Los gobiernos de los países, de las empresas, de las universidades o de los centros de I+D, se preguntan cual es el ángulo de dispersión o concentración que se debe dar al enfoque de sus actividades, por ejemplo, a las económicas o a las de I+D (otro problema es la dirección hacia el que se realiza dicho enfoque).
Tanto la dispersión como la concentración tiene pros y contras. Por un lado, la diversificación permite abordar una amplia variedad de problemas, generalmente de nivel local. Sin embargo, la especialización, significa dominar un sector, una tecnología o una rama de la ciencia y poder competir internacionalmente.
En muchos casos, realizar cualquiera de las opciones es válida, pero en instituciones complejas es necesario contemplar otros escenarios mixtos como es el caso del modelo de la chincheta.
El modelo de la chincheta, me lo comentó por primera vez el actual director del Parc de Recerca de la UAB, Jordi Marquet, hablando sobre la conveniencia o no de la especialización de las universidades y creo que es una idea interesante que se puede extender a otras instituciones o empresas.
Desde un punto de vista económico, científico y tecnológico, como ocurre en una chincheta, el modelo tiene, por un lado, una base amplia que permite abordar una gran variedad de problemas. Por otro lado, existe una estructura centrada, estrecha y en punta (puntera) que permite profundizar en problemas complejos y especializados. Este modelo dual es suficiente para muchas instituciones que quieren abordar al mismo tiempo problemas de amplio espectro y problemas de alta especialización.
Adicionalmente, cuando la institución es muy compleja, se puede entender que entre la base y la punta hay un tallo que une las dos partes y que funciona como interfase para el relevo de los sectores punta. Por ejemplo, en una universidad, se podría considerar que la base serían las líneas de todos los grupos de investigación, el tallo estaría formado por las líneas de investigación prioritarias y por último en la punta estarían solamente un número muy bajo de líneas estratégicas de alta prioridad.
Cataluña ha considerado un factor positivo el amplio espectro de su economía y de su I+D. Sin embargo, recientemente, la Generalitat de Catalunya ha recibido un informe de la OCDE en el que aparece la recomendación de apostar fuertemente por la especialización. El Govern ha actuado y ha recogido estas recomendaciones en 17 focos prioritarios en el Pla de Recerca i de Innovació (PRI).
La decisión de la Generalitat marca, a mi entender, una tendencia correcta para el tallo de la chincheta, manteniendo a la vez una base amplia y dispersa. Sin embargo, la punta ha de ser más estrecha, creo que Cataluña ha de enfocar más las prioridades estratégicas. Debe, en conclusión, aplicar con más determinación el modelo de la chincheta.