Otro de los bloques que aparece en
el Canvas de Osterwalder es el de las
actividades clave. Las startups han de realizar una infinidad de tareas cada día. Sin embargo, algunas de ellas son vitales para conseguir los
objetivos propuestos e incluso para su propia supervivencia. Los emprendedores
pueden intuir cuáles son esas actividades nucleares de la empresa, pero es
importante detectarlas todas y que ninguna de ellas queda fuera de foco. Las startups deben definir claramente cuáles
son las actividades clave necesarias que requieren las propuestas de valor, los
canales para llegar los clientes, aquellas que son necesarias para mantener las relaciones con
ellos, o las que son imprescindibles para conseguir los ingresos necesarios.
Para decidir cuáles son las
actividades clave, se han de analizar categorías, como la producción, la
resolución de los problemas de los clientes, el funcionamiento del networking,
o de los mecanismos para llegar a ellos como, por ejemplo si se trata de un
sistema en la red, la plataforma a través de la que se conectan y se hacen las
transacciones. Por ejemplo, en Nespresso, las actividades clave son la producción
de las cápsulas, el marketing que da un toque de clase a los clientes a través
de estrellas de cine de gran audiencia, o el mantenimiento de las relaciones de
los clientes mediante un club y una red de tiendas que dan una percepción de
exclusividad a todos sus miembros.
En la startup política planteada,
las actividades claves han de estar orientadas a captar “clientes” que quieran sentirse
protagonistas de un cambio político necesario que solamente es posible si ellos,
los ciudadanos, lo quieren. La actividad
clave, como en Nespresso, sería una actividad de marketing, pero en este caso
llevada a cabo fundamentalmente a través de personalidades de reconocido
prestigio moral y profesional de cualquier sector como los media, el deporte,
la academia, la Medicina, etc., que deben actuar como caja de resonancia y que es la clave para sensibilizar al resto de los
ciudadanos. Además, se han de fomentar y
poner los medios para estimular las relaciones entre los “clientes”. Para ello se debe realizar la construcción y el mantenimiento de una excelente plataforma
en la red y a partir de ella, dinamizar otros tipos de intercomunicación
personal entre usuarios utilizando, por ejemplo, las redes sociales. La gran oportunidad,
es que en la actualidad, todo esto es posible hacerlo con pocos recursos
económicos y de una forma dinámica y rápida.
Posteriormente a las elecciones, si estas tienen éxito para la
startup política, la responsabilidad se centraría en informar con claridad y transparencia del
seguimiento de la actividad parlamentaria para materializar los objetivos
propuestos, es decir, de la aprobación de las leyes que se han llevado como base del programa electoral para sentar las reglas de juego del funcionamiento de los partidos políticos.
En resumen, además de las
actividades regulares como, por ejemplo, las de organización, que constituiría
el back office del proceso de la
startup política, las actividades relacionadas con el marketing serían las que constituirían sus Key Activities.