En el post anterior hablaba de que era emprender y lo encuadraba en un
contexto que no se limitaba al emprendimiento empresarial, sino a una manera de
entender la vida. Todos somos emprendedores en mayor o menor medida, y asumimos
riesgos en muchos casos innecesarios por una recompensa unas veces económica,
pero otras veces psicológica, como puede ser la propia satisfacción personal,
el reconocimiento de los demás o el propio poder.
El emprendimiento, está ligado a la condición haber humana y en el caso de
emprender proyectos empresariales, además de las recompensas personales económicas
y emocionales, las consecuencias pueden extenderse a toda la sociedad.
Los entornos de la Ruta 128 de Massachusetts o el Silicon Valley cimentados
en universidades pioneras como el MIT o Stanford, han mostrado como el
emprendimiento de sus universitarios han cambiado las sociedades donde se
ubican, han repercutido en todo Estados Unidos y se han convertido en un
referente mundial..
No es necesario tomar como ejemplo los grandes polos de Boston o Silicon
Valley. Como dice Mohamed Yunus, pionero del microcrédito, fundador de Grameen
Bank en Bangladesh y Premio Nobel de la Paz: “Es el espíritu emprendedor el que
ha sacado a Bangladesh de la miseria, pese a los politicastros y burócratas”
Dada que nuestra situación y nuestro entorno no están en la situación que
estaba Bangladesh, la dirección sería tomar como ejemplo los modelos de los grandes
polos científicos y tecnológicos mencionados anteriormente. Pero para eso hay
que aumentar el espíritu emprendedor entre nuestros universitarios y formarlos
para iniciar estas aventuras con el menor riesgo posible.
En esta línea todas las universidades públicas catalanas se han unido para
desarrollar un MOOC titulado “Com crear la teva empresa” (ver
aquí) con el fin de fomentar y formar a los universitarios en
emprendimiento.