En noviembre del año pasado vino a dar una conferencia a Barcelona,
invitado por la ACUP, Soumitra Dutta responsable de la Samuel Curtis
Johnson Graduate School of Management en la Cornell University. El profesor
Dutta es un reconocido experto mundial en management empresarial y la
implicación de las tecnologías. En su conferencia, hizo hincapié en la
necesidad de que las universidades fomenten y formen a sus alumnos en
emprendimiento para que creen sus propias empresas en vez de orientarlos a ser
empleados, ya que las grandes corporaciones están dejando de crear ocupación
para introducir de forma masiva la tecnología en todos sus procesos.
En junio, también del año pasado, vino a Barcelona Bill Aulet, Managing
Director, The Martin Trust Center for MIT Entrepreneurship, como conferenciante
invitado al congreso de emprendimiento organizado por Catalunya Emprèn. Uno de
los puntos más resaltables de su conferencia fue que en el MIT solamente se
crean unas 40 spin-off al año, pero en el entorno del MIT se crean unas 900
startup anuales y eso desde hace años. De tal forma que las 25.000 empresas
existentes a partir del ecosistema del MIT tendrían un PIB, si fuesen un país,
que le situarían como la duodécima economía mundial. La pregunta sería ¿Quién
crea tantas empresas? y la respuesta fue clara: los estudiantes y alumni del
MIT, porque su opción profesional prioritaria es crear la propia empresa como
alternativa a trabajar para otros.
Emprender el camino para parecerse a un ecosistema como el del MIT i la
ruta 128 de Massachusetts o Stanford y el Silicon Valley, no es fácil, ni
inmediato. Se necesita un cambio de la mentalidad de nuestros estudiantes y
para ellos nuestras universidades se han de transformar en universidades
emprendedoras como en su día se transformaron de educadoras en investigadoras.
No es suficiente ser una sociedad del conocimiento, hemos de pasar a ser una
sociedad del emprendimiento, si queremos recuperar el mínimo bienestar social
que hemos perdido con la crisis.
Aunque todavía falta mucho camino por recorrer, las universidades
catalanas, que son las que más conozco, están moviéndose en esta dirección,
aprovechando instrumentos como las asignaturas optativas, charlas
transversales, conferencias, seminarios, talleres, días del emprendedor,
espacios de coworking y últimamente los Trabajos Finales de Grado que
actualmente tienen que hacer los alumnos de todas las carreras y donde además
del contenido propio de cada área de conocimiento, pueden tener una parte
dedicada a convertir el desarrollo específico en negocio.
Un exponente de esta sensibilidad ha sido la creación de un MOOC de
emprendimiento por parte de nueve universidades catalanas promovido por la
Generalitat de Catalunya y Asociación de Universidades Públicas Catalanas (ver
aquí), que se impartirá a partir de marzo y que ya tiene la
inscripción abierta. Este es el camino para avanzar hacia unas universidades
emprendedoras.