jueves, 15 de febrero de 2018

Dos tipos de emprendedores

Los artistas y creadores, normalmente, se entregan a la creación y dejan la explotación de sus obras en manos de otros tales como editoriales, discográficas o galerías. Sin embargo, hay artistas que hacen diferentes funciones y además de crear la obra de arte también la explotan como pasa con un escritor-editor, un compositor-interprete o un pintor-marchante.
 De la misma forma, podemos considerar que hay dos tipos de emprendedores, el creador propiamente dicho, conocido como emprendedor en serie, que una vez creada la empresa deja su ejecución en manos de otros para lanzar otra nueva y el proto-empresario que impulsa el proyecto emprendedor y lidera la empresa resultante.
Hay una diferencia importante entre el artista creador clásico y el emprendedor, por ejemplo, mientras que de un novelista se supone que una vez escrita una obra la entregue a un editor para que la comercialice, del emprendedor se presume que ha de explotar su propia empresa. La diferencia es que un artista puede adquirir prestigio y dinero con solo su labor creativa, sin embargo el emprendedor no adquiere fama y fortuna sino hace también de gestor de su propia obra. Todos los emprendedores de éxito conocidos pertenecen al segundo grupo.
Los emprendedores en serie frecuentemente aportan valor a través de la venta de su startup a otras grandes empresas en un proceso de innovación abierta que les proporcionan a estas, crecimiento inorgánico. Los casos más conocidos son las de los grandes gigantes norteamericanos que compran decenas de startups cada año. Entre las ventas más conocidas podemos mencionar, por ejemplo, Picasa o Nest Labs compradas por Google, Skype o Linkedin compradas por Microsoft, WhatsApp o Instagram compradas por Facebook y Siri o Shazam compradas por Apple.

Sea de forma directa o de forma indirecta, el emprendimiento siempre contribuye con propuestas de valor para la sociedad a través de cualquiera de los dos tipos de emprendedores.