martes, 31 de diciembre de 2013

Escoger el tiempo y el tempo

Para poner en marcha una startup, es conveniente escoger el momento más oportuno  y el ritmo más adecuado con el que se ejecuta el proceso y todo ello programado y preparado con antelación suficiente.
El momento más conveniente del lanzamiento de una startup depende de las circunstancias, tanto internas como externas. Entre las internas, podemos citar que el equipo no esté todavía suficientemente preparado o compenetrado, que el modelo de negocio no esté aún maduro o que no haya un producto/servicio como para ser considerado un Mínimo Producto Viable. Desde un punto de vista externo, el momento puede ser inadecuado por circunstancias del entorno que no hacen aconsejable el lanzamiento y el hacerlo puede llevar al fracaso. Supongamos, por ejemplo, un producto de temporada que se consume en una determinada época del año, como per ejemplo un nuevo tipo de turrón, pero como no hemos llegado a tiempo para las Navidades, decidimos lanzarlo inmediatamente después y salir al mercado en enero. Otro ejemplo, sería adelantarse con una innovación disruptiva, como pasó con el Newton de Apple.
En la startup política que hemos propuesto, el momento de su lanzamiento no ha llegado todavía, por varios motivos. Desde un punto de vista externo, la cita temporal de las elecciones generales al Congreso y al Senado del 2015, es un objetivo  muy lejano. Hacer ahora el lanzamiento, podría ser precipitado, ya que el tempo de desarrollo del proyecto como el que aquí se plantea, basado en internet, es mucho más rápido que el de una campaña realizada por medios tradicionales. Adicionalmente, el importante problema territorial que está viviendo el país y su protagonismo social, hacen recomendable retrasar el lanzamiento del proyecto, a la espera de ver el desarrollo de su evolución que puede llegar a acaparar toda la atención de la sociedad.
Lo que si es necesario, es empezar a trabajar en el equipo promotor que constituirá el back office del proyecto y que será el responsable de la organización y la definición detallada del “Modelo de Negocio” de la startup política y la coordinación de los equipos que formarían los Key Resources y los Key Partners.
Como ocurre en la creación de cualquier startup, para el lanzamiento de la startup política propuesta, hay que ser cuidadosos al escoger el tiempo y el tempo.

domingo, 15 de diciembre de 2013

La Idea de Negocio

En las últimas entradas hemos hablado, bloque a bloque, del Canvas de Alex Osterwalder para definir el Modelo de Negocio, i como ejemplo, lo hemos aplicado a una idea de startup política sin nombre.
El Canvas de Osterwalder (hay otros), es un instrumento interesante para describir y trabajar el Modelo de Negocio, y está pensado para imprimirlo en un poster, colgarlo en una pared y trabajarlo con el equipo de la startup de forma dinámica e interactiva utilizando post-it’s. Osterwalder dice que nunca se debe escribir en él. Sin embargo, creo que dada su flexibilidad, el Canvas puede servir para etapas previas, como por ejemplo, al emprendedor para “vender” la Idea de Negocio a los posibles miembros del futuro equipo para que se incorporen a la aventura.  Por eso podemos hablar de que puede ser un Canvas de la Idea de Negocio y no solamente del Modelo de Negocio.
Si el motor de una startup es el emprendedor, la chispa que lo pone en marcha es la Idea de Negocio para dar una solución a una necesidad no satisfecha. La Idea de Negocio proviene de la observación de nuestro entorno ya sea social, laboral o personal. La fuente del entorno social se nutre de la percepción de los cambios en la demografía, la política, la economía, la tecnología, etc. La fuente del entorno laboral se alimenta de la experiencia adquirida al observar las posibles mejoras en los procesos, los productos, la gestión, el acceso a los mercados, etc. La fuente del entorno personal se basa en la percepción del contacto con personas conocidas, viajes, aficiones, etc.
Las ideas de negocio son abundantes, su existencia no es el problema. Todo el mundo tiene ideas de negocio, muchas de ellas similares. Tanto es así que actualmente la recomendación generalizada es comentarla abiertamente para tener retornos que la mejoren. Las ideas no valen nada, la verdadera diferencia es llevarlas a la práctica. Un  emprendedor no lo es porque tiene ideas, sino porque las ejecuta. Un emprendedor de éxito es aquel que ejecuta la idea de forma óptima. El problema es saber, a priori, cual es la forma más adecuada.
En el ejemplo de startup política, la idea proviene del entorno social, en particular de los comportamientos de corrupción generalizada de los políticos y la necesidad de dar con una solución para cambiar la situación. La idea no tiene nada de novedosa y la percepción de la necesidad de solucionar el problema está expresada en numerosos libros y artículos en la prensa. Es una idea que no vale nada. Adicionalmente, ya hay quien ha manifestado la voluntad de llevar a la práctica algunas iniciativas para dar una solución al problema. El éxito solamente se puede alcanzar si se ejecutan las ideas y los proyectos no se quedan estacados en lo que es la Idea de Negocio.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Cost Structure

El último bloque del Canvas, es el que se refiere a los costes de la startup. En este caso, las preguntas que se han de hacer los emprendedores, son aquellas que hacen referencia a los costes más importantes inherentes al modelo de negocio de su startup. Por ejemplo, cuáles son las Key Resources o las Key Activities más caras.
El modelo de negocio puede estar enfocado a costes, disminuyéndolos en lo posible, con una propuesta de valor de bajo costo, introduciendo la automatización de forma intensiva y externalizando todo lo posible. Otra opción es focalizar el modelo de negocio en la creación de valor de alto precio en los productos o servicios, por ejemplo, con una marca exclusiva o con una opción premium.
Los costes importantes más frecuentes, suelen ocasionarse por el pago de los salarios, la maquinaria, los materias primas, o los pagos a terceros, los costes de funcionamiento como las rentas de locales, los servicios y los suministros, etc. Hay que detectar cuales son los más cruciales en nuestro modelo de negocio y ver cuáles son los que son fijos, como el personal o los locales y cuáles son los variables que dependen de la producción, como la materia prima.
Hemos de tener en cuenta, si nuestro modelo de negocio esté orientado a una economía de escala que permita que el coste unitario de un producto, caiga a medida que la producción aumenta. Esto puede ser debido a las compras en grandes cantidades de materia prima, a una  gestión por unidad de producto más eficiente o a un marketing o unas instalaciones que se pueden optimizar si hay una economía de escala que abarata el producto unitario. En otros casos es conveniente utilizar economías de gama que vienen orientadas por la y donde la optimización de recursos viene dada por la agrupación de productos para obtener una mayor eficiencia en su marketing, o en su distribución o en su gestión.
En la startup política, los costes no son cruciales, ya que todo el proceso está basado en una plataforma web y en su mantenimiento. Las únicas actividades que pueden tener un coste significativo son las de marketing para dar a conocer la propuesta en medios de comunicación y la realización de la propaganda electoral. Todo lo demás, puede tener un coste mínimo, ya que tras las elecciones, solamente hay que mantener la plataforma como punto de información para los ciudadanos, mientras se aprueban las leyes del cambio político. Una vez conseguido esto, habría convocatoria de nuevas elecciones con las nuevas reglas de juego y el partido se cerraría y desaparecería. El dinero remanente, procedente fundamentalmente de los ingresos por los votos y los escaños obtenidos, serviría para devolver el dinero que se ha obtenido a través de aportaciones populares.
La startup política tiene puntos clave como la captación de “clientes” a través de unos Value Propositions honestos y creíbles y un numeroso conjunto de Key Partners de la mayor valía social y profesional posible. Otros bloques del Canvas tienen mucha menos relevancia, en particular el de Cost Structure.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Key Partners

