Quiero abordar aquí un elemento como es la financiación inicial, que en muchas ocasiones se valora como el más
importante e imprescindible del ecosistema emprendedor para tirar un proyecto adelante. Sin embargo, muchas otras visiones colocan el dinero como un elemento
más secundario.
La financiación en emprendimiento, en general tiene dos tipos de fuentes bien diferenciadas:
La del dinero interno y la del dinero externo. Entiendo por dinero interno la
fuente de financiación que procede del círculo de influencia emocional del
emprendedor y por dinero externo el que procede de fuera de ese entorno. Las
dos fuentes coinciden generalmente con las dos fases de arranque y maduración
del proyecto emprendedor.
En la primera fase, cuando estamos gestando la idea de negocio o el modelo
de negocio y todavía no tenemos clientes, es muy difícil obtener dinero externo,
porque pocos se arriesgan en este estadio del proyecto. Por tanto es mejor no
perder el tiempo y financiar el proyecto con recursos propios o de las FFF (Family Friends & Fools) donde
también incluyo a los Fools dentro del
círculo de influencia emocional del emprendedor.
A veces hay tipos de proyectos que no requieren demasiado capital
para empezar (como por ejemplo los de
software), sin embargo, todos necesitan una gran dosis personal de
dedicación, empuje y también dinero, aunque sea poco. En realidad, la Financiación inicial
es una componente más del esfuerzo para arrancar un proyecto emprendedor.