En Cataluña hay siete universidades públicas, dos semi-públicas, tres privadas. Todas las públicas y alguna de las privadas pretenden ser universidades de referencia internacional de la misma forma que la mayoría de las universidades españolas y para ello se presentan a las convocatorias de Campus de Excelencia Internacional del Ministerio de Educación.
Toda medida es comparación y el resultado depende de con quien se compare. Las universidades catalanas son buenas en el entorno español. Sin embargo, no soportan la competencia de las mejores universidades internacionales.
Si el sistema universitario y de ciencia catalán quiere atraer talento, ha de cambiar su modelo y concentrar el que tiene actualmente. Cataluña no puede pretender que todas sus universidades jueguen la "Champions", pero si sería posible tener una que lo hiciese. Una universidad internacional de postgrado que concentre el mejor talento ya existente en el país a través de mecanismos como, por ejemplo, una adscripción temporal de renovación condicionada a resultados, de personas procedentes del resto de universidades y centros de I+D. Adicionalmente, de esta forma el resto de las instituciones sabría más claramente el papel que ha de representar. El fútbol en Cataluña ya tiene un modelo que ha resuelto el problema de concentración con más acierto que el de la política universitaria y de I+D.