran desafío de impulsar las nuevas tecnologías, la ciencia y la investigación, que son hoy las verdaderas energías creadoras de riqueza; el desafío de promover y fomentar la innovación, la capacidad creativa y la iniciativa emprendedora como actitudes necesarias para el desarrollo y el crecimiento. Todo ello es, a mi juicio, imprescindible para asegurar el progreso y la modernización de España y nos ayudará, sin duda, a ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye hoy la principal preocupación de los españoles.”
En este párrafo, el Rey, o quien haya escrito el discurso, acierta con las prioridades que hoy día necesita cualquier sociedad, y muy especialmente la nuestra, para su desarrollo en el mundo globalizado de esta primera parte del siglo XXI. Una de las primeras actividades del nuevo Rey ha sido asistir al Fórum Impulsa en Girona, un evento en la línea del párrafo mencionado de su discurso. ¿Hemos de atender estos signos cómo una nueva sensibilidad con los verdaderos problemas del país?.
Alabar a la Corona, parece que significa declararse monárquico y enseguida uno debe explicar si esto es así, o no. Pues bien, en este país donde siempre se han de poner etiquetas binarias a las personas, monárquico/republicano, derechas/izquierdas, religioso (católico)/anticlerical, yo preferiría tener una etiqueta de “Inclasificable”, como decía Julián Marías de Unamuno.
De cualquier forma y como dice en un reciente artículo en El País, Javier Marías (hijo de Julián Marías) respecto a las manifestaciones para pedir un referéndum monarquía-republica “No creo que pudiera salir como Presidente de la República alguien que gustara a los que han pedido el referéndum”, hablaba de Aznar, Aguirre, Bono, González, Anguita, me parece que ante estos candidatos, me decanto, de momento, por la monarquía. Si más no, porque hay muchas cosas más importantes y urgentes que solucionar en el país, como las mencionadas en el párrafo en cuestión y otras que ni se mencionaron en el discurso del Rey, como la corrupción.

Aunque una cosa es prometer y otra, bien distinta, es dar trigo, cómo mínimo la mención de las ideas de cómo abordar algunos de los problemas clave de nuestra sociedad están bien escogidos en el discurso del Rey.

domingo, 15 de junio de 2014

El fracaso como componente del aprendizaje

Las sociedades del futuro, sobre todo aquellas que están asentadas en territorios sin recursos naturales abundantes, como el nuestro, han de estar basadas en un capital humano cuyos pilares no solo sean el saber y el saber hacer, sino también el emprendimiento.
Para disponer de ese necesario capital humano hay que invertir en educación y la cosecha no se recoge de forma inmediata. Como dice el proverbio chino: Si quieres recolectar en un año, siembra arroz. Si lo quieres en 10, planta árboles, si lo haces para toda la vida, educa personas.
Si educar es preparar para la vida, la educación que se impartía hace unas décadas, basada en la transmisión de conocimiento, nos permitía a las generaciones de la postguerra, conseguir una plaza permanente en alguna administración o en una gran empresa. La educación nos preparaba para la vida, como mínimo para la vida laboral.
En la educación de los millennials, además de la adquisición de conocimiento, que afortunadamente no ha sido tan memorística como en las anteriores, se han incluido habilidades, que sin embargo, están resultando ser insuficientes para afrontar y dar respuesta a los cambios acelerados que se producen en la sociedad en general y en el mundo laboral en particular. Las profesiones y los oficios que se transmitían de generación en generación, desaparecen o se ponen en peligro a una velocidad que ninguna generación anterior habría podido imaginar (ver el actual problema de los taxistas con la App de Uber). Un cambio radical para el que es necesario reaccionar.
Inicialmente la educación trataba de llenar una caja con conocimientos, posteriormente a la caja se le pusieron ruedas y un motor para darle capacidad de movimiento. Sin embargo, todavía se necesita la voluntad y la determinación para arrancar y circular por caminos desconocidos, donde es posible encontrar el éxito o perderse y quedarse en la estacada. Más aún, es necesario ir llenando, durante el recorrido, la caja con nuevos conocimientos y olvidar otros ya inservibles. Las personas en este nuevo escenario han de ser capaces de reinventarse y la sociedad ha de fomentar estos cambios y ayudar a quien los hace, porque estas decisiones no son solamente buenas para los individuos, sino también para los colectivos.

