jueves, 30 de abril de 2015

No es un problema de políticos perversos, sino de ciudadanos irresponsables

En este blog no suelo hablar de temas políticos, pero últimamente me tienta a hacerlo la situación del país.
En las elecciones generales de hace tres años, el Partido Popular estaba inmerso en un caso de corrupción generalizada, como era el caso Gürtel, que afectaba a buena parte de sus dirigentes. Sin embargo, los ciudadanos le dieron la mayoría absoluta.
En las recientes elecciones andaluzas, el partido socialista estaba sumido en un proceso de corrupción que afectaba a los más altos responsables de su etapa de gobierno anterior. Sin embargo, los ciudadanos le han dado la mayoría.
¿Cuál ha sido el mensaje de la sociedad a los partidos políticos?: Sigan ustedes por esa línea que nosotros les seguiremos votando!!.
Como en este país se ha de buscar algún responsable que no seamos nosotros mismos, es  lo que hemos hecho. Y no es esto, no es esto, como decía Ortega. No se trata de que la justicia actúe, que también. No se trata de que las instituciones sean inclusivas, como dicen Acemoglu y Robinson, para que las naciones no fracasen, que también. Se trata de entender que en una democracia, aunque sea de mala calidad, como es la nuestra, los responsables de su salud somos los ciudadanos.
No es concebible que en las dos situaciones anteriormente citadas, los dos partidos implicados no fuesen duramente castigados con una representación parlamentaria más allá de la residual. Sin embargo,  y lo que es más grave, en las encuestas aparecen todavía en lugares relevantes.
Parece que, menos mal, las cosas, aunque tímidamente, están empezando a cambiar y nuevos partidos aparecen en el panorama político con posibilidades de plantar batalla en las próximas confrontaciones electorales, con mensajes más claros frente a la corrupción. Los votantes hemos de valorar mucho más nuestro voto y castigar de manera contundente a los partidos para que cambien su forma de actuar. Porque los partidos son necesarios en una democracia y el PP y el PSOE deben recibir de los votantes un mensaje diferente y claro para facilitar la necesaria catarsis interna.

Tengo la convicción de que el correctivo no se aplicará en las próximas elecciones del mes de mayo. Sin embargo, creo que deberíamos tener claro que la solución está en nuestras manos, que no es un problema de políticos perversos, sino de ciudadanos irresponsables.

miércoles, 15 de abril de 2015

El emprendimiento como una moda

Algo está de moda cuando es un uso o una costumbre con popularidad en un lugar y en un momento determinado. Las modas son intrínsecamente pasajeras, de temporada, y no representan una necesidad vital para una sociedad. La eclosión del emprendimiento en nuestra colectividad en los últimos años ha hecho que muchas personas hablen de él como si fuese una moda. 
La explosión del emprendimiento en los últimos años ha coincidido temporalmente con la crisis y el enorme aumento del paro. Este auge nos pueda llevar a pensar que el crecimiento del emprendimiento ha sido consecuencia de la crisis económica y del incremento del paro. También podría pasar, que aunque se haya producido por la necesidad de supervivencia y no tenga las características de una moda, igualmente podría ser un fenómeno temporal que desapareciera cuando lo hiciese la crisis. 
Otra explicación de la explosión del emprendimiento, es que nuestra sociedad, y en particular la parte más joven de la misma, se está dando cuenta de que no es posible seguir haciendo las mismas cosas y de la misma forma que siempre y que es necesario buscar nuevas oportunidades para no quedarse fuera del futuro, tanto personal como socialmente. 

En cualquier caso, el empuje del emprendimiento no debe acabar como si fuese una moda, sino que debería generar la decisión colectiva de aprovechar la ocasión para consolidar el emprendimiento y convertirnos en una sociedad mucho más dinámica. Sería un error, aunque la tormenta de la crisis amaine, dejar perder esta oportunidad, entendiendo el emprendimiento como una moda.