En este bloque del Canvas, la pregunta central es quienes son nuestros socios clave y que requerimos de ellos como servicios y recursos complementarios a nuestra actividad en el desarrollo del modelo de negocio. Aquellos a los que consideramos vitales para la consecución de nuestros objetivos, les deberíamos considerar socios estratégicos, estableciendo sólidas alianzas con ellos. Las motivaciones para estas alianzas, se encuentran en las economías de escala, en la mejora de nuestra eficiencia al evitar diversificaciones innecesarias, en la reducción del riesgo o en disponer de recursos/actividades muy específicas. Todo ello puede tener una importancia secundaria para muchos casos, pero para otros, la selección de los partners adecuados, puede ser vital para alcanzar los objetivos de la startup.
En la startup política planteada, este bloque del Canvas es un punto CLAVE, y lo escribo con mayúsculas. Sin ellos, sin los Key Partners, el  proyecto es inviable. Los Key Partners tendrían que ser personas independientes políticamente, con la convicción y el entusiasmo de ser protagonistas de un cambio social único, y sobre todo, con la voluntad y la oportunidad de ejecutarlo. Estamos hablando de personas con una reputación ética reconocida que continuarían siendo independientes y que no tendrían que hacerse miembros del partido político que se crease, el cual solamente sería un instrumento temporal para un periodo “re-constituyente”, necesario legalmente para conseguir los objetivos propuestos. A parte de personas voluntarias para dar el soporte logístico al proceso, se necesitarían grupos específicos, para realizar actividades clave.
Un primer grupo sería el de juristas. Personas expertas de reconocido prestigio en derecho constitucional y electoral. Su cometido sería la redacción de las leyes que definirían las nuevas reglas del juego político a aprobar en las Cortes y elaborar las propuestas de las modificaciones de la Constitución, si hubiese lugar.
Un segundo grupo tendría que estar formado por las personas que se presentarían como candidatos en cada provincia a diputados y senadores en el Congreso y en el Senado. Personas que deberían ser un referente social, como por ejemplo, deportistas de élite, comunicadores, artistas, académicos, etc. Candidatos independientes que continuarían con su actividad profesional, sin cobrar ningún salario del estado, solamente las dietas que signifiquen su presencia en las votaciones de las leyes para conseguir el cambio propuesto.
Un tercer grupo sería el que formaría el gobierno del País. Personas de gran formación, un gobierno técnico de personas de prestigio internacional. El gobierno tendría el cometido de gestionar el funcionamiento del País durante este periodo, sin promulgar leyes, ni decretos que no fuesen totalmente imprescindibles. El Presidente tendría el compromiso de convocar elecciones en cuanto acabase el proceso “reconstituyente”.
Las características fundamentales de la propuesta son la temporalidad de todo el proceso y la dedicación de voluntariado de todos los partners y de los promotores del proyecto. Estas serían las diferencias con otras propuestas de convertirse en soluciones permanentes, como la de M5S de Beppe Grillo u otras que están apareciendo en el País.
Ahora podemos ver lo que decíamos al principio de este post, de porqué el bloque fundamental del “Modelo de Negocio” de la startup política es, sin duda, el de Key Partnerts.

jueves, 31 de octubre de 2013

Key Activities

Otro de los bloques que aparece en el Canvas de Osterwalder es el de las actividades clave. Las startups han de realizar una infinidad de tareas cada día. Sin embargo, algunas de ellas son vitales para conseguir los objetivos propuestos e incluso para su propia supervivencia. Los emprendedores pueden intuir cuáles son esas actividades nucleares de la empresa, pero es importante detectarlas todas y que ninguna de ellas queda fuera de foco. Las startups deben definir claramente cuáles son las actividades clave necesarias que requieren las propuestas de valor, los canales para llegar los clientes, aquellas que son necesarias para mantener las relaciones con ellos, o las que son imprescindibles para conseguir los ingresos necesarios.
Para decidir cuáles son las actividades clave, se han de analizar categorías, como la producción, la resolución de los problemas de los clientes, el funcionamiento del networking, o de los mecanismos para llegar a ellos como, por ejemplo si se trata de un sistema en la red, la plataforma a través de la que se conectan y se hacen las transacciones. Por ejemplo, en Nespresso, las actividades clave son la producción de las cápsulas, el marketing que da un toque de clase a los clientes a través de estrellas de cine de gran audiencia, o el mantenimiento de las relaciones de los clientes mediante un club y una red de tiendas que dan una percepción de exclusividad a todos sus miembros.
En la startup política planteada, las actividades claves han de estar orientadas a captar “clientes” que quieran sentirse protagonistas de un cambio político necesario que solamente es posible si ellos, los ciudadanos, lo quieren. La actividad clave, como en Nespresso, sería una actividad de marketing, pero en este caso llevada a cabo fundamentalmente a través de personalidades de reconocido prestigio moral y profesional de cualquier sector como los media, el deporte, la academia, la Medicina, etc., que deben actuar como caja de resonancia y que es la clave para sensibilizar al resto de los ciudadanos.  Además, se han de fomentar y poner los medios para estimular las relaciones entre los “clientes”. Para ello se debe realizar la construcción y el mantenimiento de una excelente plataforma en la red y a partir de ella, dinamizar otros tipos de intercomunicación personal entre usuarios utilizando, por ejemplo, las redes sociales. La gran oportunidad, es que en la actualidad, todo esto es posible hacerlo con pocos recursos económicos y de una forma dinámica y rápida.
Posteriormente a las elecciones, si estas tienen éxito para la startup política, la responsabilidad se centraría en informar con claridad y transparencia del seguimiento de la actividad parlamentaria para materializar los objetivos propuestos, es decir, de la aprobación de las leyes que se han llevado como base del programa electoral para sentar las reglas de juego del funcionamiento de los partidos políticos.
En resumen, además de las actividades regulares como, por ejemplo, las de organización, que constituiría el back office del proceso de la startup política, las actividades relacionadas con el marketing serían las que constituirían sus Key Activities.

martes, 15 de octubre de 2013

Key Resources

Cuando miramos al interior de una startup, lo primero que hemos de hacer es fijarnos en cuáles son los recursos clave que requiere su propuesta de valor. La parte más preciada de un proyecto emprendedor, son las capacidades clave que permiten a la startup realizar aquello que sus clientes esperan y desean de ella.
Entre los activos fundamentales para su éxito, los más importantes pueden ser el capital intelectual, basado por ejemplo, en el conocimiento acumulado a través de sus patentes, o el capital humano fundamentado en el talento de su personal, o el capital financiero o el acceso al mismo, los mecanismos para llegar a los clientes, el conocimiento de los mismos a través de una lista de ellos y de sus comportamientos como consumidores, o su capital físico en máquinas o en fuentes de materias primas, o sus contactos, sus socios o su imagen de marca. Algunos de esos recursos pueden ser claves y sin ellos la empresa no podría alcanzar los objetivos que quiere conseguir.
En la startup política los recursos clave no son los físicos, ni los que conformarían el conocimiento acumulado, ni tampoco el patrimonio financiero. Los recursos más importantes serían su capital humano. Un capital humano, sin embargo, no exclusivamente basado en el conocimiento y en la capacidad, sino en la voluntad y la pasión de conseguir el reto propuesto. En esto coinciden las startups de éxito donde una de las claves está basada en la voluntad y la pasión de sus emprendedores.
El reto en la startup política sería conseguir crear un núcleo formado por un equipo capaz de sentir y transmitir la pasión por realizar el cambio necesario para mejorar la calidad de la democracia en que vivimos. Esto constituiría los recursos clave. Otros recursos pueden ser deseables, como por ejemplo, los financieros, pero ninguno de ellos son Key Resources.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Revenue Streams

