Cerca de donde vivo, en la
periferia de Barcelona, hay un colegio al que todas las mañanas llegan numerosos
autobuses y coches privados con escolares. Otros alumnos llegan en tren a una
estación distante una media hora a pie del colegio. Por la tarde se produce el proceso
inverso de vuelta a casa.
En este ir y venir cada estudiante
pierde una gran cantidad de tiempo en desplazamientos todos los días. El coste
de transporte no es despreciable y tampoco lo es la huella de carbono.
Adicionalmente, los alumnos llegan de diferentes lugares y se desconectan de su
entorno socio-geográfico.
La organización de la formación
se hace en los colegios distribuyendo a los alumnos en clases en función de la
edad en las que se imparten unos conocimientos definidos por la edad cronológica
de los alumnos que puede llegar a ser de hasta de un año de diferencia entre
ellos para una misma clase.
La distribución por edad
cronológica no tiene en cuenta la madurez individual de cada escolar. Si un
alumno tiene capacidad para avanzar más rápidamente en la asimilación de
conocimientos, está obligado a aburrirse, si, en cambio, el alumno es menos
maduro tiene que esforzarse mucho más para seguir el ritmo general de esa
clase. Algunos de estos alumnos pueden llegar a tener que repetir curso, lo que
supone un trauma personal que además les separa de sus compañeros.
En la formación hay que distinguir
entre educar y enseñar. La educación intenta modelar el comportamiento personal
y social del alumno (Ética) y que no depende tanto de la edad cronológica del
alumno, sin embargo, la enseñanza pretende la adquisición de conocimientos (Episteme)
de los alumnos y es temporalmente dependiente de la capacidad del alumno. Así
pues, podemos distinguir entre las dos funciones del maestro como educador y
como enseñante. La intensidad de cada una de estas dos actividades de educador
y profesor depende de la madurez del alumno.
Podríamos decir que, en general, si
tomamos los años de formación de un alumno desde la guardería a la universidad,
la educación es la labor fundamental al principio y la transmisión de conocimiento
lo es al final. De forma que en los primeros años de escolarización la
educación es el núcleo de la formación del alumno y en la universidad la
transmisión de conocimiento es el núcleo de la actividad docente.
En el primer periodo se necesitan
fundamentalmente educadores y en último, enseñantes. Es en el periodo intermedio
cuando el maestro tiene que hacer las dos funciones y puede no estar suficientemente
preparado para conseguir hacerlas con acierto. Es en la función de la enseñanza
donde la tecnología puede ayudar de forma significativa.
En la escuela unitaria el nivel
educativo no se ve perjudicado por la convivencia de alumnos de diferentes
edades, es un crisol donde los alumnos conviven como lo hacen en las familias y
en la sociedad generalmente en pueblos de zonas rurales. Es en esta función
donde el educador es clave.
Sin embargo, en la función de
enseñante, el maestro puede no tener tiempo suficiente ni dominar las
metodologías más adecuadas para transmitir una determinada área de conocimiento
a alumnos de varios niveles. Es aquí donde entran las TIC como herramienta
esencial.
Expertos en determinadas
metodologías y conocimientos pueden enseñar a alumnos de un mismo nivel por
videoconferencia independientemente de la edad cronológica y de la localización
de la escuela donde se educa.
Entre las ventajas de que podría
ofrecer está estrategia podemos mencionar las siguientes:
1.- No solamente mejoraría la
enseñanza en las zonas rurales, sino que no se necesitarían grandes colegios en
las ciudades o en sus periferias. Pequeños locales podrían permitir formarse a
alumnos de diferentes edades cerca de sus domicilios.
2.- Los alumnos y los enseñantes
no tendrían que desplazarse y perder una gran cantidad de tiempo en desplazamientos
4.- La enseñanza sería personalizada
por enseñantes especializados en las metodologías más adecuadas para cada área
de conocimiento.
5.- Cada alumno avanza en
conocimientos en función de su capacidad. Se acaba con la repetición de curso porque
ya no hay cursos y se acaba el frenar a los estudiantes con más talento.
6.- Los alumnos aprenderían
utilizando un ordenador táctil o tableta en clase, con capacidad de conectarse
con especialistas de diferentes temas,
7.- Además de aprender a escribir
con teclado, se puede aprender la escritura manual si la pantalla del dispositivo es táctil. Se
acabó el papel como en su momento se acabó el papiro o el pergamino.
8.- Se ha acabado ir a la escuela
cargado de libros y cuadernos. Gutenberg ha muerto. Los bosques no serán
sentenciados a muerte para ser convertidos en papel.
9.- El maestro se convierte
fundamentalmente en un educador que trabaja con los alumnos de forma
transversal. Los enseñantes tienen una función más técnica y tratan con
estudiantes de un mismo nivel de madurez en esa área de conocimiento
independientemente de su edad y de su localización.
La solución es la vuelta a la
escuela unitaria donde la tecnología permite un cambio radical en la formación
separando Educación e Instrucción.