Para tomar la determinación de transitar por caminos desconocidos, se ha de emprender en el sentido más amplio, no solo en el empresarial, sino en el personal y la nueva educación lo ha de tener muy en cuenta. Este nuevo capital humano, ha de tener nuevos valores que permitan a los individuos y a la propia sociedad responder sin miedo a los cambios e incluso provocarlos y considerar el fracaso como componente del aprendizaje.

sábado, 31 de mayo de 2014

Las lecciones de las elecciones europeas

Los resultados de las pasadas elecciones europeas han tenido un sabor agridulce. De un lado, el debilitamiento de la conciencia europea con la aparición de los partidos de ultraderecha y de otro, el lado dulce, el aumento de la cultura democrática de la sociedad española, a la que me voy a referir en este post.
La convivencia en el espacio común europeo con nuestros vecinos del norte, nos ha proporcionado un espejo donde comparar los comportamientos poco éticos de nuestras clases dirigentes. Esa convivencia, ha hecho que la conciencia democrática de nuestra sociedad haya evolucionado positivamente para impulsar un cambio en la vida política del país. Si queremos cambiar nuestra democracia, hemos de tener en cuenta, que la responsabilidad no es de los partidos, si no de los votantes. Como dice Habermas, en una democracia, quienes gobiernan son el reflejo de sus ciudadanos. Es decir, el comportamiento de los partidos políticos, no es otra cosa, que el termómetro de la cultura democrática de la sociedad que los elige.
Aunque los dos partidos mayoritarios españoles merecían haber obtenido unos resultados más severos, en mi opinión, el correctivo que han recibido ha sido causado, en buena parte por el aumento de la temperatura democrática de la sociedad y no por campañas electorales mejor o peor diseñadas. La falta de apoyos sociales ha sido la consecuencia, no del empeoramiento de la conducta poco democrática de los partidos, que tradicionalmente siempre ha sido así, si no de la mayor sensibilidad democrática de la sociedad, que ya no es tan permisiva con métodos corruptos y mafiosos y plantea un mayor grado de exigencia ética a los que detentan el poder.
Cuanto más democrática es una sociedad, más sensibles con sus necesidades y anhelos deben ser los políticos que quieran mantener o alcanzar el poder. Los sanedrines de los partidos deberían tomar buena nota de lo sucedido en las elecciones de la semana pasada para no desaprovechar las oportunidades futuras.
Los partidos fuertes son necesarios para una estabilidad política, pero PP y PSOE deben entender que sus resultados electorales no son ya consecuencia de una campaña electoral mal diseñada, sino de que son percibidos como organizaciones corruptas donde el poder se fundamenta en comportamientos internos cuasi dictatoriales. 
La respuesta inicial de las figuras más conocidas del partido socialista, respecto a no permitir procesos abiertos para elegir al próximo secretario general, ha tenido que cambiar ante el empuje de militantes que quieren responder a lo que observan en sus bases y en la ciudadanía. Otra visión menos autocrítica, y desde mi punto de vista equivocada, ha sido la del PP, que ha percibido la respuesta social como puntual y que cambiará cuando mejoren las condiciones económicas o con una buena campaña electoral. Los grandes partidos deben cambiar y aprender las lecciones de las elecciones europeas.