Para una startup, acertar en la manera de cómo conseguir los ingresos, es crítico. Es el verdadero test de viabilidad para comprobar si los clientes están dispuestos a pagar por los productos o servicios que ofrece. Sin embargo, no solamente se ha de considerar el qué, si no también el cómo, es decir, la forma en que se canalizan los ventas y los cobros.
Hay diversas formas de encauzar el flujo de ingresos de una startup. Entre los diferentes tipos existentes, podemos mencionar la venta de activos (compra de CD’S), la suscripción (Spotify), el cobro por uso (una carrera de  taxi), el alquiler/leasing (un piso/un coche), licenciar (una patente), comisiones (transacciones bancarias), publicidad clásica (periódicos, TV), publicidad internet (Google Adwords), etc. Otra decisión a tomar, es como se gestionan los precios, si son precios fijados mediante una lista única, o son dependientes del proceso de compra (Internet o presencial), o del segmento de clientes (jóvenes o jubilados) o del volumen de compra (descuentos en función de la cantidad). Además de fijados, los precios pueden ser dinámicos, como en las subastas o en el regateo.
En las startups sociales, los flujos de ingresos pueden ser diferentes, como ocurre en una ONG, donde el “precio” (donación), lo escogen los “consumidores”, o los casos de emprendimiento social, donde el valor añadido se debe a que los productos/servicios están hechos/dados por personas, que de no ser por este tipo de startups, tendrían un cierto grado de exclusión social.
La startup política planteada ha de seguir el proceso emprendedor de una empresa social. Es decir, que el objetivo es disminuir el grado de exclusión democrática que estamos padeciendo los ciudadanos. Como pasa en este tipo de startups, el objetivo no es ganar dinero, sino que sea sostenible. Adicionalmente la  startup planteada nacería con una característica diferencial notable: su temporalidad.  Una vez conseguidos los objetivos o si estos no se pueden alcanzar por falta de respaldo ciudadano, la startup se disolvería.
Así, la forma de financiación inicial de la startup política sería mediante de donaciones cuyo proceso se parecería a un proyecto de Crowdfunding. Sin embargo, las donaciones pueden llegar a devolverse total o parcialmente a partir del dinero que el Estado abona a los partidos por los votos y los escaños conseguidos. En las últimas elecciones generales, el Estado pagó a los partidos 21.167 € por escaño elegido (Congreso y Senado) y 0,81 € por cada voto obtenido para el Congreso y 0,32 € por cada voto obtenido para el Senado.

No se trata, pues, de crear un partido que compita por el poder y tenga como objetivo alcanzarlo y mantenerse en él. La startup política planteada ha de intentar cambiar las reglas de juego de los partidos, no convertirse en uno de ellos. La aparente contradicción es, que para realizar este cambio, es necesario jugar con las reglas actuales existentes, lo que implica crear un partido e ir con él a las elecciones. Sin embargo, aunque no es el punto clave del proyecto, todo funcionará mejor, si en un principio, existen unas razonables Revenue Streams.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Customer relationships

En una startup siempre se ha de estar pensando en el cliente, en que necesitan y como les podemos atender y cuidar. Una vez que hemos conseguido conectar con ellos a través de los Channels, necesitamos mantenerlos y establecer unas relaciones estables con ellos.
En primer lugar, nos tenemos que hacer una serie de preguntas como: ¿Qué tipo de relación espera cada segmento de clientes que establezcamos y mantengamos con ellos?, ¿Cuáles hemos establecido hasta el momento?, ¿Cómo se integran con el resto del modelo de negocio?, o ¿Cuán costosas son de crear y mantener dichas relaciones?.
 A veces las relaciones no tienen que ser personales, ya que lo que esperan los clientes de nosotros puede ser más eficiente si es automatizable. En muchos casos, sin embargo, es más aconsejable, por próxima, una atención personal y a veces personalizada. Muchas veces, la atención puede ser, o se puede complementar, con soluciones on-line del tipo de redes sociales especializadas, clubs, blogs, newsletters, etc.
En el caso de la comunicación y las relaciones con sus "clientes", la startup política, se ha de diseñar diversos planteamientos en función de la etapa en que se encuentra el proceso. En la fase inicial, hasta llegar a unas elecciones, se tiene que mantener e ir intensificando la vía descrita en el post anterior de Channels, es decir, una comunicación e información dinámica y cercana con los “clientes” de cómo evoluciona el proceso, provocando que se involucren y se sientan protagonistas del mismo. A partir de las elecciones, se pueden dar dos escenarios: a) En el primero, los resultados electorales son suficientemente positivos como para conseguir los objetivos estratégicos de la startup y en este caso se tendría que continuar manteniendo las relaciones con los ciudadanos informando de cómo se avanza en la consecución de los objetivos y b) Un segundo escenario de fracaso y entonces, la startup simplemente debería cerrar. Como en toda startup, el fracaso es un escenario que se tiene que contemplar como en cualquier proyecto emprendedor.
En el caso de la startup política, tal como está planteada, con un enorme segmento de clientes posibles y sin medios económicos, la vía para mantener la relación con los “clientes” ha de ser fundamentalmente on-line. Una plataforma dinámica y bien construida, con información clara del proceso, con un blog abierto a todos los ciudadanos, con un proceso transparente, colaborativo y de confianza, puede ser la vía para conseguir unas eficientes y cercanas  “Customer” relationships.

sábado, 31 de agosto de 2013

Channels


Cuando una startup ha definido los segmentos de posibles usuarios y clientes para los que ha decidido ofrecer sus propuestas de valor, ha de diseñar vías para convertir en realidad los potenciales consumidores de sus bienes o servicios. En primer lugar ha de contactar con ellos y darles a conocer el producto, después ha de convencerles para que lo evalúen y lo compren, posteriormente ha de definir las formas en que estos lo adquieren y finalmente lo ha de servir. Las maneras en que se implantan estas vías para alcanzar a los clientes son los canales, que pueden ser físicos, inmateriales o mixtos.
En nuestra startup política los canales se centran en cómo lograr una comunicación eficiente y las alternativas para llegar a los potenciales “clientes”, pueden ser, fundamentalmente, de dos tipos: a) Canalizar la comunicación a través de los medios de difusión convencionales como prensa, radio y televisión y b) Utilizar aquellos canales clave basados en internet, tal como, plataformas web, blogs, newsletters y sobre todo, para lograr una difusión viral, las redes sociales.
En primer lugar, y después de formar el equipo de la startup, el primer objetivo es encontrar los “clientes” pioneros o Innovators. A ellos se puede llegar con un manifiesto del que pueden ser firmantes. Son personas proactivas y sensibilizadas con la necesidad de cambio, que estarían dispuestas a colaborar en el proceso para mejorar nuestra democracia. Los pioneros podrían ayudar haciendo, entre otras cosas, difusión en medios de todo tipo para llegar al siguiente grupo de “clientes” que en lenguaje de las startups son los Early Adopters.
A pesar de que hasta aquí hemos llegado utilizando instrumentos mixtos (convencionales y no convencionales), sin embargo, tanto por una más que probable limitación de recursos económicos, como por un previsible boicot de los medios convencionales debido a la presión de los partidos políticos y otros grupos de poder que pueden verse perjudicados por la propuesta, la vía clave ha de ser Internet.
Como recientemente dicen en El País M. Tascón y Y. Quintana (ver aquí), los partidos políticos e incluso los medios de comunicación convencionales, están desubicados respecto a la Red y por eso se ha de aprovechar esta ventaja. En particular las redes sociales deberían ser la forma de hacer viral el proceso. Esta podría ser la vía para llegar a la mayoría de los “clientes”, es decir, a los que componen la Early Majority y a la Late Majority. Por último a los más escépticos (Leggards) se podría llegar por otros medios más directos como el boca–oreja.
El tempo y el instrumento adecuado, como en música, también son clave aquí. El éxito puede estar condicionado, para cada movimiento, por la selección del más adecuado de los Channels.


