jueves, 28 de febrero de 2013

El equipo es la clave


Lo importante en una startup, a pesar de lo que mucha gente cree, no es la idea, sino el equipo. Como decía en un post anterior, una idea excelente en manos de un equipo mediocre tiene menos posibilidades de éxito que una idea mediocre en manos de un equipo excelente.
En muchos manuales clásicos de emprendimiento se define al emprendedor como una persona con cualidades extraordinarias como las de visionario, líder, apasionado, audaz, resiliente para sobreponerse a los fracasos, equilibrado emocionalmente, optimista, muy trabajador, resolutivo, buen comunicador y gran organizador. Es decir, que para ser un emprendedor se requiere ser todo un superman. Esto podría llevar a pensar que solamente las personas que cumpliesen estos requisitos podrían emprender.
Para eso están los equipos, las cualidades y conocimientos que le faltan a uno de los emprendedores pueden ser complementadas por las del resto del equipo. Por eso los business angels y los analistas de capital riesgo apuestan por el equipo como el elemento más importante (obviamente no el único) para invertir en una aventura empresarial.
La vida diaria de una startup está llena de problemas de todo tipo y de decisiones que tienen que tomarse para resolverlos. Una buena distribución de responsabilidades entre los miembros del equipo es importante, pero la interacción entre ellos es clave en la toma de decisiones relevantes. Anímicamente, el equipo puede ser clave para sobrellevar las situaciones difíciles que siempre aparecen en una startup.
Las relaciones personales entre los miembros del equipo son muy importantes, sin embargo, la personalidad de cada uno puede producir tensiones que en ocasiones pueden llevar a la ruptura. Siendo este un motivo frecuente de fracaso. Aunque no sea la panacea para resolver todos los conflictos, una recomendación importante a los nuevos equipos es redactar un pacto de socios que determine claramente, entre otras cosas, las responsabilidades de cada uno, los procesos de toma de decisiones, las situaciones en que se marcha o se incorpora un socio, etc.
Se podría pensar que una buena decisión para evitar conflictos sería incorporar al equipo familiares o amigos. Si bien es cierto que en momentos de dificultad la familia y los amigos pueden ser de gran apoyo, si los problemas de la empresa se mezclan con los familiares o los amigos, estos puedan entrar en resonancia y perder empresa y amigos o familiares al mismo tiempo. Otra cosa diferente es, que la familia o los amigos presten fondos o participen como socios sin formar parte del equipo. Esto es muy frecuente y útil para financiar los primeros pasos y se conoce como las tres FFF (Fools, Friends and Family).
Hay que tener mucho cuidado como se forma el equipo, porque con todos sus pros y contras, en una startup el equipo es la clave.

martes, 12 de febrero de 2013

Las buenas ideas son necesarias pero no son suficientes

La idea es el primer elemento para la creación de una startup. Sin embargo, una buena idea empresarial no vale nada si no se pone en marcha. Es como un automóvil que se deja permanentemente en exposición, puede ser estética y mecánicamente perfecto, pero no sirve para nada. 
Hay muchas personas que tienen ideas de negocio que consideran únicas y las guardan celosamente por si algún día deciden ponerlas en marcha. Pero como decía un conocido business angel: "si una idea se oculta porque no existe en el mercado, no me interesa perder tiempo en ella, ya que no existe porque se intentó y no tuvo éxito, o ni siquiera se intento por que no valía pena". 
Por lo general, la misma, o parecida, idea de negocio, la tienen muchos al mismo tiempo, pero solamente durante el proceso de implantación suele encontrarse la manera de convertirla en un negocio de éxito. Muchas empresas famosas saltaron del fracaso al éxito por cambios que se produjeron en el desarrollo del proceso y que no estaban previstos en la idea original. Como, por ejemplo, el caso de Nespresso que fue un fracaso en la década de los 80's y es ahora uno de los mejores negocios de Nestle.
La idea para crear una nueva startup puede nacer de una gran variedad de inputs como, por ejemplo, la percepción de cambios en el entorno social causados por la demografía, o el poder adquisitivo. Es el caso del aumento de personas mayores en la población o la crisis económica, que ha introducido el low cost en la restauración, en los vuelos o la ropa. Una segunda fuente de ideas son los cambios tecnológicos que provocan oportunidades de negocio, como el comercio electrónico, al tiempo que ponen en peligro sectores tradicionales, como esta pasando, por ejemplo, con el mundo de las discográficas. Una tercera fuente de ideas de negocios es la experiencia laboral en un sector determinado y sus necesidades no cubiertas o las mejoras en los procesos o la gestión. Por último, una fuente importante de ideas proviene del conocimiento que se adquiere en viajes o estancias, especialmente en países innovadores o por contactos personales. 
Las posibilidades son muchas, pero lo importante está en hacer una implantación ágil, reaccionar ante las respuestas de los clientes y en gestionar eficientemente los recursos. Para conseguir el éxito de una startup las buenas ideas son necesarias pero nos son suficientes.