jueves, 30 de mayo de 2013

Por fin una ley de apoyo a los emprendedores

Parece que el gobierno ha reflexionado y ha decidido finalmente actuar para contener la sangría del empleo, o quizás se ha visto forzado por las reprimendas europeas respecto al paro juvenil, el caso es que la ley de Apoyo a los Emprendedores, que anunció este viernes el Gobierno en el Consejo de Ministros, es un paso para facilitar la creación de empresas. La ley constituiría, por fin, la materialización de una promesa electoral y un cambio en la dinámica (más bien la estática) que hasta ahora han tenido los gobiernos (no solo este) respecto a los emprendedores.
Todavía falta ver los detalles del redactado cuando la ley se publique en el BOE, pero parece que finalmente el gobierno se ha dado cuenta que la creación de empleo no pasa por las reuniones con los grandes empresarios del país que han sido, en buena parte, los responsables de la actual situación.
En el anteproyecto de ley anunciado, aparecen una serie de puntos positivos que si se confirman en el redactado final, pueden facilitar la creación de nuevas empresas, entre ellos voy a destacar los siguientes:
1. El IVA no se pagará hasta que no se cobre la factura.
2. Los socios de empresas de nueva creación se podrán deducir el 20%, con un máximo de 20.000 euros anuales.
3. Se crea la Sociedad Limitada de Formación Sucesiva, que abaratará la constitución de una nueva empresa.
4. Se elimina burocracia al poder poner en marcha una empresa de forma telemática con un formulario tipo.
Fomentar el espíritu emprendedor en nuestra sociedad es imprescindible y si este espíritu se quiere impulsar, el mejor apoyo es eliminar palos administrativos en sus ruedas. La respuesta no será milagrosa, seguramente no será “La Ley” porque será muy mejorable, pero en el horizonte aparece por fin una ley de apoyo a los emprendedores.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Hacia una universidad emprendedora


El contexto de paro y subempleo que vive la juventud no parece que tenga una solución a corto plazo. Tampoco los universitarios se libran de este escenario, y sin embargo, las universidades podrían innovar y hacer más para mejorar la situación.
Una vía de solución sería potenciar las actividades de estímulo, formación y mentoring en emprendimiento para que los estudiantes creen sus propias empresas, cosa que a su vez podría generar empleo. Normalmente, las actividades de fomento de creación de startups en las universidades, se limitan a impulsar la generación de spin-off desde los grupos de investigación. Eso está muy bien, pero los resultados obtenidos hasta hoy no se pueden calificar de brillantes, dada la limitada cantidad de empresas creadas.
Las actividades de fomento, formación y asesoramiento tendrían que generalizarse a toda la comunidad universitaria y esto no se está haciendo con la extensión e intensidad deseables a pesar de que existen mecanismos, que con un coste reducido, podrían generar mejoras notables.
Como ejemplos de actividades, podríamos mencionar, las iniciativas de sensibilización, para crear una cultura favorable al emprendimiento, como  por ejemplo, charlas de emprendedores que puedan explicar su experiencia de una forma directa. Si además estos han sido estudiantes de la misma universidad,
mucho mejor.
En cuanto a formación, se pueden realizar cursos de introducción (como ya hacen numerosas universidades en Estados Unidos) abiertos a todos los estudiantes de la universidad tanto procedentes de diferentes facultades como de distintos niveles (grado, máster o doctorado). La mezcla de gente con diferentes formaciones y cultura hacen más fácil la formación de equipos multidisciplinares que son muy importantes para crear y gestionar un proyecto empresarial. Estos se podrían dar en un marco de créditos de libre configuración, lo que sería más atractivo a los estudiantes. Esta formación en áreas ligadas al emprendimiento, implican la adquisición de habilidades de gestión, de hablar en público, rudimentos financieros y conocimientos del funcionamiento de la empresa, lo que mejoraría su empleabilidad.
En cuanto a actividades de mentoring, se podría ayudar a los emprendedores a caminar en la vía de reducir el riesgo de fallida de las empresas. Para eso se pueden hacer acuerdos con asociaciones empresariales, aceleradoras de business angels, que a su vez podrían ser fuentes de financiación para los proyectos emprendedores.
Es necesario promover iniciativas innovadoras o intensificarlas si existen, como las mencionadas y otras como talleres, premios, días del emprendedor, espacios de coworking, etc. Las universidades deberían recibir el soporte de los gobiernos para realizar estas actividades y ser incentivadas económicamente por los esfuerzos y los resultados de estas acciones.
Dentro de las tres misiones de la universidad (educación. Investigación y transferencia del conocimiento) aparece una nueva con un significado más social de fomentar e impulsar directamente la creación de empresas y la empleabilidad de sus estudiantes. Una universidad que impulse el cambio que la sociedad necesita, pero esto significa innovar en ella misma hacia una universidad emprendedora.