jueves, 15 de agosto de 2013

Value Propositions

Uno de los aspectos más importantes de una startup son las propuestas de valor que proporcionará a sus clientes y usuarios. Las preguntas que nos tenemos que hacer son: ¿Qué valor le damos a los clientes y usuarios?, ¿Qué problema, necesidad o deseo de nuestros clientes estamos intentando  resolver, cubrir o satisfacer?
En el caso de la startup política que nos ocupa, la propuesta de valor más importante es la de resolver un problema que tiene la sociedad con el comportamiento de la clase política. Para solucionar esta situación la propuesta de valor primordial es, mediante un procedimiento innovador, tratar de devolver a los ciudadanos el poder que les han usurpado los políticos, y que lo han hecho de tal forma, que han llegado a actuar como si fuese suyo algo que tenían en usufructo, degradando la democracia y adueñándose de las instituciones.
La sociedad tiene un grave problema de difícil de solución: como lograr que la clase política se responsabilice con las tareas de servir a la sociedad y no a sí misma. La respuesta a esa necesidad es la que se debe ofrecer a los ciudadanos/clientes desde una startup como esta.
La forma que toma la solución, es la de cambiar las reglas de juego que definen el funcionamiento de los partidos políticos. Algo que los propios políticos no pueden cambiar desde dentro, porque son cautivos de sus propias estructuras. Fundamentalmente dos son los tipos de reglas que deben modificarse: la ley que debe regular el funcionamiento interno de los partidos y la ley electoral.
En la actualidad, las cúpulas del poder en los partidos en España controlan la maquinaria y sus estructuras organizativas y el mecanismo que utilizan para que los miembros del partido escalen posiciones que den lugar a puestos relevantes, es la sumisión ciega. Un ejemplo claro de este dispositivo es la presencia en las listas electorales cerradas como premio a la fidelidad y a la omertà.
Aunque los cambios que significarían dos nuevas leyes como las propuestas no serían una fórmula mágica para arreglar todos los problemas que hoy tiene nuestra democracia, sin lugar a dudas, si mejorarían sensiblemente la situación actual de degradación democrática.
Aunque los objetivos no sean fáciles de conseguir, vale la pena considerar los beneficios que aportarían estás Value Propositions.

miércoles, 31 de julio de 2013

Customer Segments

En cualquier ambiente social, el cambio es necesario, en el empresarial se llama innovación. Cuando los cambios son muy radicales, en las empresas se pueden dar innovaciones disruptivas y en los sistemas políticos pseudo-revoluciones.
Para realizar los cambios, además de ideas, hacen falta personas que las impulsen y las ejecuten, son los innovadores. Cambiar significa modificar algo que ya existe, si se trata de crear, no de cambiar, los que ejecutan son emprendedores. Así, un emprendedor es un innovador que no parte de algo establecido, sino de una idea, y por tanto su éxito presenta un alto grado de incertidumbre. Un revolucionario es un emprendedor en el ámbito socio-político.
En la búsqueda de un modelo de negocio la primera pregunta que se debe hacer un  emprendedor es a que segmentos de usuarios y clientes va dirigido su startup. Son estos los únicos que le darán validez a su proyecto.
En el caso de la startup política propuesta, el revolucionario/emprendedor puede definir el segmento de  usuarios/clientes de forma sencilla: los usuarios son los ciudadanos con derecho a voto que han de ver la necesidad de un cambio radical. Los clientes serían fundamentalmente aquellos usuarios convencidos con la idea, que apoyan economicamente, para que el proyecto pueda llevarse a cabo.
El segmento de los usuarios no es homogéneo, ni culturalmente, ni económicamente, ni en edad o sexo, y a cada sub-segmento tiene necesidades diversas al que se ha de hacer llegar el mensaje que aun siendo único ha de tener diferentes formatos para cada uno de ellos.
El elemento común que define el segmento de los usuarios/clientes es la insatisfacción con la calidad de nuestra democracia y que es posible mejorar desde la ciudadanía, ya que los políticos no lo van a hacer. Las peticiones de recogida de firmas para impulsar cambios en el parlamento suelen ser poco eficaces, incluso aunque traten de temas que no afecten a la clase política. En el caso de que les afecte como clase o a las estructuras de sus partidos, esos cambios son casi imposibles.
Actualmente, hay muchos ciudadanos en nuestra sociedad que están sensibilizados con la necesidad de un cambio/revolución para marcar las reglas de juego en que se han de mover los partidos políticos. Aunque hay muchas diferencias, como veremos en entradas posteriores, la referencia obligada es el M5S de Beppe Grillo, que pudo reunir cerca de 9 millones de votos que significaban más de un 25% del total escrutado. Como en toda startup, el primer paso de una startup política, y en este caso esto es fácil, es definir los Customer Segments. 

lunes, 15 de julio de 2013

El Modelo de Negocio del cambio democrático

En este post, continuidad de los dos anteriores se pretende abordar el Modelo de Negocio de una startup política orientada al cambio necesario en nuestro sistema democrático.
Emprender una empresa de cualquier tipo requiere alguien visionario y una asunción de riesgos. Para intentar disminuir el grado de incertidumbre es importante planificar el proceso. La cuestión es determinar el nivel de detalle de dicha planificación. Podría parecer que cuanto más pormenorizada sea esta, más probabilidades de éxito existen. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones en que se emprende una aventura, el conocimiento del entorno es insuficiente y la planificación detallada no responde a lo que requiere la realidad. Una planificación muy detallada en un entorno con mucha incertidumbre puede representar un esfuerzo importante, poco útil y frustrante cuando los planes previstos no responden a la realidad. Es más, el propio plan extenso y detallado que tanto trabajo costó, se convierte en un freno para introducir los cambios necesarios.
Por eso para empezar una aventura emprendedora hay que tener una hoja de ruta muy flexible, que permita ser adaptada de forma ágil a las realidades que se encuentren durante el viaje. En el ámbito de la creación de las startups esto ha supuesto el cambio de metodologías pasando del Plan de Negocio o Business Plan completo y detallado como elemento clave del proyecto a una hoja de ruta mínima y fácilmente adaptable a las respuestas del entorno que  se conoce como Modelo de Negocio o Business Model.
La materialización de Plan de Negocio requiere escribir una memoria de 30 o 40 páginas y que, como dice Steve Blank, no suele resistir la primera reunión con los posibles clientes. Por eso, en el Modelo de Negocio se ha propuesto una metodología totalmente diferente y el documento utilizado es un lienzo con el que interactúa todo el equipo de la startup, generando  diferentes versiones. Esta metodología y el lienzo ha sido creado y popularizado Alex Osterwalder. Se trata de su conocido “canvas” que se puede descargar desde aquí y en este vídeo se puede ver una explicación de cómo funciona.
Si este tipo de metodología permite trabajar de una manera ágil sobre la hoja de ruta de cualquier startup, también debe servir para la startup política propuesta en el post anterior. De esta manera se puede diseñar, de forma un tanto visionaria, una primera versión (ver aquí) de cómo sería el canvas de la startup política que tendría que ejecutar el Modelo de Negocio del cambio democrático.

