domingo, 30 de septiembre de 2018

Las ICO como solución a la inversión tradicional


Las necesidades de inversión de una startup suelen ser cubiertas en primera instancia por los recursos propios de los emprendedores o de los bolsillos de los FFF. En el primer caso no suele ser necesario crear la empresa, un acuerdo entre los socios suele ser suficiente. En el segundo caso también es posible, en muchos casos, que las 3F no exijan la creación de la empresa. Sin embargo, cuando la primera inversión es externa, ya sea privada o pública, los inversores necesitan que la empresa esté constituida o se constituya en el mismo acto en el que se realiza la inversión, para dar seguridad jurídica legal al proceso. 

¿Por qué tanto inconveniente en constituir la empresa?

Constituir una empresa, si todavía la startup no factura y sus limitadas actividades económicas pueden pasar a través de uno de los socios sin riesgo para su patrimonio (por ejemplo, no hay personal contratado), puede suponer unos gastos importantes eludibles en ese estado del proyecto (notario, abogados, registro, …) y sobre todo una burocracia oficial que implica la pérdida de un tiempo precioso y también de dinero (asesores, gestores fiscales, contables,…). En fin, una burocracia que está pensada para empresas que ya tienen una velocidad de crucero. Por tanto, si es posible evitarlo, la recomendación sería no constituir la empresa hasta que no sea estrictamente necesario y uno de los motivos de necesidad imperiosa suele ser la inversión externa.
En los últimos tiempos ha aparecido un instrumento de financiación que permite superar los problemas de gasto y falta de agilidad de los sistemas burocráticos oficiales tradicionales. Se trata de los ICO (Initial Coin Offering) que cada día están tomando más protagonismo en la forma de financiar startups.
Las ICO se basan en la metodología blockchain que permite generar, por un lado, una moneda (criptomoneda) de la propia startup (tokens) que funciona como si fuesen participaciones o acciones empresariales, pero sin pasar por ningún notario, ni registro oficial, ni la bolsa y, por otro lado, unos contratos inteligentes (programas informáticos) que regulan de forma automática las relaciones de los inversores y los fundadores, que hace el papel del pacto de socios tradicional.
En otro post hablaremos más de esta nueva forma de financiar startups que son los ICO como una solución a la inversión tradicional.    

sábado, 15 de septiembre de 2018

La ley del embudo


El proceso evolutivo de creación de nueva empresa es un camino de enfoque y aceptaciones/descartes de forma permanente, desde que se percibe una oportunidad como un destello que puede llegar a convertirse en un negocio hasta que se valida el Modelo de Negocio.
Hay personas que tienen estos destellos (Business Flash) frecuentemente. Estos chispazos son intuiciones ambiguas que pueden perder protagonismo y quedarse en un estado de hibernación cuando aparece uno nuevo. Sin embargo, si se quiere analizar uno de ellos hay que seleccionarlo de entre todos y trabajarlo de forma personal. Esta selección constituye la parte más ancha del embudo.
Cuando se selecciona un Business Flash para analizarlo, se entra en la fase de Idea de Negocio. El análisis de una Idea de Negocio tiene como objetivo valorar su viabilidad estudiando rápidamente una serie de rasgos tales como quienes serían los clientes, que problema resolveríamos, cuál sería la competencia y cual nuestra fortaleza principal respecto a ella. Los objetivos de este primer estudio deben permitir decidir continuar con el proyecto o descartarlo. Es una segunda parte del embudo.
Si una Idea de Negocio pasa el filtro del análisis de su valoración, entramos en la fase del Modelo de Negocio. Esta fase de la startup tiene dos pasos: el Diseño y la Validación. El diseño del Modelo de Negocio se suele hacer en equipo y es una profundización de los elementos claves del mismo como son la Propuesta de Valor, el Segmento de Clientes, el Mercado, Los Canales para llegar a él y así hasta 16 elementos como se representa en el Full Business Canvas. En el paso de Valoración se contrasta con los potenciales clientes si nuestro Modelo de Negocio es viable o no. Este paso es fundamental y nos permite confirmar que nuestro proyecto es viable o no. Esta es la tercera parte del embudo.
Si se valida finalmente el Modelo de Negocio, se puede dar el paso de crear la nueva empresa que según cómo evolucione o se gestione tendrá éxito o no y que será la última parte de la ley del embudo.