domingo, 27 de marzo de 2011

El cuarto poder y la salud de la democracia

Lo más valioso para nosotros es lo más próximo, aquello a lo que nos acostumbramos y que solamente valoramos cuando desaparece. Esto pasa con el aire que respiramos, con la salud propia o la de los nuestros o con su vida. Por eso se han de cuidar estos bienes tan valiosos.
La democracia es un bien próximo y valioso que se ha de cuidar diariamente para que no se degrade. La democracia consiste en un delicado equilibrio de poderes. Entre todos ellos, la prensa tradicional (el cuarto poder) ha sido uno de los que han jugado un  papel clave y su debilitamiento podría afectar, de forma notable, este equilibrio.
En la actualidad, la prensa tradicional está sufriendo una pérdida de poder político como consecuencia de la   aparición de Internet en este escenario. Este proceso de debilitamiento, está llevando a los grupos de comunicación a perder poder económico y como consecuencia a perder su ya precaria independencia.
Internet ha sustituido muchas de las funciones de la prensa tradicional. Las noticias y el periodismo de opinión, aparecen en un universo de publicaciones independientes en Internet a través de periódicos, revistas electrónicas o blogs como este. Es muy probable que este nuevo periodismo continúe expansionándose, profundizando la incertidumbre de si la prensa tradicional se podrá mantener en el nuevo escenario que se dibuja.
El debilitamiento de los grupos de la prensa tradicional, va a condicionar la influencia del cuarto poder tal como lo hemos conocido hasta ahora y esto tendrá consecuencias en la configuración de las relaciones de la democracia. Pero, seamos optimistas, aunque el equilibrio de poderes cambie, no tiene porque significar un debilitamiento de la salud de la democracia. Antes bien, este proceso lo podemos ver como una oportunidad para que la sociedad civil ocupe el cuarto poder que otros habían ocupado. Todo ello lejos aun del primer poder que es el que corresponde a la sociedad. 
  

domingo, 13 de marzo de 2011

Open Education

La Open Innovation (OI), es la moderna estrategia de las empresas para competir en un mundo global. La idea fundamental es aprovechar toda fuente de innovación que puede ayudar a la empresa en sus objetivos fundamentales, sin importar donde se encuentren dichas fuentes, ya sea dentro o fuera de la propia empresa.
Recíprocamente, la OI pretende valorizar todas aquellas innovaciones propias que pueden ser de interés para otras empresas que están dispuestas a explotarlas. La clave es abrirse en vez de practicar el clásico cierre protector de su conocimiento.
De forma similar a la OI, quiero en este post definir la Open Education como la estrategia que lleva a una institución educativa al aprovechamiento de cualquier fuente educativa, interna y sobre todo externa, en la línea de sus principales objetivos institucionales. De la misma forma y en sentido inverso se puede transferir a otras instituciones aquellos recursos educativos que no son estratégicos, pero si lo son para otras instituciones que pueden estar interesadas en explotarlos. La definición dada aquí es mucho más amplia de lo que a veces se conoce como OI y que es en realidad la educación a distancia.
Lo fundamental es la apertura de mentalidad. Hay muchas posibilidades, como por ejemplo la colaboración entre universidades para impartir estudios interuniversitarios. Se puede pensar en caminar hacia la especialización de las universidades a través de una transferencia de profesores o incluso departamentos. Esto mismo se puede hacer en otros niveles no universitarios como el de la formación profesional. 
También se puede pensar en aperturas verticales entre niveles de formación. Sería interesante que estudiantes universitarios adquiriesen conocimientos prácticos en escuelas de formación profesional. El proceso Bolonia lo podría permitir.
Las empresas necesitan de estas nuevas estrategias para sobrevivir y las implantan. Sin embargo, las instituciones educativas, totalmente reguladas y controladas por unos poderes públicos paralizantes, hacen que planteamientos como la Open Education sean un soliloquio prácticamente irrealizable.