domingo, 30 de junio de 2013

Una startup política

Tal como comentaba en el post anterior, los análisis de la situación actual de la democracia española ya están hechos y publicados. El último que mencionaba allí, era el libro de Cesar Molinas “¿Qué hacer con España?” que acabo de leer. Un libro interesante, con un buen armazón histórico e intelectual y con un diagnóstico atractivo, aunque me han faltado referencias (nunca pueden estar todas), como, por ejemplo, a Max Weber en la interpretación del capitalismo-protestantismo o a Tony Judt para entender la Europa de postguerra, donde se enmarca nuestro presente.
Sin embargo, el análisis, el diagnóstico y el tratamiento escrito en estudios como el de Molinas o en “Nada es Gratis” publicado por varios autores bajo el nombre de Jorge Juan y ligados a la fundación Fedea, no tienen conclusiones generales muy diferentes de las que hacemos muchos de nosotros con nuestros amigos en un bar y con un café entre las manos. Todos ellos, sin embargo, tienen algo en común: sirven de muy poco.
Como pasa en emprendimiento, las ideas no valen nada, todo el mundo tiene ideas. No eres un emprendedor porque tienes ideas, sino porque las ejecutas. Me parece interesante, aunque algo ingenuo, colgar un manifiesto en la Red para pedir que los políticos cambien la ley de partidos. Es necesario emprender, en el sentido más amplio del concepto empresa, y jugársela, y fracasar. El manifiesto parece que no pasará mucho más allá de los 25.000 firmantes. Sin embargo, si eso es así, no importa, esto no ha de impedir continuar. Emprender también significa aprender y se aprende mucho más de los fracasos que de los éxitos. Los análisis dicen que pasa, cual es la solución y como conseguirlo. Sin embargo, la solución al problema no es analizar el qué, ni el cómo, sino ejecutar el cambio: Facta non verba.
En emprendimiento, el siguiente paso tras poner las ideas encima de la mesa, discutirlas con allegados y contrastarlas con posibles usuarios y clientes, es crear un buen equipo para ejecutar el proyecto.
Pues bien, como la solución no se puede dejar en manos de los políticos, somos los ciudadanos los que hemos de actuar para solucionar estos problemas, utilizando los instrumentos que nos permite nuestra democracia. Esto pasa por crear un buen equipo, que en este caso ha de ser un partido político, con el objetivo de definir las reglas del juego político del futuro.
Quizás la idea debería pasar por resucitar a Montesquieu, creando un partido político no profesional y solamente legislativo, cuyo único objetivo sería cambiar esas leyes clave que todo el mundo estaría de acuerdo en cambiar. Leyes como la ley de partidos o la ley electoral. Un partido que se disolvería cuando dichas leyes hubiesen sido aprobadas por el parlamento.
El espíritu emprendedor significa la voluntad de aventurarse en empresas de riesgo que muchas veces acaban en fracaso. Por la ilusión de mejorar nuestra democracia, merece la pena actuar, aunque la aventura acabe en fracaso. Estoy convencido que muchos ciudadanos querrán participar de un sueño como este. Como decía Steve Jobs, vendamos sueños, no productos. Se trata de crear una startup que “venda” sueños democráticos, una startup política.

sábado, 15 de junio de 2013

Una revolución basada en los bits y no en los glóbulos rojos

Las revoluciones son cambios rápidos y substanciales respecto a un estatus presente y pueden ser sociales, políticas, científicas o culturales. En la mayoría de casos las revoluciones causan el rechazo de las concepciones más tradicionales y en las sociales y políticas pueden comportar violencia, en especial en los regímenes autoritarios. En las democracias estas revoluciones suelen ser cambios más o menos profundos, pero incruentos. Sin embargo, hay democracias de un alto nivel de calidad donde los cambios son fáciles y naturales (países nórdicos) y otros de baja calidad democrática donde los cambios son más difíciles como son los países del sur de Europa, en particular España.
La culpa de este bajo nivel democrático se atribuye a la clase política que es corrupta, pero en última instancia somos los ciudadanos quienes consentimos que esto suceda. Si nuestro grado de exigencia demandase más calidad democrática, el comportamiento de los partidos cambiaría, o los ciudadanos cambiarían de partidos.
Hace un par de semanas una serie de personas de prestigio intelectual, presentó un manifiesto que pretende buscar firmas de apoyo para llevar una iniciativa al parlamento para una nueva ley de partidos. Una de las personas que encabeza esta petición es César Molinas quien ya había publicado conocidos artículos en El País (ver aquí y aquí) que acaba de presentar un interesante libro titulado ¿Qué hacer con España?
El manifiesto apunta a la clase política como responsable última del secuestro de nuestra democracia y sus consecuencias. La iniciativa pretende conseguir 500.000 firmas para presentar una propuesta legislativa popular en el Parlamento. La idea parece un poco ingenua, ya que quienes finalmente tendrían que redactar y aprobar la nueva ley son aquellos a los que perjudica. Sin embargo, yo creo que son este tipo de ingenuos que emprenden iniciativas como estas, los que innovan y directa o indirectamente hacen que las cosas cambien, por eso yo he firmado el manifiesto.
Como ya propuse aquí hace más de un año y medio, la solución del problema no se puede dejar en manos de los políticos. Somos los ciudadanos los que debemos liderar el cambio que determine las reglas de juego donde se mueven los políticos. Para ello tenemos dos elementos clave: a) Vivimos en una democracia (aunque no sea de buena calidad) y b) Tenemos un instrumento poderoso inexistente en otro momento de la historia, como son las redes sociales que los “media” del poder no pueden hacer enmudecer (de momento).
Un cambio profundo y no cruento de nuestra democracia, es posible. Una revolución basada en los bits y no en los glóbulos rojos.

jueves, 30 de mayo de 2013

Por fin una ley de apoyo a los emprendedores

Parece que el gobierno ha reflexionado y ha decidido finalmente actuar para contener la sangría del empleo, o quizás se ha visto forzado por las reprimendas europeas respecto al paro juvenil, el caso es que la ley de Apoyo a los Emprendedores, que anunció este viernes el Gobierno en el Consejo de Ministros, es un paso para facilitar la creación de empresas. La ley constituiría, por fin, la materialización de una promesa electoral y un cambio en la dinámica (más bien la estática) que hasta ahora han tenido los gobiernos (no solo este) respecto a los emprendedores.
Todavía falta ver los detalles del redactado cuando la ley se publique en el BOE, pero parece que finalmente el gobierno se ha dado cuenta que la creación de empleo no pasa por las reuniones con los grandes empresarios del país que han sido, en buena parte, los responsables de la actual situación.
En el anteproyecto de ley anunciado, aparecen una serie de puntos positivos que si se confirman en el redactado final, pueden facilitar la creación de nuevas empresas, entre ellos voy a destacar los siguientes:
1. El IVA no se pagará hasta que no se cobre la factura.
2. Los socios de empresas de nueva creación se podrán deducir el 20%, con un máximo de 20.000 euros anuales.
3. Se crea la Sociedad Limitada de Formación Sucesiva, que abaratará la constitución de una nueva empresa.
4. Se elimina burocracia al poder poner en marcha una empresa de forma telemática con un formulario tipo.
Fomentar el espíritu emprendedor en nuestra sociedad es imprescindible y si este espíritu se quiere impulsar, el mejor apoyo es eliminar palos administrativos en sus ruedas. La respuesta no será milagrosa, seguramente no será “La Ley” porque será muy mejorable, pero en el horizonte aparece por fin una ley de apoyo a los emprendedores.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Hacia una universidad emprendedora


