En los dos últimos posts hemos hablado de la Concienciación y de la Facilitación
del emprendimiento. En este, vamos a hablar sobre el Fomento del mismo,
entendiendo como tal el conjunto de acciones dirigidas a colectivos que ya tienen
una predisposición a lanzar sus propios proyectos emprendedores. Estas acciones
de Fomento, al contrario que en la Concienciación y la Facilitación, requieren
una voluntad de participación por parte de los colectivos a los que van
dirigidas.
Las actividades más frecuentes en este ámbito pueden ser muy diversas, como
por ejemplo, congresos, concursos,
ferias, fórums, reuniones, charlas, conferencias de gurús, etcétera. Muchas de
estas actividades también generan un ambiente propicio a la creación de
contactos que promueven el intercambio de enriquecedoras experiencias
personales entre emprendedores.
Podríamos decir que una vez la sociedad está concienciada y que se han
eliminado las barreras fundamentalmente administrativas para impulsar la Facilitación,
nos podemos dirigir, mediante acciones focalizadas de Fomento, a los
potenciales emprendedores, con el objetivo de alentarlos a crear sus propias
startups.
No solo temporalmente podemos ordenar los diferentes ámbitos de actuación,
sino que estos también se caracterizan por la apertura del enfoque hacia los
colectivos a los que se dirigen. Podemos diferenciar esta apertura desde las
actividades desenfocadas dirigidas de forma global a toda la sociedad, como es el
caso de las iniciativas de Concienciación, que incluyen incluso a los que no
tienen ninguna intención de emprender, pero que valorarían positivamente a los
que sí lo quieren hacer, a enfocarnos en un colectivo más concreto, como en el
caso de las actividades de Fomento, que se dirigen a aquellos que piensan en crear
su propia empresa o incluso a los que ya han empezado a hacerlo.
En el ámbito de las acciones de Fomento, los actores están más cerca de los sectores a los que se dirigen. Estas estructuras pueden ser locales y
diversificadas, tanto privadas, como organizaciones empresariales, redes de
Business Angels o asociaciones y fundaciones, como instituciones públicas, por
ejemplo, ayuntamientos o universidades.
Si la sociedad se conciencia de que el emprendimiento no es solamente una
oportunidad personal para quien emprende, sino que también es una ocasión para
la propia sociedad y además hay una voluntad clara por parte de los
legisladores de facilitar la creación de empresas eliminando las barreras
administrativas, es el momento de impulsar el Fomento del emprendimiento.