Las convocatorias oficiales de proyectos de I+D para empresas han generado dos deportes complementarios: uno, el de los especialistas públicos en planificación y suelta de nuevas presas, y segundo la especialización de cazadores de dichas presas. Es decir, se ha creado un bucle perfecto presa-depredador-presa.
Si los proyectos se plantean en forma de consorcio, no hay problema, se forma una partida de caza ad-hoc que se repartirá el dinero de la subvención pública. Generalmente, no suele continuar la relación más allá de la jornada de cacería. Una vez acabada esta, todos se preparan para la siguiente convocatoria.
El coto de caza suele ser cerrado a un conjunto de socios que se combinan entre ellos para formar diferentes partidas de caza, aunque a veces se invita alguien externo. También hay en algunas ocasiones algún que otro furtivo. En algunas cacerías es obligatorio un mínimo, que no se suele superar, de grupos de ojeadores académicos de I+D para levantar las piezas.
El problema es que este tipo de convocatòrias, no sólamente no sirven para nada, sino que como la mayoría de subvenciones que no son imprescindibles, son tóxicas o cuando menos anestesiantes.
Este tipo de gasto público (que no inversión) se justifica porque se trata de proyectos de riesgo y por tanto las empresas, en muchos casos grandes empresas, necesitan ayudas. Es decir, que el riesgo lo pague el contribuyente. Que fácil es pagar cacerías con el dinero de los demás!!.
De cualquier manera se podría entender las políticas de prestamos a empresas, generalmente pymes, que no tienen avales suficientes para poder empezar un proyecto de innovación. Pero subvenciones y sobre todo a grandes empresas no es fácilmente comprensible.
Adicionalmente, todo el burocrátizado y costoso proceso implica una enorme parafernalia de pepeleo, propuestas y evaluaciones, solamente aptas para iniciados y que si la propuesta es aceptada, generará como resultado, montañas de informes inútiles que solamente sirven para justificar legalmente tanto a los que dan las subvenciones como a los que las reciben y que en todo caso sirven para hacer más eficaces a los cazadores de subvenciones de I+D, para cuando se suelten las siguientes presas.