jueves, 15 de mayo de 2014

Menos competitvidad y más pobreza

El problema de muchas empresas durante la crisis ha sido no poder mantener el pago de la nómina de una plantilla demasiado grande para una demanda contraída y tampoco poder reducirla debido al coste de las indemnizaciones. El resultado es que muchas empresas han acabado cerrando y toda su plantilla (no solo parte) ha tenido que ir al paro, cuando quizás la empresa se podría haberse salvado, si habría podido adaptarse a la situación, creando de nuevo empleo, cuando las condiciones del entorno mejorasen. Sin embargo, la planta se ha secado y ya no podrá revivir cuando pase la sequía.
Los salarios y el empleo son dos vasos comunicantes conectados a través de un tubo con un grifo que limita el flujo para llegar al equilibrio.  Dado que el grifo está parcialmente cerrado por las reglas que establece la legislación laboral, el equilibrio se va alcanzando lentamente. Esto tiene consecuencias positivas para las personas con puestos fijos, pero no las tiene para los temporales o los desempleados. El sistema ha creado dos clases de ciudadanos trabajadores: los afortunados fijos (no digamos si son funcionarios) y el resto.
Las empresas que están aguantando la crisis buscan soluciones para no tener problemas con la adaptación flexible de sus plantillas y esto lo hacen a través de fórmulas como las contrataciones temporales o la contratación de falsos autónomos. Según Infojobs desde el 2008 se han multiplicado por 10 las vacantes para autónomos en sus ofertas de empleo, muchos de ellos  facturan a una única empresa. Los empleos temporales y los falsos autónomos, son formas de ocultar una problema que necesita soluciones reales.
En el fondo, estos comportamientos de avestruz, se deben a que la sociedad no quiere dejar claros los roles de quien debe crear empleo y quien debe proteger a los ciudadanos. Las empresas han de tener flexibilidad para poder adaptarse a un mercado cada día más competitivo y el estado ha de proteger a la sociedad que para eso paga sus impuestos (las empresas también son parte de la sociedad y por tanto han de pagar sus correspondientes impuestos). ¿Si han de ser las empresas las que han de proteger a los ciudadanos, para que queremos el estado?. 
Estructuras más flexibles harían que las empresas, sobre todo pymes y nuevas startups, que no pueden comprometerse con fórmulas rígidas de contratación, serían más activas y crearían puestos de trabajo. Aunque no nos guste, una sociedad que no puede cambiar los mercados, ha de aceptar sus dinámicas si no quiere tener menos competitividad y más pobreza.

miércoles, 30 de abril de 2014

Burocracia contra talento (publicado en Tecnonews)

