martes, 30 de septiembre de 2014

Concienciar a una sociedad para ser emprendedora, es potenciar su futuro

Instaurar la cultura del emprendimiento, en una sociedad que no la tiene asumida, no es fácil de conseguir. Los ciudadanos se han de convencer de la necesidad de emprender para mantener el bienestar social y su propio bienestar personal.
Aunque la responsabilidad de resolver los problemas comunes ha de ser de toda la sociedad, en muchos casos, como en el fomento de la cultura emprendedora, la iniciativa ha de arrancar de la propia Administración, porque tiene los instrumentos para hacerlo. Sin embargo, los políticos no han de pretender resolver todo el problema y han de implicar a los ciudadanos en la responsabilidad de resolverlo. La Administración ha de jugar un papel de impulsor, con un discurso claro de la necesidad del emprendimiento, con sus propios programas y con los instrumentos que tiene a su alcance, como son los medios públicos de comunicación y fundamentalmente con la educación.
En Cataluña, que es un caso que conozco, hay numerosas iniciativas para ayudar a impulsar y consolidar proyectos emprendedores. Esto está muy bien, los emprendedores necesitan apoyos de todo tipo, público y privado. Sin embargo, lo que en realidad hace falta, son muchos más proyectos emprendedores y para ello es necesaria una cultura emprendedora generalizada.
Voy a mencionar dos posibles actuaciones públicas que pueden fomentar el crecimiento de la cultura emprendedora: una es el fomento a través de las televisiones públicas. Existen ya algunos programas para acelerar proyectos emprendedores ya creados. Sin embargo, es necesario llegar a etapas previas donde ya sabemos que no tendremos resultados a corto plazo.
Un ejemplo en la línea que menciono la escuche, no hace mucho, en el 1er. Congreso de Emprendimiento de “Catalunya Emprèn. El Conseller de Industria, Felip Puig, contó una anécdota interesante. En un programa infantil muy conocido de la TVC, aparecía un personaje que hacía el papel de malo y que era empresario. El Conseller sugirió a la dirección de la cadena de TV modificar el personaje i parece que la TVC asintió. Es solamente una anécdota, pero es importante. Los niños y niñas no quieren ser los malos del futuro.
En la misma línea, otras instituciones, no pertenecientes a la Administración, como por ejemplo, las cámaras de comercio o las asociaciones empresariales han de concienciar a sus afiliados a dar ejemplo y crear normas de buenas prácticas, premiando a los afiliados que tienen un comportamiento ético y separando a aquellos que no lo tienen. Los emprendedores tienen buena prensa, pero no olvidemos que un emprendedor es un empresario en potencia y estos, en nuestro país, no la tienen.
Una segunda actuación debe ser la educación en los primeros niveles escolares. No se trata de tanto de formar a los niños, sino de educarlos en la conveniencia de emprender y lo que esto significa. El problema es que los educadores no están formados en emprendimiento, ni concienciados de esa necesidad social. Aparte de reformar los planes educativos, la idea sería formar a educadores sensibilizados con este tema, como ya ocurre con la ciencia, donde hay instituciones que lo hacen de forma exitosa en colaboración con el Departamento de Educación.
Concienciar a la sociedad en cualquier tema que tenga que ver con modificar sus valores, es una tarea donde tienen un papel primordial sus líderes y referentes, como intelectuales, deportistas, científicos, artistas, políticos y empresarios. La tareas es compleja y larga, pero concienciar a una sociedad para ser emprendedora, es potenciar su futuro.


lunes, 15 de septiembre de 2014

Seis vectores clave para potenciar el emprendimiento

En varios posts de este blog, he hablado de la necesidad de que nuestra sociedad sea emprendedora si quiere mantener el bienestar de sus ciudadanos y que para conseguirlo ha de definir e impulsar un conjunto de acciones estratégicas.
Cuando me refiero a la sociedad, no me dirijo exclusivamente al sector público como único responsable, sino también la sociedad civil. Es más, el sector público no debería ser el protagonista si existiese una madurez suficiente de la sociedad civil para impulsar el emprendimiento, entre otras muchas cosas a estimular.
Sin embargo, como este no es el caso, las instituciones públicas han de intervenir de manera decidida, unas veces liderando el proceso, otras colaborando con ciudadanos, instituciones y empresas del resto de la sociedad. Para representar todo el proceso global he considerado en la figura de la cabecera de esta entrada, los seis vectores clave para potenciar el emprendimiento.