sábado, 29 de febrero de 2020

El código de la circulación


Impulsar un proyecto emprendedor significa empezar una aventura sin una guía detallada de cada giro, obstáculo o trampa que pueda haber en el camino. Sin embargo, existen unas pautas generales para evitar tropezar en las mismas piedras que otros o tener accidentes irreversibles.
En muchos libros y en los estudios de casos que se hacen en los MBA’s, se tratan historias de como determinados emprendedores o ejecutivos resolvieron los problemas que surgían en su proyecto o en su empresa.
Todos las historias, más o menos noveladas, de lo que hicieron los emprendedores famosos en su momento no sirven de nada, solamente como la descripción de una aventura que ni ellos mismos volverían a repetir porque las circunstancias siempre son diferentes, como un río que nunca es el mismo. De todos esos libros se sacan pocas enseñanzas, en todo caso alguna anécdota interesante o algunos consejos que también se pueden encontrar en la bibliografía, pero en sentido contrario.
Otros libros, en vez de aventuras, tratan un determinado aspecto, una metodología o una herramienta y le dan vueltas a algo que se podría plasmar en un monografía de unas pocas páginas.
Lo que en realidad hace falta es un código de la circulación para conducir startups y de estos códigos hay pocos que sean completos y que contengan todos los puntos básicos de una forma estructurada para no cometer una acción que lleve a una infracción o a un accidente grave, aunque estas situaciones peligrosas no se evitan si se conduce alocadamente o en sentido contrario.
Entre estos libros quiero mencionar el clásico de Steve Blank y el de Bill Aulet. Estos dos libros y otros muchos de emprendimiento, me llevaron a escribir este libro de tipo manual de conducción como si fuese el código de la circulación.