lunes, 5 de agosto de 2024

Educación e Instrucción

 

Cerca de donde vivo, en la periferia de Barcelona, hay un colegio al que todas las mañanas llegan numerosos autobuses y coches privados con escolares. Otros alumnos llegan en tren a una estación distante una media hora a pie del colegio. Por la tarde se produce el proceso inverso de vuelta a casa.

En este ir y venir cada estudiante pierde una gran cantidad de tiempo en desplazamientos todos los días. El coste de transporte no es despreciable y tampoco lo es la huella de carbono. Adicionalmente, los alumnos llegan de diferentes lugares y se desconectan de su entorno socio-geográfico.

La organización de la formación se hace en los colegios distribuyendo a los alumnos en clases en función de la edad en las que se imparten unos conocimientos definidos por la edad cronológica de los alumnos que puede llegar a ser de hasta de un año de diferencia entre ellos para una misma clase.

La distribución por edad cronológica no tiene en cuenta la madurez individual de cada escolar. Si un alumno tiene capacidad para avanzar más rápidamente en la asimilación de conocimientos, está obligado a aburrirse, si, en cambio, el alumno es menos maduro tiene que esforzarse mucho más para seguir el ritmo general de esa clase. Algunos de estos alumnos pueden llegar a tener que repetir curso, lo que supone un trauma personal que además les separa de sus compañeros.

En la formación hay que distinguir entre educar y enseñar. La educación intenta modelar el comportamiento personal y social del alumno (Ética) y que no depende tanto de la edad cronológica del alumno, sin embargo, la enseñanza pretende la adquisición de conocimientos (Episteme) de los alumnos y es temporalmente dependiente de la capacidad del alumno. Así pues, podemos distinguir entre las dos funciones del maestro como educador y como enseñante. La intensidad de cada una de estas dos actividades de educador y profesor depende de la madurez del alumno.

Podríamos decir que, en general, si tomamos los años de formación de un alumno desde la guardería a la universidad, la educación es la labor fundamental al principio y la transmisión de conocimiento lo es al final. De forma que en los primeros años de escolarización la educación es el núcleo de la formación del alumno y en la universidad la transmisión de conocimiento es el núcleo de la actividad docente.

En el primer periodo se necesitan fundamentalmente educadores y en último, enseñantes. Es en el periodo intermedio cuando el maestro tiene que hacer las dos funciones y puede no estar suficientemente preparado para conseguir hacerlas con acierto. Es en la función de la enseñanza donde la tecnología puede ayudar de forma significativa.

En la escuela unitaria el nivel educativo no se ve perjudicado por la convivencia de alumnos de diferentes edades, es un crisol donde los alumnos conviven como lo hacen en las familias y en la sociedad generalmente en pueblos de zonas rurales. Es en esta función donde el educador es clave.

Sin embargo, en la función de enseñante, el maestro puede no tener tiempo suficiente ni dominar las metodologías más adecuadas para transmitir una determinada área de conocimiento a alumnos de varios niveles. Es aquí donde entran las TIC como herramienta esencial.

Expertos en determinadas metodologías y conocimientos pueden enseñar a alumnos de un mismo nivel por videoconferencia independientemente de la edad cronológica y de la localización de la escuela donde se educa.

Entre las ventajas de que podría ofrecer está estrategia podemos mencionar las siguientes:

1.- No solamente mejoraría la enseñanza en las zonas rurales, sino que no se necesitarían grandes colegios en las ciudades o en sus periferias. Pequeños locales podrían permitir formarse a alumnos de diferentes edades cerca de sus domicilios.

2.- Los alumnos y los enseñantes no tendrían que desplazarse y perder una gran cantidad de tiempo en desplazamientos

4.- La enseñanza sería personalizada por enseñantes especializados en las metodologías más adecuadas para cada área de conocimiento.

5.- Cada alumno avanza en conocimientos en función de su capacidad. Se acaba con la repetición de curso porque ya no hay cursos y se acaba el frenar a los estudiantes con más talento.

6.- Los alumnos aprenderían utilizando un ordenador táctil o tableta en clase, con capacidad de conectarse con especialistas de diferentes temas,

7.- Además de aprender a escribir con teclado, se puede aprender la escritura manual si  la pantalla del dispositivo es táctil. Se acabó el papel como en su momento se acabó el papiro o el pergamino.

8.- Se ha acabado ir a la escuela cargado de libros y cuadernos. Gutenberg ha muerto. Los bosques no serán sentenciados a muerte para ser convertidos en papel.

9.- El maestro se convierte fundamentalmente en un educador que trabaja con los alumnos de forma transversal. Los enseñantes tienen una función más técnica y tratan con estudiantes de un mismo nivel de madurez en esa área de conocimiento independientemente de su edad y de su localización.

La solución es la vuelta a la escuela unitaria donde la tecnología permite un cambio radical en la formación separando Educación e Instrucción.