Últimamente, hablar de convocatorias de proyectos de I+D, está a la orden del día. El H2020 aparece como la tabla de salvación para muchos grupos de I+D, dada la sequía de financiación procedente del Estado. Todos los grupos relevantes de I+D del país, están conectando con otros grupos europeos, visitando Bruselas, asistiendo a jornadas informativas, o buscando lobbies de expertos que les ayuden a redactar propuestas ganadoras. 
La UE ha cambiado de formato respecto al anterior Programa Marco (PM7), pero también había cambiado el PM7 respecto al PM6, y de este respecto al anterior. Todo cambia de aspecto para que en realidad todo continúe igual. Lo que no cambia, son los decepcionantes resultados globales. El objetivo de la Agenda de Lisboa era convertir Europa en la región económica más dinámica del mundo, basándose en el impulso a la I+D que llegaría a alcanzar en 2010 una inversión del 3% del PIB. Pues bien, ni el 3% se consiguió (de hecho ni se movió del 2% inicial), ni tampoco se cerró la brecha que existía con los USA. Sin embargo, nadie en Bruselas ha dado explicaciones sobre el fracaso, nadie ha asumido responsabilidades, nadie ha dimitido. 
Bruselas no es una excepción, todas las administraciones desean controlar el talento creativo del que carecen. Algunas no solo lo controlan, sino que lo ahogan. Es el caso de la persecución actual de las justificaciones de los proyectos del Plan Nacional español que llegan al ridículo, como en el caso de no aceptar el gasto de publicar un artículo en Science por no tener tres ofertas diferentes. Todo parece como un gran hermano burocrático que para existir y mantener el poder, ha de dilapidar los recursos públicos y el talento de los investigadores. 
Pero, se puede obtener dinero, me comentaba un amigo el otro día. Esta es la gran trampa!!. ¿Cuánto cuesta elaborar una propuesta? Las consultoras especializadas cobran una importante cantidad de dinero por hacerlo, si a esto añadimos el tiempo dedicado por los investigadores a la parte científica, más viajes y contactos previos para montar el proyecto, y dado que solamente se acepta uno de cada cinco proyectos presentados, resulta que antes de entrar en el sorteo, ya se ha gastado más de la mitad del dinero disponible. Es cierto que no ha salido del presupuesto de Bruselas, pero si del bolsillo de los ciudadanos europeos. A todo esto se le suma el coste de la burocracia de la Comisión Europea, la administración inducida que las instituciones han de tener para responder a esa burocracia y que se refleja en los overhead, los gastos para el seguimiento del proyecto y sobre todo, el tiempo perdido por parte de los investigadores en generar enormes cantidades de papeleo inútil. El negocio para los ciudadanos europeos es una ruina.
Si las TIC permiten saber en tiempo real quien es quien en investigación y su capacidad productiva en las áreas prioritarias para Europa y España, ¿Por qué utilizar mecanismos obsoletos de asignación de recursos públicos? ¿Por qué hacer convocatorias de proyectos, si son instrumentos lentos, caros e ineficientes, y además son poco flexibles para cambiar un proyecto en función de los resultados intermedios? La respuesta es clara: la “banca” (la burocracia) siempre gana, aunque el talento siempre pierda y los ciudadanos siempre sean los que paguen.

miércoles, 16 de abril de 2014

Un modelo de universidad para el siglo XXI

Internet está cambiando muchas cosas y podría haber cambiado muchas más si la sociedad se adaptase al ritmo que avanza la tecnología. Las TIC están cuestionando modelos de negocio conocidos desde hace siglos, como por ejemplo, el mundo editorial. La participación de intermediarios (editor, impresor, distribuidor o librero) que eran clave en el sector del libro, cada día aportan menos valor al proceso, debido a las tecnologías de la información y las comunicaciones.
El primer aldabonazo de aviso, fue la venta de libros por Internet de Amazon, que supuso un cambio radical en el proceso de distribución. Sin embargo, la revolución aparece con el libro electrónico y los dispositivos de lectura como los eReader o las tabletas. Como consecuencia, todos los eslabones de la cadena empiezan a resentirse y el efecto más visible, el cierre de librerías. El proceso puede alcanzar al editor, al ser sustituido por un sistema de recomendaciones basado en las redes sociales. Quienes no pueden faltar son los creadores. Creadores y lectores conectados directamente a través de internet.
Todo lo anterior, es extrapolable a otros modelos de la difusión de la cultura, como son la música o el cine. Todos ellos tienen en común la posibilidad de que los intermediarios sean cada vez menos necesarios. Quienes no pueden faltar son los creadores. Creadores y espectadores o aficionados, conectados directamente o casi (Spotify, Netflix) a través de internet.
Este paradigma se puede alcanzar a las universidades en su misión de comunicar el conocimiento a los estudiantes. Los sistemas universitarios presenciales son caros y tecnológicamente son candidatos a la introducción de las TIC de forma masiva. El problema para su incorporación, como en el caso de la cultura, no es la tecnología, sino la inercia social.
Es verdad que a muchos nos gusta la sensación de un libro en papel y mantenerlo en nuestras manos mientras lo leemos. Es verdad que es mucho más humana, la conexión entre profesor y alumno en una clase presencial. Sin embargo, las clases magistrales, se pueden preparar mucho mejor si se hace con buenos medios para un gran número de estudiantes por el mejor comunicador de entre los profesores. La presencialidad, como ocurre con el teatro o los conciertos, no desaparecerá, pero pasará a un segundo plano en la transmisión masiva de conocimiento.
En el caso de las universidades el cambio se empieza a vislumbrar a través de las plataformas MOOC, donde además de clases magistrales masivas en vídeo, existen pruebas de autoevaluación y se utilizan técnicas de redes sociales para que los estudiantes puedan interconectarse. De nuevo, quienes no pueden faltar son los creadores del  conocimiento y de los procesos para transmitirlo. Creadores y estudiantes conectados directamente a través de internet.
Está claro que un cambio radical no será viable por cuestiones de inercia social. Sin embargo, si un país tuviese que diseñar “Ex novo” un sistema universitario no se debería mirar en el espejo de los sistemas existentes, si no crear un modelo de universidad para el siglo XXI.

