viernes, 28 de enero de 2011

The University of Catalonia podría ser el instrumento

Hace unos años se creó la Barcelona Graduate School of Economics pilotada por una serie de brillantes economistas de diferentes universidades y centros de investigación, encabezados por Andreu Mas-Colell. El modelo estaba enfocado a impartir masters de calidad en inglés y enfocados a atraer estudiantes brillantes de no importaba donde.
Este mismo modelo se podría extender a la creación de una serie de escuelas de diferentes campos del conocimiento con investigadores de prestigio, capaces de impartir masters en inglés (de los cuales hay unos 50 en Cataluña) seleccionando los de calidad y capaces de atraer estudiantes de cualquier parte del mundo. Así se podrían crear escuelas de graduados de Biotecnología, Ingeniería, Materiales, etc.
Todas estas escuelas podrían estar bajo un paraguas común de la University of Catalonia (UoC), lo cual permitiría dar a conocer esta estructura para atraer a estudiantes internacionales.
Para tener éxito internacional habría que conseguir estar en los rankings internacionales como los de Xhanghai y Times, que darían la visibilidad internacional necesaria para atraer talento. Para ello se podrían adscribir a la University of Catalonia, los mejores investigadores de centros de investigación y de las universidades catalanas. Esta adscripción debería ser temporal, renovable y remunerada con un complemento negociable en función de la excelencia del candidato y los compromisos de los objetivos a conseguir.  
Las adscripciones de los mejores investigadores supondría una descapitalización de las universidades que debe ser compensada de alguna forma. Mediante cantidades de dinero que permitan contratar substitutos para impartir las clases que dejan los profesores adscritos. Además se podría compensar cada adscripción con una cantidad para rebajar la deuda de las universidades. El problema no es de fácil solución pero si Cataluña quiere tener una visualización internacional no se puede pretender que todas sus universidades estén entre las 100 primeras mundiales.
La gobernanza de la UoC podría ser similar a la UOC. Una fundación sin ánimo de lucro con un rector nombrado directa o indirectamente por el gobierno o el parlamento. Esta solución sería una forma de crear un modelo diferente al de las universidades actuales cuyo problema de gobernanza todo el mundo sabe que existe, pero que nadie se pone de acuerdo en como resolverlo. El govern de la Generalitat quiere intentarlo, pero será muy difícil lograr un acuerdo del calado necesario para competir globalmente y en el hipotético caso de que se lograse, siempre nos quedará París (perdón Madrid).
Cataluña tiene la posibilidad de crear un modelo dual, con una parte competitiva globalmente. IESE, ESADE, y la BGSE ya saben como hacerlo. The University of Catalonia podría ser el instrumento.

domingo, 9 de enero de 2011

Enamorarse de los resultados de la I+D pública

A pesar de la burocracia y las bajas inversiones, en los últimos años se ha construido en España y sobre todo en Cataluña, un sistema de I+D aceptable y hasta notable en algunos campos científicos. Sin embargo, la crisis está trayendo recortes presupuestarios importantes a este tejido a pesar de que los gobiernos central y autonómico habían dicho que no lo iban a hacer.
Muchas voces se están levantando contra estos recortes, con argumentos como: lo que se está jugando es el futuro del país, se están fugando los mejores cerebros, países como Alemania recortan todo excepto las inversiones en I+D, ...
Sin embargo, estas voces no dicen que las inversiones en I+D no son rentables en nuestro país, más que para los que viven del sistema de I+D. Los que hemos estado viviendo de ese dinero deberíamos  mostrar los retornos que tendríamos que haber hecho al país con las inversiones que el país ha hecho en nosotros durante tanto tiempo. 
Es cierto que hemos hecho aportaciones al conocimiento universal pero esto solamente ha servido para dos cosas: 1) para engordar los CV's personales y 2) para que países con capacidad suficiente conviertan en riqueza propia el gasto que en I+D ha hecho nuestra sociedad. Parece que de nuevo tiene actualidad la sentencia unamuniana del "que inventen (investiguen) ellos", si es para ellos. 
La cuestión es que la actividad I+D es condición necesaria para crear una economía del conocimiento, pero no suficiente. Convertir el conocimiento generado en PIB es cosa de dos, como el amor. Si el tejido empresarial no ha estado, ni parece estar, dispuesto a un romance, nada se puede hacer por más que aumente el esfuerzo público en I+D. La solución es la innovación y el espíritu emprendedor para conseguir la creación de un tejido empresarial más innovador capaz de enamorarse de los resultados de la I+D pública.