Una vez constituida
la sociedad Ekiter Entrepreneurship SL en febrero de 2020 como exigencia de MangoPay
para poder trabajar con ellos, les enviamos toda la documentación que nos pidieron,
una burocracia digna de su procedencia francesa.
Finalmente,
MangoPay después de hacernos perder el tiempo, el dinero y el esfuerzo de
adaptar nuestra plataforma a sus exigencias, respondió que su gabinete jurídico
no aceptaba darnos servicio porque íbamos a trabajar con la tecnología
blockchain, cosa que ya sabían desde el principio. Una respuesta, que, si
hubiésemos tenido suficiente tiempo y dinero, correspondería a interponer una
demanda por daños y perjuicios.
Otro
problema importante fue que el contrato inteligente no acababa de funcionar, aunque
estaba casi finalizado, siempre faltaba un último paso que no llegaba a producirse
nunca.
Ya en junio
de 2020 tomamos dos decisiones cruciales: a) trabajar con una base de datos
encriptada en vez de usar blockchain para evitar el problema de no disponer del
contrato inteligente y b) cambiar a Stripe una entidad de pagos que, aunque no era
la que mejor se adaptaba a lo que necesitábamos, era mucho más flexible que
MangoPay y no requería su burocracia.
Durante el
verano de 2020 se adaptó todo el sistema a los nuevos cambios y en setiembre
teníamos el MVP de la plataforma a punto para empezar a trabajar.
Había que
dar a conocer el sistema y para ello teníamos que hacer marketing. El primer
evento al que fuimos fue BizBarcelona. Sin embargo, debido a la pandemia no estaba
permitido repartir folletos y además había poca gente por el mismo motivo.
Un sistema
como Ekiter también requería un asesoramiento legal para preparar los
documentos de los emprendedores y colaboradores y para resolver el problema de
la legalidad del crowdfunding. Para ello contratamos al gabinete Jané Abogados
que nos dio soporte en la redacción de los documentos para los clientes y
usuarios de la plataforma y encontró la solución para el funcionamiento legal
de la financiación de proyectos.
Para poder tener
la suficiente tesorería se lanzó una ampliación de capital de 40.000 euros,
parte de los cuales empezamos a disponer de ellos desde antes del verano, cosa que
nos estaba permitiendo continuar con el proyecto. Finalmente, en diciembre se formalizó
la ampliación de capital ante notario.
En octubre/noviembre
de 2020 empezamos a hacer publicidad en redes sociales a través de una empresa
de marketing digital con unos resultados bastante pobres, por eso en diciembre decidimos
cambiar de empresa de marketing. La nueva empresa nos aconsejó utilizar las
herramientas de marketing de Google y cambiar de estrategia empezando por
enfocarnos en uno solo de los servicios de Ekiter e ir añadiendo de forma
paulatina otras capacidades que ya teníamos desarrolladas en la plataforma.
Parecía que
se podrían llegar a obtener resultados con esta nueva estrategia porque
empezaban a contactar con nosotros posibles clientes. Sin embargo, no teníamos
ninguna métrica que nos permitiese buscar financiación para continuar y la
tesorería estaba llegando a una situación comprometida. A finales de mayo
solamente quedaban recursos para cerrar Ekiter de forma ordenada.
Lamentablemente, habíamos llegado al Game Over.