Si alguien piensa que la
innovación es cara que pruebe el coste de no hacerla. La innovación en empresas
consolidadas es una tarea que requiere una cultura ya asumida y un permanente
impulso por parte de la dirección. Si la empresa no tiene la cultura innovadora
asumida y la dirección no tiene una postura decidida para impulsarla, la
innovación no emergerá por generación espontánea. Las empresas que no han
tenido la innovación en su ADN y todos los recursos de la misma han estado orientados
a mantener el mercado y a la supervivencia de la empresa, implantar un proceso
innovador puede ser una tarea muy complicada. La solución es dar un paso más en
el paradigma de la Innovación Abierta: Las Aceleradoras Corporativas.
Muchas empresas, especialmente
grandes, están innovando la forma de realizar su innovación. Para ello, han creado
estructuras propias con el objetivo de incorporar la innovación ya realizada externamente
por startups. Es una nueva forma de articular la Innovación Abierta. Estas estructuras
conocidas como aceleradoras corporativas pueden permitir lograr un crecimiento
inorgánico para potenciar o agrandar su propio mercado. No se trata exclusivamente
de absorber directamente las startups, sino de crear alianzas estratégicas con
ellas. Las grandes multinacionales tienen capacidad para poder hacer esto de forma
global, ya que su distribución internacional les permite tener antenas para
detectar y filtrar las oportunidades de startups con gran potencial, en todo el
mundo.
En el otro lado de la calle, se encuentran
esas startups creadas por emprendedores, muchos de ellos en condiciones precarias,
y aunque quizás ya empiezan a tener clientes, no pueden hacerlas crecer a la
velocidad que querrían, ya que no tienen recursos y sobre todo no tienen acceso
a los mercados. Hay una clara complementariedad entre los actores situados en
las dos aceras opuestas. Actores que pueden obtener un beneficio mutuo si
colaboran.
En las medianas empresas, el
problema es más complicado ya que estas no tienen capacidad para mantener todo
el proceso internamente. Para solucionar el problema pueden externalizar la
gestión en empresas especializadas, bajo la supervisión de la propia empresa. Una
solución adicional es agruparse varias empresas medianas complementarias para
crear una aceleradora que permita distribuir los costes y aprovechar las
economías de escala que significan la colaboración.
Las startups necesitan vías de consolidación
y crecimiento y las empresas tradicionales necesitan introducir la innovación para
su futuro y sin distraerse de su objetivo fundamental que es mantener su
mercado. En conclusión, para innovar en Innovación Abierta, un paso adelante pueden ser las Aceleradoras Corporativas.