lunes, 31 de marzo de 2014

Una visión anticuada de los grupos de I+D

Recientemente ha salido una nueva convocatoria de la Generalitat de Catalunya de grupos consolidados. Estos grupos, al frente de los cuales hay un investigador principal, trabajan en una determinada área del conocimiento y han de tener una calidad y una dimensión mínimas. En la última había unos 1300 grupos consolidados en toda Cataluña, contando los de universidades y centros de I+D.
En las convocatorias de los Planes Nacionales estatales, los proyectos han de ser presentados por grupos de I+D al frente de cada uno de ellos hay un investigador principal, grupos que necesitan una dimensión mínima para tener probabilidades de éxito.
El argumento principal de las administraciones para exigir estas condiciones, es evitar la atomización de los núcleos de investigación, evaluar la capacidad investigadora del sistema y que al frente de la petición haya un investigador principal de “reconocido prestigio”, que tiene la “venia” de las administraciones (“es el grupo de fulanito”) y que es quien tiene las facultades de controlar los gastos que realicen los miembros del grupo. Esta es la vía para que el resto de los investigadores del proyecto puedan disponer de recursos para asistir a congresos, tener becarios o poder comprar un ordenador.
Todo esto conduce a una serie de comportamientos, llamémosles, mejorables y sobre todo a procedimientos poco eficientes de asignación de recursos, en donde investigadores del staff con capacidad e ideas, acaban trabajando “para” quien es capaz de conseguir gestionar una petición de proyectos con probabilidad de éxito. A veces y para conseguir la masa crítica mínima, se añaden personas de relleno aunque no trabajen en el mismo tema. Todo es cuestión de maquillar convenientemente la petición.
En otros lugares, como en las universidades anglosajonas, los grupos pueden perfectamente llegar estar están formados por un solo investigador de staff y una serie de doctorandos y postdocs que son contratados por él y no por convocatorias burocratizadas. Otra cosa es la asociación entre pares para colaborar en un proyecto, en este caso no se trabaja “para” sino que se trabaja “con”.
El resultado para las administraciones es que tienen un mapa distorsionado de las capacidades y de la producción del sistema de I+D. Todo ello es producto de prácticas que se arrastran del pasado, cuando evaluar la producción científica era muy complicado. Sin embargo, hoy día se puede ser mucho más eficiente en la asignación de recursos y en la monitorización, casi en tiempo real, de la productividad científica, sin hacer perder el tiempo a los investigadores y evitar los importantes costes burocráticos que significa mantener una visión anticuada de los grupos de I+D.

