En una
situación de competencia global como la que vivimos la respuesta de una
sociedad solamente puede ser o abrirse a competir o cerrarse a subsistir.
Cerrarse puede
significar o bien una respuesta conservadora de mantenimiento del estatus quo que
salvaguarda los privilegios de las castas extractivas del poder mientras el
resto de la sociedad se hunde irremisiblemente o una respuesta pseudorevolucionaria
que lleve a esa sociedad a una situación de clausura no solo de las fronteras
sino de las mentalidades. Si un país pretende mantenerse en su zona de confort
actual como contestación a la globalización, su futuro estará seriamente
comprometido porque su libertad dependerá de otros y el bienestar de sus
ciudadanos se convertirá en una quimera.
Abrirse, por
el contrario, significa aceptar el reto de la globalización y competir en los
mercados internacionales con respuestas basadas en la innovación. Para eso ha
de ser una sociedad que se arriesgue, que luche, con unos ciudadanos que asuman
el reto de vivir en una sociedad abierta y liberal en el sentido popperiano
para responder al exterior al mismo tiempo con una respuesta solidaria hacia el
interior para mantener un estado de bienestar.
Si queremos
responder al reto del mundo actual necesitamos eliminar el estado burocratizado
e ineficaz que limita innecesariamente la iniciativa privada manteniendo el
capitalismo extractivo del BOE. En España se ha de potenciar la creación de
nuevas empresas con acciones de sensibilización social y con la eliminación de
barreras fiscales, legales y burocráticas innecesarias.
Las empresas
nuevas son las que crean puestos de trabajo y de perfiles cualificados que
mejorarán los salarios de aquellos que en la actualidad trabajan subempleados
(España es el país con la tasa de subempleo mayor de Europa) en empresas de
bajo valor añadido.
El emprendimiento es quien mejor representa
la idea de ese cambio necesario basado en la búsqueda de la solución a través
de la prueba-error y de la tolerancia al fracaso, y es el emprendedor quien encarna
esa idea de libertad, creatividad, entusiasmo por lo que hace, aceptación del
riesgo, pasión por su autonomía, que contrasta con quien acepta su situación
como algo proveniente de fuera que ha de aceptar y no lucha por cambiar. Como he mantenido
repetidamente es necesario impulsar urgentemente la Sociedad del Emprendimiento
como solución.