El contexto de paro y subempleo que vive la juventud no parece que tenga una solución a corto plazo. Tampoco los universitarios se libran de este escenario, y sin embargo, las universidades podrían innovar y hacer más para mejorar la situación.
Una vía de solución sería potenciar las actividades de estímulo, formación y mentoring en emprendimiento para que los estudiantes creen sus propias empresas, cosa que a su vez podría generar empleo. Normalmente, las actividades de fomento de creación de startups en las universidades, se limitan a impulsar la generación de spin-off desde los grupos de investigación. Eso está muy bien, pero los resultados obtenidos hasta hoy no se pueden calificar de brillantes, dada la limitada cantidad de empresas creadas.
Las actividades de fomento, formación y asesoramiento tendrían que generalizarse a toda la comunidad universitaria y esto no se está haciendo con la extensión e intensidad deseables a pesar de que existen mecanismos, que con un coste reducido, podrían generar mejoras notables.
Como ejemplos de actividades, podríamos mencionar, las iniciativas de sensibilización, para crear una cultura favorable al emprendimiento, como  por ejemplo, charlas de emprendedores que puedan explicar su experiencia de una forma directa. Si además estos han sido estudiantes de la misma universidad,
mucho mejor.
En cuanto a formación, se pueden realizar cursos de introducción (como ya hacen numerosas universidades en Estados Unidos) abiertos a todos los estudiantes de la universidad tanto procedentes de diferentes facultades como de distintos niveles (grado, máster o doctorado). La mezcla de gente con diferentes formaciones y cultura hacen más fácil la formación de equipos multidisciplinares que son muy importantes para crear y gestionar un proyecto empresarial. Estos se podrían dar en un marco de créditos de libre configuración, lo que sería más atractivo a los estudiantes. Esta formación en áreas ligadas al emprendimiento, implican la adquisición de habilidades de gestión, de hablar en público, rudimentos financieros y conocimientos del funcionamiento de la empresa, lo que mejoraría su empleabilidad.
En cuanto a actividades de mentoring, se podría ayudar a los emprendedores a caminar en la vía de reducir el riesgo de fallida de las empresas. Para eso se pueden hacer acuerdos con asociaciones empresariales, aceleradoras de business angels, que a su vez podrían ser fuentes de financiación para los proyectos emprendedores.
Es necesario promover iniciativas innovadoras o intensificarlas si existen, como las mencionadas y otras como talleres, premios, días del emprendedor, espacios de coworking, etc. Las universidades deberían recibir el soporte de los gobiernos para realizar estas actividades y ser incentivadas económicamente por los esfuerzos y los resultados de estas acciones.
Dentro de las tres misiones de la universidad (educación. Investigación y transferencia del conocimiento) aparece una nueva con un significado más social de fomentar e impulsar directamente la creación de empresas y la empleabilidad de sus estudiantes. Una universidad que impulse el cambio que la sociedad necesita, pero esto significa innovar en ella misma hacia una universidad emprendedora.

martes, 30 de abril de 2013

Una sociedad todavía por madurar y desarrollarse


De nuevo la EPA nos ha dado otro disgusto: 27% de paro y 57% de paro juvenil. Llevamos más de cinco años de declive sin que se vislumbre la salida del túnel o la aparición de los esperados brotes verdes.
Hasta el 2007, la transición española a la democracia se consideraba un éxito, tanto en el orden político, como en el económico y en el social. Cuando sonó el despertador y terminó nuestra ensoñación, la realidad se presentó ante nosotros, primero borrosa e increíble, pero luego más definida, como una parca permanentemente presente y amenazante.
Como de costumbre nuestra respuesta ha sido mirar hacia atrás buscando culpables y estos son siempre los demás. La clase política, a quienes no les importa encabezar la lista, mientras detenten el poder y puedan tener al alcance de la mano el vicio de la corrupción. Los banqueros, verdaderos fulleros de las finanzas. Las élites castizas que oran y no laboran. Los empresarios, depredadores de la especulación. Los funcionarios, privilegiados de antiguas burocracias…
Sin embargo, en todos estos bostezos de café, nunca hay autocrítica de los ciudadanos que hemos permitido que esto suceda. Ciudadanos que damos la mayoría absoluta a un partido en plena corrupción generalizada o que seguimos votando a una oposición mentirosa, manirrota y también corrupta. Ciudadanos que como toda respuesta, acosamos con cólera a los políticos que habíamos votado unos meses antes. Un escenario que parece sacado de los versos machadianos,

“y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,”


Sin embargo, necesitamos sentir que existe una juventud del cincel y de la maza. Una juventud de la rabia y de la idea que rompa con esta sociedad zaragatera y triste cuyos referentes son futbolistas o personajes de la farándula. Una juventud que emprenda, que asuma riesgos, que despierte de la anestesia a la que le hemos sometido y que lidere el futuro de una sociedad todavía por madurar y desarrollarse.

sábado, 13 de abril de 2013

El futuro de nuestras universidades (Publicado en Tecnonews)



El premio Nobel de Física Niels Bohr, formulaba frases célebres, como aquella de “Hacer predicciones es muy complicado, especialmente si son sobre el futuro”. Tecnonews me ha pedido que haga predicciones sobre el futuro de nuestras universidades y he aceptado a pesar de que la situación me conduce a hacer predicciones muy pesimistas.
A corto plazo, mi pronóstico del futuro de nuestras universidades es relativamente sencillo. Dado que el proceso de deterioro económico del país parece que mantendrá su tendencia, los recortes a las universidades serán inevitables y producirán un declive que ahogará cualquier plan que no sea la pura supervivencia. Obviamente, esto tendrá consecuencias en la calidad de la educación y de la investigación. Sin embargo, cada nuevo gobierno sigue encargando informes/cortinas-de-humo a comisiones de expertos para mejorar la universidad. Informes que dicen siempre, más o menos, lo mismo y que acaban durmiendo el sueño de los justos en los archivos ministeriales. El último de ellos, encargado por el ministro Wert, acaba de salir del horno. Esperemos que sea una excepción.
A largo plazo la predicción es aún más sombría. La universidad nacida en el siglo XI, se dedicó a la formación como única misión durante ocho siglos, hasta que en el siglo XIX se introdujo en Alemania la investigación como segunda misión (en España un siglo más tarde). Sin embargo, aquí todavía financiamos las universidades, casi exclusivamente, en función de su actividad docente, cuando todos los rankings internacionales consideran la docencia como un criterio marginal para sus clasificaciones. De esta forma, nuestras mejores universidades se sitúan a partir de posiciones más allá del 200.
El problema que se avecina, es que aquella primera misión ha empezado a sufrir los embates de un tsunami que se acerca desde la otra orilla del Atlántico, con las llamadas plataformas MOOC (Massive Open Online Course), como edXCoursera Udacity, en las que participan las mejores universidades internacionales, como Harvard, MIT, Stanford, etc. Se trata de cursos gratuitos por internet en los que se inscriben cientos de miles de estudiantes de todo el mundo. Cursos explicados por profesores de gran prestigio, con recursos multimedia y una red social de alumnos que los dinamizan. Algunos gurús ya predicen que en un par de décadas solamente quedarán una veintena de universidades en el mundo. Es fácil adivinar que en este grupo, estarán las universidades que juegan la “Champions League”, pero no las de segunda o tercera división. Un problema en el que el informe Wert ha pasado de puntillas.