sábado, 15 de marzo de 2014

Incubadoras Corporativas

Las Incubadoras de Startups (Business Incubators) y las Incubadoras Corporativas (Corporate Incubators), son dos tipos de instrumentos de protección y ayuda en los procesos de generación de proyectos empresariales.
En el primer caso el sistema de incubación está orientado a dar soporte a iniciativas emprendedoras nacidas normalmente en ambientes abiertos, como por ejemplo, en entornos municipales. En el segundo caso, las iniciativas nacen en el hábitat de una empresa que las impulsa y las incuba. De la misma forma podemos hablar de las Aceleradoras de Startups (Business Accelerators) o de las Aceleradoras Corporativas (Corporate Accelerators).
En cualquier caso, podríamos decir que una Incubadora proporciona el resguardo a través de un proceso térmico durante el proceso prenatal, mientras que la aceleradora se basa en un proceso dinámico para impulsar modificaciones en el movimiento inicial de las startups. Esta variación de la velocidad puede ser tanto en módulo, como en dirección.
En el caso de incubadoras y aceleradoras corporativas, estas se pueden entender como instrumentos de los procesos de innovación de las empresas y concebidos como nuevos elementos de profundización de la Open Innovation, que muchas grandes empresas están actualmente impulsando.
La materialización de Incubadoras Corporativas se suele ejecutar a través de la creación de ecosistemas internos que fomentan la aportación de las ideas del personal de la propia empresa para mejorar los productos y los procesos y así potenciar su core market o extender la actividad a mercados adyacentes.
Adicionalmente, ese ecosistema genera ideas de nuevos productos o servicios para otros mercados diferentes de los propios. Para rentabilizar estas nuevas ideas se pueden usar los caminos clásicos de licenciar las patentes generadas en el proceso creativo u otra vía, que cada vez está tomando más fuerza, como es la creación de spin-offs de la propia empresa.
La vía de la creación de spin-offs tiene la ventaja de permitir el control de su evolución por parte de la empresa madre para una posible diversificación y al mismo tiempo no distraerse de su core business. También puede ser interesante para controlar los riesgos “externalizándolos”, preparando las spin-offs en incubadoras corporativas y buscar socios estratégicos que conozcan los nuevos mercados y socios financieros que permitan diversificar, no solamente los mercados, sino el riesgo económico.
Sin embargo, las ideas son condición necesaria, pero no suficiente, y para que cristalicen y crezcan, es necesario impulsarlas y para ello son necesarias personas con espíritu emprendedor. El ecosistema no solamente ha de fomentar la generación de ideas y su incubación, sino incorporar a los proyectos las personas que puedan impulsarlas. Dentro de las empresas hay que buscar esas personas intra-emprendedoras necesarias para el éxito de las Incubadoras Corporativas.

viernes, 28 de febrero de 2014

Ni Messis, ni Ronaldos, emprendedores que asuman ser protagonistas del mañana

Hace un par de días estuve en el Mobile World Congress, todo un espectáculo tecnológico que me llevo a reflexionar sobre la enorme diferencia de velocidades entre el mundo del MWC y nuestra sociedad. También visité su segunda sede en Montjuic, allí estaban los emprendedores. Hablé con algunos de ellos. Su fuerza e ilusión me han llevado a escribir este post.
 Según la Wikipedia, el emprendimiento es (no está en castellano, aunque si está emprendedor): “In political economics, entrepreneurship is a process of identifying and starting a business venture, sourcing and organizing the required resources and taking both the risks and rewards associated with the venture.”
Casi todo lo que se encuentra en la red sobre emprendimiento y emprendedores hace referencia a la creación de empresas y sin embargo, el emprendimiento es mucho más que crear startups, es una forma de vida, de entender la vida. Después de hablar con muchos emprendedores, como los de esta semana, tengo la convicción de que el futuro (y también el de todos) está en sus manos y no en las de los funcionarios (quien escribe estas líneas es un ex-funcionario con 35 de años de servicio!!).
Los emprendedores, viven permanentemente situaciones de stress y de riesgo, inherentes a la actividad de promover un proyecto nuevo. Una sociedad que aborda proyectos de riesgo y no solo acepta el fracaso como una de sus consecuencias naturales, si no que reconoce el valor de estas actitudes, es una sociedad con mucho más futuro que aquella otra, en la que sus ciudadanos buscan situarse en una zona de confort permanente.  
La sociedad que necesitamos, es aquella donde las soluciones a los problemas no se esperan de los gobiernos, sino que se resuelven desde las oportunidades, y las personas que las impulsan son aquellas que emprenden las acciones necesarias para hacerlas realidad. Un modelo de sociedad estática como la nuestra, en un mundo globalizado y dinámico como el actual, solo es el anuncio de un oscuro futuro.
Nuestra sociedad necesita cambiar y hacerlo rápidamente para adaptarse al ritmo frenético global y eso no se hará si los ciudadanos no lo aceptan primero e impulsan después. Los referentes no han de ser ni Messis, ni Ronaldos, sino emprendedores que asuman ser protagonistas del mañana.

