El premio Nobel de Física Niels Bohr, formulaba frases célebres, como
aquella de “Hacer predicciones es muy complicado, especialmente si son sobre el
futuro”. Tecnonews me ha pedido que haga predicciones sobre el futuro de
nuestras universidades y he aceptado a pesar de que la situación me conduce a
hacer predicciones muy pesimistas.
A corto plazo, mi pronóstico del futuro de nuestras universidades es
relativamente sencillo. Dado que el proceso de deterioro económico del país
parece que mantendrá su tendencia, los recortes a las universidades serán
inevitables y producirán un declive que ahogará cualquier plan que no sea la
pura supervivencia. Obviamente, esto tendrá consecuencias en la calidad de la
educación y de la investigación. Sin embargo, cada nuevo gobierno sigue
encargando informes/cortinas-de-humo a comisiones de expertos para mejorar la
universidad. Informes que dicen siempre, más o menos, lo mismo y que acaban
durmiendo el sueño de los justos en los archivos ministeriales. El último de ellos, encargado por el ministro Wert, acaba de salir
del horno. Esperemos que sea una excepción.
A largo plazo la predicción es aún más sombría. La universidad nacida en el
siglo XI, se dedicó a la formación como única misión durante ocho siglos, hasta
que en el siglo XIX se introdujo en Alemania la investigación como segunda
misión (en España un siglo más tarde). Sin embargo, aquí todavía financiamos
las universidades, casi exclusivamente, en función de su actividad docente,
cuando todos los rankings internacionales consideran la docencia como un
criterio marginal para sus clasificaciones. De esta forma, nuestras mejores
universidades se sitúan a partir de posiciones más allá del 200.
El problema que se avecina, es que aquella primera misión ha empezado a
sufrir los embates de un tsunami que se acerca desde la otra orilla del
Atlántico, con las llamadas plataformas MOOC (Massive Open Online Course), como edX, Coursera o Udacity, en las que
participan las mejores universidades internacionales, como Harvard, MIT,
Stanford, etc. Se trata de cursos gratuitos por internet en los que se
inscriben cientos de miles de estudiantes de todo el mundo. Cursos explicados
por profesores de gran prestigio, con recursos multimedia y una red social de
alumnos que los dinamizan. Algunos gurús ya predicen que en un par de décadas
solamente quedarán una veintena de universidades en el mundo. Es fácil adivinar
que en este grupo, estarán las universidades que juegan la “Champions League”,
pero no las de segunda o tercera división. Un problema en el que el informe
Wert ha pasado de puntillas.