domingo, 27 de junio de 2010

La creación de empresas de base tecnológica

La crisis económica se ha llevado por delante muchas empresas, una buena parte de ellas de baja productividad, como aquellas ligadas a la construcción. Todo ello ha dejado un enorme reguero de parados en el camino. La salida de este pozo pasa por la creación, de forma intensiva, de empresas de alto valor añadido, basadas en el conocimiento. Empresas que aumenten la productividad del sistema empresarial actual que es insuficiente para un futuro aceptable.
Como pasa con las buenas cosechas, la creación de empresas depende entre otras cosas de la fertilidad de la tierra y de su cuidado, de la calidad de las semillas y de la meteorología.
Crear un entorno fertil, implica fomentar la cultura emprendedora, abonar la tierra y cuidar el entorno para que la cosecha crezca con fuerza. Se han de crear las condiciones propicias, desburocratizando el sistema, primando este tipo de inversiones y considerando al emprendedor como alguien que crea riqueza y puestos de trabajo. No estamos en Silicon Valley y conseguir que el entorno sea fértil, no será fácil. Sin embargo, el coste de no hacerlo es simplemente inasumible.
Las ideas y los emprendedores son nuestras semillas. Han de ser abundantes, han de aportar valor y conocimiento. Se ha de hacer llegar a la sociedad que el emprendedor no es un capitalista, que es un creador, que además busca ganar dinero, si pero como también lo hacen los artistas (escritores, pintores o músicos, por ejemplo). Los emprendedores de base tecnológica se pueden encontrar en las universidades y las ideas con futuro pueden salir de las propias universidades y de los centros de I+D. Hasta ahora los planes de creación de spin-off en las universidades no han tenido un gran éxito, pero hay experiencias en otros países que abren puertas a la esperanza.
Por último, la climatología influye de manera notable sobre los resultados de la cosecha. La crisis como fenómeno meteorológico es una oportunidad para la creación de empresas. El paro de los jovenes, incluídos los titulados universitarios, y los drásticos recortes de nuevas plazas de funcionarios en las administraciones obligará a reflexionar a muchos estudiantes universitarios sobre su futuro. Mucho capital particular está cansado de la bolsa-casino como inversión, lo cual está haciendo aparecer nuevos "business angels".
El país lo necesita, las ocasiones existen, hay que actuar ya, no se puede perder la próxima cosecha.

lunes, 14 de junio de 2010

En Cataluña solo hay un Barça

En Cataluña hay siete universidades públicas, dos semi-públicas, tres privadas. Todas las públicas y alguna de las privadas pretenden ser universidades de referencia internacional de la misma forma que la mayoría de las universidades españolas y para ello se presentan a las convocatorias de  Campus de Excelencia Internacional del Ministerio de Educación.
Toda medida es comparación y el resultado depende de con quien se compare. Las universidades catalanas son buenas en el entorno español. Sin embargo, no soportan la competencia de las mejores universidades internacionales.
Si el sistema universitario y de ciencia catalán quiere atraer talento, ha de cambiar  su modelo y concentrar el que tiene actualmente. Cataluña no puede pretender que todas sus universidades jueguen la "Champions", pero si sería posible tener una que lo hiciese. Una universidad internacional de postgrado que concentre el mejor talento ya existente en el país a través de mecanismos como, por ejemplo, una adscripción temporal de renovación condicionada a resultados, de personas procedentes del resto de universidades y centros de I+D. Adicionalmente, de esta forma el resto de las instituciones sabría más claramente el papel que ha de representar. El fútbol en Cataluña ya tiene un modelo que ha resuelto el problema de concentración con más acierto que el de la política universitaria y de I+D.