sábado, 15 de febrero de 2014

Aceleradoras Corporativas

Si alguien piensa que la innovación es cara que pruebe el coste de no hacerla. La innovación en empresas consolidadas es una tarea que requiere una cultura ya asumida y un permanente impulso por parte de la dirección. Si la empresa no tiene la cultura innovadora asumida y la dirección no tiene una postura decidida para impulsarla, la innovación no emergerá por generación espontánea. Las empresas que no han tenido la innovación en su ADN y todos los recursos de la misma han estado orientados a mantener el mercado y a la supervivencia de la empresa, implantar un proceso innovador puede ser una tarea muy complicada. La solución es dar un paso más en el paradigma de la Innovación Abierta: Las Aceleradoras Corporativas.
Muchas empresas, especialmente grandes, están innovando la forma de realizar su innovación. Para ello, han creado estructuras propias con el objetivo de incorporar la innovación ya realizada externamente por startups. Es una nueva forma de articular la Innovación Abierta. Estas estructuras conocidas como aceleradoras corporativas pueden permitir lograr un crecimiento inorgánico para potenciar o agrandar su propio mercado. No se trata exclusivamente de absorber directamente las startups, sino de crear alianzas estratégicas con ellas. Las grandes multinacionales tienen capacidad para poder hacer esto de forma global, ya que su distribución internacional les permite tener antenas para detectar y filtrar las oportunidades de startups con gran potencial, en todo el mundo.
En el otro lado de la calle, se encuentran esas startups creadas por emprendedores, muchos de ellos en condiciones precarias, y aunque quizás ya empiezan a tener clientes, no pueden hacerlas crecer a la velocidad que querrían, ya que no tienen recursos y sobre todo no tienen acceso a los mercados. Hay una clara complementariedad entre los actores situados en las dos aceras opuestas. Actores que pueden obtener un beneficio mutuo si colaboran.
En las medianas empresas, el problema es más complicado ya que estas no tienen capacidad para mantener todo el proceso internamente. Para solucionar el problema pueden externalizar la gestión en empresas especializadas, bajo la supervisión de la propia empresa. Una solución adicional es agruparse varias empresas medianas complementarias para crear una aceleradora que permita distribuir los costes y aprovechar las economías de escala que significan la colaboración.
Las startups necesitan vías de consolidación y crecimiento y las empresas tradicionales necesitan introducir la innovación para su futuro y sin distraerse de su objetivo fundamental que es mantener su mercado. En conclusión, para innovar en Innovación Abierta, un paso adelante pueden ser las Aceleradoras Corporativas.