domingo, 31 de marzo de 2013

Una buena idea para financiar ideas


Aunque si los proyectos son buenos siempre es posible encontrar financiación, las fórmulas de inversión de terceros para proyectos emprendedores en la fase de idea son complicadas en España. Los Business Angels, los bancos o las instituciones públicas no son vías fáciles  para financiar proyectos en esta fase. La solución alternativa es empezar con dinero propio o de las 3F (Family, friends and fools).
Los Business Angels son esos posibles terceros en que todo el mundo piensa cuando intenta arrancar una startup. Sin embargo, sus inversiones no se orientan a financiar ideas sino proyectos que normalmente están en fases más maduras. Ni son ángeles, ni quieren riesgo excesivo. Quieren ver que el modelo de negocio está validado. Generalmente son profesionales que quieren invertir con unas expectativas de rentabilidad muy alta en cada proyecto, de forma que los éxitos compensen las pérdidas que se producen en los fracasos de otros proyectos.
Ante este panorama poco atractivo para empezar a emprender, ha aparecido recientemente una posibilidad que está emergiendo con fuerza. Se trata del crowdfunding o micro-financiación colectiva, que consiste en pequeñas aportaciones de muchas personas que permiten hacer posible proyectos de todo tipo.
El crowfunding sistemático, basado en plataformas web, aparece en USA hace unos cuatro años (anteriormente ya había habido iniciativas puntuales en Europa). Inicialmente, se trataba de una vía para financiar proyectos creativos y sociales con retornos no económicos. Por ejemplo, si se financiaba la edición de un disco, se podría recibir un ejemplar por haber ayudado a hacerlo posible. La plataforma pionera fue Kickstarted, nacida en 2009 y orientada a proyectos creativos.
En solo unos años han aparecido numerosas iniciativas que además se han ido especializando. En España existen en la actualidad más de cincuenta iniciativas que se dedican a financiar la creatividad, el deporte, la ayuda a personas en situaciones difíciles, etc. y últimamente están naciendo algunas enfocadas a la financiación de ideas de startups. En todas ellas, el proceso se hace a través de plataformas web que gestionan la inversión y facilitan la información sobre el desarrollo del proyecto a los micro-inversores.
El crowdfunding para startups se adapta perfectamente a la coyuntura económica y laboral que vivimos, fomentando que los proyectos emprendedores se conviertan en realidad beneficiando tanto a los emprendedores como a los micro-inversores. Ayudan a los emprendedores a conseguir una financiación que no es posible obtener por otros medios y proporcionan a los micro-inversores una ocasión para destinar una parte de sus ahorros a proyectos que pueden proporcionarle beneficios, en vez de tenerlos todos en un sistema financiero de alto riesgo que puede “chipriatizarse” en cualquier momento.
El crowdfunding para lanzar proyectos de startups puede ser una buena idea para financiar ideas.

viernes, 15 de marzo de 2013

Siempre hay financiación para un proyecto emprendedor interesante

La financiación está considerada por muchos como el problema más importante para la creación de una empresa. Sin embargo, esto no es cierto en una buena parte de los casos. En particular para muchas startup que están basadas en internet o en móviles.
La financiación de las nuevas empresas ha de empezar por los propios emprendedores, estos no solamente han de aportar trabajo e ideas, sino recursos y fondos propios (FP). Es comprensible que será difícil obtener dinero de extraños si no nos jugamos el propio. Además, en los primeros pasos, la incertidumbre es muy grande y si alguien finalmente decide entrar como socio financiero querrá una participación importante de la empresa por poco dinero.
Aunque no es aconsejable integrar a la familia o a los amigos en el equipo, si se puede pedir dinero para financiar la idea y arrancar el proyecto. Esta modalidad de financiación ya sea como préstamo o como participación es la que se conoce como friends, family and fools (3F). Aunque con un estilo muy distinto, una ayuda que no se puede considerar sistemática pero tampoco despreciable, son los premios que dan diferentes entidades públicas o privadas. Los premios, además de dinero, proporcionan una repercusión mediática que abre puertas.
Una tercera herramienta de financiación de startups es el crowdfunding (CF). Este nuevo procedimiento de financiación, nacido inicialmente para financiar creaciones artísticas y proyectos sociales, está tomando fuerza como elemento de financiación de proyectos emprendedores. El crowdfunding se basa en pequeñas aportaciones de mucha gente que hace posibles proyectos que antes eran inviables. Hasta aquí, la financiación no tenía que pasar por la creación legal de una empresa, pero si en adelante.  
Una cuarta opción para la financiación de start-ups son los organismos públicos (OP) como por ejemplo Enisa. En estos casos la financiación suele ser a base de préstamos de bajo interés. Hay algunas entidades financieras que también incluimos en este apartado (aunque no sean públicas) en que la entidad se reserva la opción de entrar en el capital en vez de reclamar el préstamo (prestamos participativos). Para obtener estos recursos, normalmente hay que justificar la aportación de una buena parte de la financiación a través de alguna de las fuentes citadas anteriormente.
El siguiente recurso serían los business angels (BA). Son personas que arriesgan su dinero en proyectos con una cierta trayectoria, donde la startup ya ha de estar creada y no ha de ser solamente una idea. Los BA son generalmente personas con experiencia empresarial algunos de los cuales en su día fueron emprendedores y pueden ayudar a la marcha de la empresa con su experiencia y sus contactos. Sus beneficios no suelen estar ligados al reparto de dividendos, sino a la venta de su participación cuando la empresa ha aumentado su valor. Esto implica, a veces, que las condiciones que imponen a los emprendedores sean muy duras por lo que más que business angels a veces parecen “business devils”. En este apartado incluimos también las aceleradoras de startups. Existe una gran variedad que van desde las formadas por redes de BA, las creadas por la administración o las que crean grandes empresas como aceleradoras corporativas para su crecimiento inorgánico.
Existen otras fuentes cuando la empresa ya ha crecido o se ha convertido en una gran empresa, como el capital riesgo (CR), los Family Office (FO) y por último la entrada en bolsa (SM). Pero estos inversores profesionales no entran normalmente en las startups y menos en sus momentos iniciales.
La financiación de los proyectos emprendedores es un mundo complejo, pero se puede afirmar que siempre hay financiación para un proyecto emprendedor interesante.

