Las abejas son esos seres inquietos y laboriosos que nos obsequian con la miel. Una sola abeja puede libar hasta 7.000 flores en un día. Las abejas tienen que visitar cuatro millones flores para producir un kilo de miel.
Sin embargo, el regalo más
importante de las abejas no es proporcionarnos miel, sino la polinización. A
través de ella, las abejas son responsables, según la FAO, del 70% de la
producción agrícola mundial, además de ser indispensables para conservar la biodiversidad
vegetal. Por eso las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo el Día Mundial de
las Abejas. La frase atribuida a Einstein es contundente: "Si las abejas
desaparecieran del planeta, a los humanos sólo nos quedarían 4 años de
vida".
El polen en las flores está ahí,
inerte y hay que movilizarlo para que se produzca la fecundación y se obtengan los
frutos. Esto es lo que hacen las abejas. Con las ideas de negocio pasa lo
mismo, están ahí, estáticas, en la mente de las personas. Para evitar su esterilidad
hay que dinamizarlas. Esto es lo que hacen los emprendedores.
Los emprendedores son quienes polinizan
las ideas de negocio para obtener nuevos frutos. Parafraseando a Einstein podemos
decir que si los emprendedores desapareciesen, a nuestro sistema económico-social
le quedarían 10 años de vida. Por eso son tan importantes que también tienen su
día mundial. El 16 de abril se celebra el Día Mundial del Emprendimiento. Con
ello se quiere dar a conocer su impacto y su importancia social.
Los emprendedores son esos seres
inquietos y laboriosos que no solamente producen la miel de puestos de trabajo cualificados,
sino que polinizan las ideas impulsando proyectos disruptivos y generan una
biodiversidad de nuevos productos y servicios que significan un mejor nivel de
vida para el resto de la colmena. Sin los emprendedores
no habría progreso.