viernes, 31 de enero de 2014

Muy lejos de una burbuja del emprendimiento

Últimamente es frecuente oír que el emprendimiento está creciendo de una forma exuberante, que todo el mundo habla de emprendedores, de concursos de startups, de programas de TV, de aceleradoras, de Business Angels, de que hay emprendedores hasta en la sopa. En fin, que hay una burbuja del emprendimiento.
Para que se produzca una burbuja especuladora en cualquier ámbito, tienen que darse una serie de fases que siguen un patrón similar:
a)       Las valoraciones/precios suben injustificadamente (fase de substitución).
b)      El aumento de las valoraciones/precios se hace de forma especulativa para vender a otros compradores a precios cada vez menos razonables (fase de despegue).
c)       El aumento de los precios es máximo y se iguala la oferta y la demanda (fase álgida).
d)   La situación se inestabiliza y los compradores son bastantes menos que los vendedores y además aquellos disminuyen rápidamente (empieza la fase crítica).
e)       El escenario se radicaliza y se entra en pánico (estalla la burbuja).
A todo esto, se suman una serie de circunstancias, como son: la abundancia de crédito, la falta de un control del riesgo asumible y en el caso de una burbuja sistémica, unas instituciones poco robustas, cuando no cómplices, que acaban permitiendo/facilitando que la corrupción se generalice.
No creo que nadie pueda insinuar que en emprendimiento y en este país, estamos en alguna de las fases de la burbuja. Es más, me atrevo a decir que estamos lejos, quizás demasiado lejos, hasta de la primera fase.
En la actualidad nadie especula con las startups, ni hay dinero ni crédito para ellas, y las inversiones son escasas, porque no hay inversores y los pocos que hay, son demasiado conservadores y tienen una aversión casi patológica al riesgo.
Por otro lado, desde lo público, las dificultades que se ponen a los emprendedores para crear una empresa, son en muchos casos disuasorias. Por ejemplo, la obligatoriedad de hacerse autónomo, aun cuando no se tengan ingresos.
La vitalidad del país para crear empresas, y en particular startups escalables es muy baja. Por poner un ejemplo, en Cataluña que pasa por ser una comunidad emprendedora, y que en población y en resultados científicos se puede comparar a Israel, el número de startups tecnológicas creadas anualmente es veinte veces menos. Los científicos deberían darse cuenta de que una situación así, la propia sociedad no la consentirá indefinidamente.
En definitiva, hoy día nadie está especulando con las pocas startups que tenemos, antes bien al revés, lo que hace falta es un poco más de alegría en la aventura emprendedora y algo menos de aversión al riesgo por parte de los inversores y también de los emprendedores ya que en realidad estamos muy lejos de una burbuja del emprendimiento.

miércoles, 15 de enero de 2014

Emprender implica hacer innovación radical

Las empresas innovadoras tienen en muchos casos la duda de cómo plantear su innovación, si de forma incremental o de forma radical (el Kaizen y el Kekushin japonés). Hacer solamente una de ellas puede ser más arriesgado.
Si la innovación significa movimiento, el dilema está en seguir por la misma carretera o tomar una vía alternativa que en principio puede parecer más arriesgada, pero quizás conduce a océanos azules. La continuidad del camino más conocido o la incertidumbre del desconocido.
La innovación incremental significa la mejora permanente de productos o procesos que pueden conseguir mantener la competitividad de la empresa, pero que pueden conducir a callejones sin salida. Por otro lado, la innovación radical es muy arriesgada y puede llevar a un éxito o a un fracaso rotundo. Podríamos decir, que la innovación incremental puede llevar a un éxito o fracaso, incrementalmente y  que una innovación radical puede hacerlo radicalmente.
La combinación adecuada de los dos tipos de innovación puede ser la mejor solución. El caso de Apple es paradigmático, pasa por ser una empresa de innovaciones radicales. Sin embargo, después de cada propuesta radical continúa con una serie de mejoras incrementales de sus productos de forma permanente.
Generalmente las empresas que hacen innovación, ya sea incremental o radical, cambian los productos o los procesos, pero raramente los mercados objetivos, es demasiado arriesgado, sobre todo si se hace de radicalmente.
En el emprendimiento todo es innovación y siempre radical. Desde el producto al mercado, pasando por la organización, el equipo y hasta la figura jurídica. Cualquier cambio es abrupto, ya que en un principio ni tan siquiera hay movimiento, por tanto, cualquier paso que se da, significa un cambio sustancial y de ahí su gran riesgo. Emprender implica hacer innovación radical.