jueves, 28 de febrero de 2013

El equipo es la clave


Lo importante en una startup, a pesar de lo que mucha gente cree, no es la idea, sino el equipo. Como decía en un post anterior, una idea excelente en manos de un equipo mediocre tiene menos posibilidades de éxito que una idea mediocre en manos de un equipo excelente.
En muchos manuales clásicos de emprendimiento se define al emprendedor como una persona con cualidades extraordinarias como las de visionario, líder, apasionado, audaz, resiliente para sobreponerse a los fracasos, equilibrado emocionalmente, optimista, muy trabajador, resolutivo, buen comunicador y gran organizador. Es decir, que para ser un emprendedor se requiere ser todo un superman. Esto podría llevar a pensar que solamente las personas que cumpliesen estos requisitos podrían emprender.
Para eso están los equipos, las cualidades y conocimientos que le faltan a uno de los emprendedores pueden ser complementadas por las del resto del equipo. Por eso los business angels y los analistas de capital riesgo apuestan por el equipo como el elemento más importante (obviamente no el único) para invertir en una aventura empresarial.
La vida diaria de una startup está llena de problemas de todo tipo y de decisiones que tienen que tomarse para resolverlos. Una buena distribución de responsabilidades entre los miembros del equipo es importante, pero la interacción entre ellos es clave en la toma de decisiones relevantes. Anímicamente, el equipo puede ser clave para sobrellevar las situaciones difíciles que siempre aparecen en una startup.
Las relaciones personales entre los miembros del equipo son muy importantes, sin embargo, la personalidad de cada uno puede producir tensiones que en ocasiones pueden llevar a la ruptura. Siendo este un motivo frecuente de fracaso. Aunque no sea la panacea para resolver todos los conflictos, una recomendación importante a los nuevos equipos es redactar un pacto de socios que determine claramente, entre otras cosas, las responsabilidades de cada uno, los procesos de toma de decisiones, las situaciones en que se marcha o se incorpora un socio, etc.
Se podría pensar que una buena decisión para evitar conflictos sería incorporar al equipo familiares o amigos. Si bien es cierto que en momentos de dificultad la familia y los amigos pueden ser de gran apoyo, si los problemas de la empresa se mezclan con los familiares o los amigos, estos puedan entrar en resonancia y perder empresa y amigos o familiares al mismo tiempo. Otra cosa diferente es, que la familia o los amigos presten fondos o participen como socios sin formar parte del equipo. Esto es muy frecuente y útil para financiar los primeros pasos y se conoce como las tres FFF (Fools, Friends and Family).
Hay que tener mucho cuidado como se forma el equipo, porque con todos sus pros y contras, en una startup el equipo es la clave.

martes, 12 de febrero de 2013

Las buenas ideas son necesarias pero no son suficientes

La idea es el primer elemento para la creación de una startup. Sin embargo, una buena idea empresarial no vale nada si no se pone en marcha. Es como un automóvil que se deja permanentemente en exposición, puede ser estética y mecánicamente perfecto, pero no sirve para nada. 
Hay muchas personas que tienen ideas de negocio que consideran únicas y las guardan celosamente por si algún día deciden ponerlas en marcha. Pero como decía un conocido business angel: "si una idea se oculta porque no existe en el mercado, no me interesa perder tiempo en ella, ya que no existe porque se intentó y no tuvo éxito, o ni siquiera se intento por que no valía pena". 
Por lo general, la misma, o parecida, idea de negocio, la tienen muchos al mismo tiempo, pero solamente durante el proceso de implantación suele encontrarse la manera de convertirla en un negocio de éxito. Muchas empresas famosas saltaron del fracaso al éxito por cambios que se produjeron en el desarrollo del proceso y que no estaban previstos en la idea original. Como, por ejemplo, el caso de Nespresso que fue un fracaso en la década de los 80's y es ahora uno de los mejores negocios de Nestle.
La idea para crear una nueva startup puede nacer de una gran variedad de inputs como, por ejemplo, la percepción de cambios en el entorno social causados por la demografía, o el poder adquisitivo. Es el caso del aumento de personas mayores en la población o la crisis económica, que ha introducido el low cost en la restauración, en los vuelos o la ropa. Una segunda fuente de ideas son los cambios tecnológicos que provocan oportunidades de negocio, como el comercio electrónico, al tiempo que ponen en peligro sectores tradicionales, como esta pasando, por ejemplo, con el mundo de las discográficas. Una tercera fuente de ideas de negocios es la experiencia laboral en un sector determinado y sus necesidades no cubiertas o las mejoras en los procesos o la gestión. Por último, una fuente importante de ideas proviene del conocimiento que se adquiere en viajes o estancias, especialmente en países innovadores o por contactos personales. 
Las posibilidades son muchas, pero lo importante está en hacer una implantación ágil, reaccionar ante las respuestas de los clientes y en gestionar eficientemente los recursos. Para conseguir el éxito de una startup las buenas ideas son necesarias pero nos son suficientes.

lunes, 28 de enero de 2013

El triángulo de la creación de startups

Para dar a luz una startup hacen falta tres elementos, la idea, el equipo, el dinero y además, un proceso de creación y adaptación. 
El primer elemento es la idea. Sin ella no hay empresa pero siendo condición necesaria, no es, ni mucho menos, suficiente. La idea es solo la semilla, no el modelo de negocio. La idea nace de un visionario que sueña convertirla en una realidad. Con todo, la idea inicial es algo estático que no vale nada si no se activa y se adapta al mercado.
El segundo elemento es el equipo, este suele ser el componente más valioso, un visionario no suele tener todas las aptitudes necesarias para garantizar que un proyecto de startup sea un éxito. Un buen equipo puede hacer que esto posible. Como dicen muchos inversores, una idea excelente con un equipo mediocre tiene menos posibilidades que una idea mediocre con un equipo excelente.
El tercer elemento es el dinero. En la mayoría de los casos, este es el componente menos importante. Casi siempre necesario, pero si la idea, y sobre todo, si el equipo es bueno, el dinero llega a la startup.
El proceso de dar vida al proyecto es, como en el fresco de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina, un acto de creación. Sin embargo, de la misma forma que en ese instante se da la vida a algo inánime, este ser ha de desarrollarse y adaptarse al medio, la vida es eso. Una startup, al igual que un ser vivo, una vez creada, también ha de adaptarse a su entorno, es decir, a los clientes, y hacer esto de la forma más rápida posible, modificando la idea original, si es necesario.


domingo, 13 de enero de 2013

Los emprendedores sociales



Como ya he dicho en este blog en más de una ocasión, la juventud de este país ha de despertar y pasar de una posición pasiva a adoptar una actitud emprendedora en el sentido más amplio de la palabra, y en particular en el de la creación de empresas.
El primer paso imprescindible para este cambio es la sensibilización. La crisis económica, que ya dura más de cinco años y de la que no se ve una salida a corto o medio plazo, empieza a ser un elemento sensibilizador  para impulsar la creación de empresas por necesidad. 
Sin embargo, la sensibilización se debería potenciar activamente desde todos los ámbitos de la sociedad y en particular desde la Administración. Esto no tiene porque ser un problema costoso, ya que se pueden hacer campañas inteligentes con pocos medios. 
En el ámbito universitario este cambio de mentalidad ya se está empezando a notar ante las perspectivas del futuro que espera a los estudiantes a su salida de las aulas hacia un mercado de trabajo poco atractivo o casi inexistente. 
La sensibilización de la juventud, y en particular la de los universitarios, puede resultar  un proceso largo y complicado. Una parte de la juventud universitaria, muchas veces la más activa políticamente, es crítica con la empresa como organización, ya que la entienden como un sistema depredador del esfuerzo de sus trabajadores. Para estos críticos existen otras alternativas como la generación de proyectos emprendedores con objetivos sociales.   Proyectos con alma como se autodefine La Fageda, una empresa social paradigmática. Empresas, no ONGs que viven de la subvención, que aún sin afán de lucro, necesitan una gestión eficiente para ser sostenibles en el tiempo. Todos los emprendedores son necesarios, pero ante las problemas sociales que no pueden cubrir unos organismos públicos cada día con presupuestos más bajos, con mucha mayor razón, son necesarios los emprendedores sociales.