miércoles, 31 de marzo de 2021

El error de crear la empresa al empezar


Muchos emprendedores cuando tienen un primer prototipo de su dispositivo, sistema o servicio, se plantean constituir una empresa. Y eso lo pretenden hacer, aunque todavía no tengan ningún cliente. ¡¡Gran error!!

Por muy maravilloso que sea nuestro dispositivo, extraordinario nuestro sistema o eficiente nuestro servicio, sin clientes no hay empresa.

Fantaseamos con el acto de constitución de la empresa como el beso de la princesa que convertirá nuestro todavía sapo en un apuesto príncipe. Imaginamos que saldremos de la notaría investidos de un aura que atraerá masivamente a los clientes. Suponemos que los inversores competirán por financiar nuestra empresa. Pensamos que dispondremos de unos estatutos que regularán nuestro funcionamiento y una escritura pública que nos abrirá todas las puertas.

¡¡Todo es un sueño!! Los clientes no vendrán porque tengamos la empresa creada. Los inversores no pondrán un euro si no tenemos clientes. Las puertas seguirán cerradas aunque tengamos una escritura de constitución inscrita en el Registro correspondiente.

En realidad, el sueño es una pesadilla de pérdidas de tiempo, de gastos y, sobre todo, de burocracia, mucha burocracia. Y si nuestra aventura es una de las nueve de cada diez que fracasan, la pesadilla se convierte en un verdadero infierno. Clausurar una empresa es un proceso más burocrático y costoso que crearla. Especialmente porque el cierre se produce cuando ya no queda ni dinero, ni tiempo, ni ilusión.

Para plantearse crear una empresa hay que haber alcanzado dos objetivos:    

  1. Disponer de un Mínimo Producto Vendible (no solo viable) y
  2. Tener validado el Modelo de Negocio.

Dicho de otro modo, tener los primeros clientes dispuestos a comprar nuestro producto o servicio.

Debemos enfocarnos en nuestro proyecto desde el punto de vista técnico y de negocio. Solamente cuando tengamos que facturar las primeras ventas podemos pensar (no necesariamente hacerlo) en constituir la sociedad, no antes. No cometamos el error de crear la empresa al empezar


lunes, 15 de marzo de 2021

Acuerdo de Fundadores


 

Los conflictos entre los fundadores están asegurados por mil motivos como, por ejemplo, el proceso de toma de decisiones. Por eso, lo primero que tienen que hacer es firmar entre ellos un Acuerdo de Fundadores.

En un principio, puede parecer innecesario y hasta improcedente proponer firmar un documento de este tipo. Incluso, puede dar la sensación de que quien lo propone hace una demostración de desconfianza respecto al resto de fundadores. Sin embargo, esta es una de las decisiones más necesarias, ineludibles y urgentes que se debe tomar cuando se crea un equipo de fundadores. Es decir, una startup en el sentido lean.

El Acuerdo de Fundadores es un instrumento para regular el funcionamiento de la startup desde que se crea el equipo de fundadores hasta la constitución de la empresa. Este tipo de acuerdo es diferente al conocido como Pacto de Socios que se firma cuando la startup se constituye como empresa o cuando entran inversores en ella. En nuestro caso los fundadores no son socios porque la sociedad no está todavía legalmente constituida.

El Acuerdo de Fundadores debe contemplar aspectos como las líneas maestras del proyecto, la filosofía y la cultura de la startup, la participación que tendrá cada fundador cuando se cree la empresa en función de dedicación y sus aportaciones en dinero, las condiciones para la marcha de un fundador, el procedimiento para la toma de decisiones, etc.

Cuando hablamos de equipo de la startup (en el sentido lean), hay que distinguir muy bien los diferentes roles de fundador, de trabajador y de aportar recursos para financiar el proyecto. Un fundador puede tener los tres papeles y ha de quedar muy claro que los tres son independientes. Por ejemplo, si un fundador no cumple como trabajador con las responsabilidades asignadas puede ser despedido como tal. Sin embargo, puede mantener su continuidad como fundador. Todo ello ha de quedar muy claro en el Acuerdo de Fundadores.

Los fundadores que trabajan en el proyecto deben recibir un salario en función de su dedicación, de su nivel de responsabilidad y de su capacidad. Es importante poner sueldos de mercado, sin embargo, si no es posible pagar la totalidad del salario, el resto debe constituirse como un préstamo a la startup.

Los fundadores pueden poner dinero en el proyecto. Si la empresa no está todavía constituida se puede considerar que el dinero aportado es un préstamo en el mismo sentido que el trabajo no cobrado. Finalmente, el dinero aportado como trabajo o en efectivo se puede convertir en participaciones de la empresa o devolverse en las condiciones que se determinen en el Acuerdo de Fundadores.

Cuando finalmente se constituye la empresa, es posible valorar como un activo el producto desarrollado/servicio en una cantidad que puede reflejar las aportaciones de cada fundador tanto en dinero como en trabajo y capitalizar dicha inversión en las participaciones de cada socio de la empresa.

Si hay un punto importante que se ha de hacer al principio de crear un equipo emprendedor es dejar las cosas claras y firmadas en un Acuerdo de Fundadores.