domingo, 28 de febrero de 2021

Análisis de la Idea de Negocio


Entre el descubrimiento de una oportunidad (suceso pasivo) y su impulso (proceso activo), hay una etapa intermedia de análisis de la Idea de Negocio que se realiza en dos pasos.

El primer paso es de reflexión personal, estudio, meditación y búsqueda de información. Por ejemplo, investigar en internet la existencia de empresas que trabajan con productos, sistemas o servicios similares en el mercado.

El segundo paso consiste en contrastar la idea, ya estudiada, con nuestro círculo más próximo de familiares, amigos, colegas y otros contactos. Esta maduración “en voz alta" con personas de nuestro entorno, nos permite recoger respuestas que de alguna manera tienen en cuenta, además de la idea en sí misma, su percepción de nosotros y de nuestras capacidades para llevarla adelante.

De forma recíproca, dado que también nosotros conocemos a nuestros interlocutores, podemos dar mayor validez a sus respuestas en función de quién nos las expone. Por ejemplo, familiares muy allegado como los padres pueden aconsejar abandonar el proyecto porque quieren evitarnos los problemas personales derivados del riesgo de montar un negocio.

El objetivo del análisis de la idea de negocio es “desenamorar" al emprendedor de su idea e introducir percepciones objetivas y externas, pero sinceras y próximas. Las respuestas más valiosas serán de aquellas personas que consideramos más imparciales y conocedoras del tema. Nunca debemos considerar como mejores aquellas respuestas que nos dan la razón para no desilusionarnos.

Para comunicar nuestra idea de negocio se puede preparar una pequeña descripción que permita exponerla en 2 o 3 minutos que dé lugar a sugerencias, comentarios y preguntas, a ser posible críticas, por parte de nuestros interlocutores.

En este resumen del proyecto se ha de explicar el producto o servicio, quienes serían los clientes, qué problema queremos resolver, cómo obtendremos ingresos, la competencia que tendríamos y cual sería nuestra fortaleza. La explicación puede tener diferentes versiones en función del interlocutor. No es lo mismo explicarlo a nuestros padres que a un experto en el tema.

El análisis de la Idea de Negocio no tiene que durar más allá de un par semanas. Si la respuesta fuese positiva pasaríamos a la fase del Modelo de Negocio, si las respuestas fuesen negativas de forma generalizada, lo mejor sería renunciar a la idea lo antes posible. Como propone la Metodología Lean Startup lo mejor es fracasar rápido y barato y para eso lo apropiado es hacer un rápido análisis de la Idea de Negocio.


lunes, 15 de febrero de 2021

Emprender no es solamente una cuestión de espíritu

El espíritu de un asalariado es el de una persona que vende su tiempo a otro que le ordena lo que debe hacer con él. Hablamos de una “esclavitud” a tiempo parcial. Por eso el sueño de casi todo empleado es jubilarse para vivir sin tener que depender de su “amo”.

Desde un punto de vista financiero, un empleado invierte tiempo y dinero en formación para después buscar un empleo que le permita rentabilizar dicha inversión. El asalariado se prepara para ser más atractivo que su competencia. Es decir, respecto a aquellos que se sentaron en similares bancadas de otras escuelas o universidades. Su salario no es más que un bien que tiene el precio que determina la relación oferta-demanda del mercado.

Un emprendedor, sin embargo, es un creador que invierte su tiempo en generar ideas e impulsarlas. Su espacio, la aventura, la libertad y el riesgo. Su objetivo, cambiar el mundo o alguna parte de él. Su recompensa, los beneficios por su inversión, pero, sobre todo, la satisfacción por conseguirlo. Por eso, aunque sus recursos les permitan vivir de rentas, los emprendedores continúan activos e impulsan nuevos proyectos o los financian y tutorizan.

Desde un punto de vista financiero, ser emprendedor implica una gran incertidumbre. Por eso, el retorno es mucho mayor si tiene éxito. El valor de una startup cuando ya se ha validado su Modelo de Negocio está en relación directa con la dificultad de lograr las expectativas que se generaron inicialmente.

Impulsar un proyecto emprendedor requiere mantener el entusiasmo que proporciona la ilusión del objetivo a conseguir. Muchas veces esto es condición necesaria pero no suficiente, también se necesitan recursos económicos.

Los recursos necesarios podrían provenir del capital riesgo (Business Angels o Fondos de Capital). Sin embargo, el capital riesgo, solamente invierte cuando considera que hay unas aceptables probabilidades de éxito. La startup debe haber desarrollado un mínimo producto vendible (no solo viable) y tener unos primeros clientes. Adicionalmente, para disponer de ese dinero se ha de constituir legalmente la empresa lo que significa lidiar con el infierno de la burocracia y con gastos permanentes.

Si el capital riesgo no invierte cuando el proyecto es todavía una Idea de Negocio, ¿quién lo hace? En la mayoría de los casos son los propios emprendedores quienes se juegan sus ahorros y su dedicación sin cobrar. Sin embargo, si los emprendedores no pueden financiar el proyecto ni su propia supervivencia, el proyecto no arranca o se detiene.

Para dar soluciones a esta situación se ha lanzado Ekiter. Una plataforma donde obtener recursos a través de campañas de crowdfunding y de colaboraciones. Ekiter evita tener que dilapidar tiempo y dinero en burocracia inútil.

Ser empleado o emprendedor es una cuestión de mentalidad que también afecta a la inversión personal de tiempo y dinero. Aunque es esencial, emprender no es solamente una cuestión de espíritu.