Impulsar un proyecto emprendedor significa empezar una aventura
sin una guía detallada de cada giro, obstáculo o trampa que pueda haber en el
camino. Sin embargo, existen unas pautas generales para evitar tropezar en las
mismas piedras que otros o tener accidentes irreversibles.
En muchos libros y en los estudios de casos que se hacen en los
MBA’s, se tratan historias de como determinados emprendedores o ejecutivos resolvieron
los problemas que surgían en su proyecto o en su empresa.
Todos las historias, más o menos noveladas, de lo que hicieron los
emprendedores famosos en su momento no sirven de nada, solamente como la
descripción de una aventura que ni ellos mismos volverían a repetir porque las
circunstancias siempre son diferentes, como un río que nunca es el mismo. De
todos esos libros se sacan pocas enseñanzas, en todo caso alguna anécdota
interesante o algunos consejos que también se pueden encontrar en la
bibliografía, pero en sentido contrario.
Otros libros, en vez de aventuras, tratan
un determinado aspecto, una metodología o una herramienta y le dan vueltas a
algo que se podría plasmar en un monografía de unas pocas páginas.
Lo que en realidad hace falta es un código de la circulación para conducir
startups y de estos códigos hay pocos que sean completos y que contengan todos
los puntos básicos de una forma estructurada para no cometer una acción que lleve
a una infracción o a un accidente grave, aunque estas situaciones peligrosas no
se evitan si se conduce alocadamente o en sentido contrario.
Entre estos libros quiero mencionar el clásico de Steve
Blank y el de Bill
Aulet. Estos dos libros y otros muchos de emprendimiento, me llevaron a escribir
este libro de tipo manual de conducción como si fuese el código de la
circulación.