En entornos más avanzados que el nuestro, el emprendimiento es una
alternativa profesional escogida por muchos universitarios dadas sus
recompensas personales y las relevantes consecuencias en el bienestar social.
Sin embargo, en nuestro país, los estudiantes no consideran emprender como una
opción prioritaria. En realidad, la elección más deseada por ellos, es ser
funcionario o trabajar en una gran empresa de por vida. Esta mentalidad es el
efecto de muchos factores a los que también hemos contribuido los profesores
funcionarios como el paradigma de la estabilidad laboral, así como una sociedad
que ha penalizado la asunción de riesgos y ha desprestigiado la figura del
empresario.
Las universidades son elementos esenciales para el futuro de un país y para
la renovación de su tejido productivo, que es la clave para mantener el
bienestar social. Nuestra sociedad no ha tomado conciencia de que si no creamos
nuevas empresas, las que tenemos serán cada día más viejas y en general menos
competitivas. Es una cuestión de demografía vital empresarial.
Los universitarios pueden ser la semilla más importante para un cambio del
modelo productivo como lo demuestran los entornos creados alrededor de
universidades como el MIT o Stanford, donde la solución no viene de la
transferencia de la I + D, sino de la masiva creación de empresas por parte de
sus estudiantes y ex alumnos.
2.- ¿Qué se debería hacer
para impulsar el emprendimiento en nuestras universidades?
El problema más importante no es de financiación, ni de una gran formación
tipo MBA, ni de la legislación. El problema más importante es cultural y para
que una sociedad cambie de mentalidad el instrumento esencial es la educación.
Nuestras universidades ya han empezado a avanzar por este camino, pero no lo
han hecho con la determinación necesaria.
Uno de los problemas centrales es que muchos educadores, una gran parte de
ellos funcionarios, no creen en una sociedad emprendedora. Por lo tanto será
muy difícil conseguir cambiar la mentalidad de los estudiantes sino es con la
participación de emprendedores externos a la propia academia.
Las dos acciones fundamentales que deberían hacer las universidades para
impulsar el emprendimiento, deberían ser, fomentarla y dar una formación
básica. Estas actividades deberían ser transversales a todos los grados y masters
de cualquier área de conocimiento. Se deberían impulsar acciones implicando
emprendedores externos, como charlas, seminarios, asignaturas optativas,
créditos de libre elección, trabajos finales de grado, y crear unas mínimas
infraestructuras, como incubadoras o espacios de coworking.
Acciones de colaboración entre las universidades para crear un ambiente
adecuado, también son muy importantes. En Cataluña tenemos un ejemplo reciente
con la creación del MOOC "Cómo crear tu empresa" en la plataforma
UCATx (www.ucatx.cat), donde participan todas las universidades públicas
catalanas con el apoyo de la Generalitat y la ACUP.