miércoles, 15 de diciembre de 2021

Una Presidencia de Honor de la Unión Europea


 

La Unión Europea fue en su origen un modelo de valores que, como decía Jean Monnet, debía pretender unir personas, no estados.

“Nous ne coalisons pas des États, nous unissons des hommes”

Para materializar aquellos ideales eran necesarias estructuras de gobierno y gestión que, aunque muy mejorables, constituyen una maquinaria que hoy día ya está en funcionamiento.

Sin embargo, aquel espíritu original de unir a las personas es todavía una tarea pendiente. La consecuencia es que el sentimiento de los ciudadanos por el proyecto europeo languidece, como bien puso de manifiesto el presidente Macron en su memorable discurso en la Sorbona de setiembre del 2017.

Los ciudadanos requieren líderes, no solo estructuras administrativas. Por eso la Unión necesita una figura que encarne y represente, con más poesía que prosa, los valores del espíritu europeo original: una Presidencia Honoraria de la Unión Europea.

Si la política es el arte de aprovechar los momentos, ahora se presenta uno. Tras las elecciones al Bundestag el pasado 26 de setiembre, Angela Merkel ha abandonado la Cancillería Federal desde donde ha dirigido su país e influido notablemente en la política europea durante casi 16 años.

No hace falta glosar aquí la personalidad de Angela Merkel y su compromiso europeísta, que hacen de ella una magnifica candidata para encarnar por primera vez la figura de una Presidencia de Honor de la Unión Europea.