
Esto parece entrar en
contradicción con la idea Lean Startup de preguntar a los clientes que nos
ayuden a definir lo que quieren. Sin embargo, no hay tal contradicción, sino
que los clientes no saben explicar bien lo que necesitan o desean, y apelan a
un innovación incremental que intuyen como más próxima y plantean su solución
como una necesidad expresada: “Queremos caballos más rápidos”, aunque la
necesidad real está implícita "Queremos viajar a una mayor velocidad”.
Aunque todas las entrevistas de
validación han de empezar por los early
adopters en el caso de que la solución sea disruptiva hay que hacerlo de
forma ineludible, ya que la aceptación del tipo de solución dependerá de la
sensibilidad y la perspectiva del cliente. En realidad lo que se ha de tratar
de conocer en las entrevistas de validación, son las necesidades reales
implícitas del cliente.