El día 5 de mayo, Wall Street sufrió una caída del 9% en un corto periodo de tiempo. Posteriormente, el hecho se justificó como un fallo técnico producido en el proceso de las transacciones automáticas realizadas por ordenador. Otros expertos dijeron que esa explicación no era cierta. EEUU decidió estudiar la eliminación de los procedimientos de compra-venta de acciones por ordenador. En España en la semana siguiente la bolsa sufrió unos picos y valles enormes y muy rápidamente.
Todo estos movimientos han creado problemas importantes no solo para las empresas (sobre todo financieras) sino incluso para los estados. La zona euro y en particular Grecia, han padecido las consecuencias de estas maniobras cuyos gobiernos ahora se encuentran en manos de los mercados financieros que pueden controlarlos en función de sus necesidades de dinero. Es cierto que los gobiernos han jugado peligrosamente al endeudamiento y estas son las consecuencias. Sin embargo, la bolsa, que debería ser un instrumento eficiente de financiación para las empresas y para los estados, se ha convertido en un casino. El sistema necesita inversores y distinguirlos de los especuladores. Los mercados han de dejar claro cuales son sus objetivos.
Hay que buscar soluciones técnicas para evitar confusiones como introducir un retraso en las operaciones o poner impuestos a las transacciones. Crear un mercado paralelo con un cierto grado de estabilidad en la propia bolsa para inversores y mantener el actual donde es posible el juego de los especuladores. Alemania está estudiando soluciones, esperemos que las encuentre.
Todo estos movimientos han creado problemas importantes no solo para las empresas (sobre todo financieras) sino incluso para los estados. La zona euro y en particular Grecia, han padecido las consecuencias de estas maniobras cuyos gobiernos ahora se encuentran en manos de los mercados financieros que pueden controlarlos en función de sus necesidades de dinero. Es cierto que los gobiernos han jugado peligrosamente al endeudamiento y estas son las consecuencias. Sin embargo, la bolsa, que debería ser un instrumento eficiente de financiación para las empresas y para los estados, se ha convertido en un casino. El sistema necesita inversores y distinguirlos de los especuladores. Los mercados han de dejar claro cuales son sus objetivos.
Hay que buscar soluciones técnicas para evitar confusiones como introducir un retraso en las operaciones o poner impuestos a las transacciones. Crear un mercado paralelo con un cierto grado de estabilidad en la propia bolsa para inversores y mantener el actual donde es posible el juego de los especuladores. Alemania está estudiando soluciones, esperemos que las encuentre.