miércoles, 31 de diciembre de 2014

La aceleración como un proceso “dinámico” para cambiar el vector velocidad de un proyecto emprendedor

Cuando un proyecto emprendedor pasa de la idea inicial a tener una primera versión del modelo de negocio, está en condiciones de dar el siguiente paso, es decir, hay que salir de la oficina o del garaje para validar ese modelo de negocio frente a los posibles usuarios y clientes, es la fase en la que el proyecto no es todavía una empresa sino una startup. Este es un buen periodo para habitar en una incubadora o Business Incubator, donde se pueden encontrar las condiciones para conformar el proyecto mediante la formación y la información necesaria para ello.
Una vez que se ha validado el modelo de negocio y ya tenemos los primeros usuarios y clientes, la startup puede transformarse en una empresa. En este momento aparecen problemas que en muchas ocasiones son semejantes a otros proyectos emprendedores. Se trata fundamentalmente de retos para gestionar la nueva empresa de la manera más eficiente posible y confeccionar un plan estratégico para definir su futuro, es decir el Business Plan.
Como el equipo que impulsa la aventura, en muchas ocasiones, no tiene la práctica de gestión necesaria, es tiempo de contar con personas experimentadas en gestionar empresas para con su conocimiento evitar errores y hacer más eficiente el proyecto. Los Business Angels son una de las soluciones más clásicas, pero actualmente están apareciendo unas estructuras especializadas en optimizar estos procesos, conocidas como aceleradoras de negocios o  Business Accelerators. Los Business Accelerators crean entornos donde conviven las nuevas empresas y ,sobre todo, disponen del soporte de personas con experiencia que pueden ayudar y “mentorizar” el proyecto emprendedor y aportar financiación. En Estados Unidos estas organizaciones son hoy día numerosas (a veces se dice que ya existe una burbuja), y en nuestro entorno también han empezado a aparecer con fuerza, SeedRocket, Lanzadera o Conector, son ejemplos de ellas.
Otro tipo de aceleradoras dependen directamente de una o varias empresas, son las aceleradoras corporativas, como por ejemplo, Wayra o Fluidra Accelera. Estas aceleradoras especializadas en un determinado sector, además de ayudar a las pequeñas nuevas empresas asesorándolas y abriendo mercados, pueden recibir de ellas tecnologías disruptivas como una vía de Innovación Abierta en un proceso win-win para ambas.

La aceleración es una magnífica herramienta para que las nuevas empresas disminuyan su índice de fracaso, optimicen su gestión, impulsen su crecimiento y consigan financiación. De la misma forma que la incubación es un proceso “térmico” para la construcción de una startup, para aumentar la velocidad de crecimiento o cambiar la dirección de las nuevas empresas, se está consolidando la aceleración como un proceso “dinámico” para cambiar el vector velocidad de un proyecto emprendedor.