sábado, 31 de agosto de 2013

Channels


Cuando una startup ha definido los segmentos de posibles usuarios y clientes para los que ha decidido ofrecer sus propuestas de valor, ha de diseñar vías para convertir en realidad los potenciales consumidores de sus bienes o servicios. En primer lugar ha de contactar con ellos y darles a conocer el producto, después ha de convencerles para que lo evalúen y lo compren, posteriormente ha de definir las formas en que estos lo adquieren y finalmente lo ha de servir. Las maneras en que se implantan estas vías para alcanzar a los clientes son los canales, que pueden ser físicos, inmateriales o mixtos.
En nuestra startup política los canales se centran en cómo lograr una comunicación eficiente y las alternativas para llegar a los potenciales “clientes”, pueden ser, fundamentalmente, de dos tipos: a) Canalizar la comunicación a través de los medios de difusión convencionales como prensa, radio y televisión y b) Utilizar aquellos canales clave basados en internet, tal como, plataformas web, blogs, newsletters y sobre todo, para lograr una difusión viral, las redes sociales.
En primer lugar, y después de formar el equipo de la startup, el primer objetivo es encontrar los “clientes” pioneros o Innovators. A ellos se puede llegar con un manifiesto del que pueden ser firmantes. Son personas proactivas y sensibilizadas con la necesidad de cambio, que estarían dispuestas a colaborar en el proceso para mejorar nuestra democracia. Los pioneros podrían ayudar haciendo, entre otras cosas, difusión en medios de todo tipo para llegar al siguiente grupo de “clientes” que en lenguaje de las startups son los Early Adopters.
A pesar de que hasta aquí hemos llegado utilizando instrumentos mixtos (convencionales y no convencionales), sin embargo, tanto por una más que probable limitación de recursos económicos, como por un previsible boicot de los medios convencionales debido a la presión de los partidos políticos y otros grupos de poder que pueden verse perjudicados por la propuesta, la vía clave ha de ser Internet.
Como recientemente dicen en El País M. Tascón y Y. Quintana (ver aquí), los partidos políticos e incluso los medios de comunicación convencionales, están desubicados respecto a la Red y por eso se ha de aprovechar esta ventaja. En particular las redes sociales deberían ser la forma de hacer viral el proceso. Esta podría ser la vía para llegar a la mayoría de los “clientes”, es decir, a los que componen la Early Majority y a la Late Majority. Por último a los más escépticos (Leggards) se podría llegar por otros medios más directos como el boca–oreja.
El tempo y el instrumento adecuado, como en música, también son clave aquí. El éxito puede estar condicionado, para cada movimiento, por la selección del más adecuado de los Channels.


jueves, 15 de agosto de 2013

Value Propositions

Uno de los aspectos más importantes de una startup son las propuestas de valor que proporcionará a sus clientes y usuarios. Las preguntas que nos tenemos que hacer son: ¿Qué valor le damos a los clientes y usuarios?, ¿Qué problema, necesidad o deseo de nuestros clientes estamos intentando  resolver, cubrir o satisfacer?
En el caso de la startup política que nos ocupa, la propuesta de valor más importante es la de resolver un problema que tiene la sociedad con el comportamiento de la clase política. Para solucionar esta situación la propuesta de valor primordial es, mediante un procedimiento innovador, tratar de devolver a los ciudadanos el poder que les han usurpado los políticos, y que lo han hecho de tal forma, que han llegado a actuar como si fuese suyo algo que tenían en usufructo, degradando la democracia y adueñándose de las instituciones.
La sociedad tiene un grave problema de difícil de solución: como lograr que la clase política se responsabilice con las tareas de servir a la sociedad y no a sí misma. La respuesta a esa necesidad es la que se debe ofrecer a los ciudadanos/clientes desde una startup como esta.
La forma que toma la solución, es la de cambiar las reglas de juego que definen el funcionamiento de los partidos políticos. Algo que los propios políticos no pueden cambiar desde dentro, porque son cautivos de sus propias estructuras. Fundamentalmente dos son los tipos de reglas que deben modificarse: la ley que debe regular el funcionamiento interno de los partidos y la ley electoral.
En la actualidad, las cúpulas del poder en los partidos en España controlan la maquinaria y sus estructuras organizativas y el mecanismo que utilizan para que los miembros del partido escalen posiciones que den lugar a puestos relevantes, es la sumisión ciega. Un ejemplo claro de este dispositivo es la presencia en las listas electorales cerradas como premio a la fidelidad y a la omertà.
Aunque los cambios que significarían dos nuevas leyes como las propuestas no serían una fórmula mágica para arreglar todos los problemas que hoy tiene nuestra democracia, sin lugar a dudas, si mejorarían sensiblemente la situación actual de degradación democrática.
Aunque los objetivos no sean fáciles de conseguir, vale la pena considerar los beneficios que aportarían estás Value Propositions.