viernes, 28 de febrero de 2014

Ni Messis, ni Ronaldos, emprendedores que asuman ser protagonistas del mañana

Hace un par de días estuve en el Mobile World Congress, todo un espectáculo tecnológico que me llevo a reflexionar sobre la enorme diferencia de velocidades entre el mundo del MWC y nuestra sociedad. También visité su segunda sede en Montjuic, allí estaban los emprendedores. Hablé con algunos de ellos. Su fuerza e ilusión me han llevado a escribir este post.
 Según la Wikipedia, el emprendimiento es (no está en castellano, aunque si está emprendedor): “In political economics, entrepreneurship is a process of identifying and starting a business venture, sourcing and organizing the required resources and taking both the risks and rewards associated with the venture.”
Casi todo lo que se encuentra en la red sobre emprendimiento y emprendedores hace referencia a la creación de empresas y sin embargo, el emprendimiento es mucho más que crear startups, es una forma de vida, de entender la vida. Después de hablar con muchos emprendedores, como los de esta semana, tengo la convicción de que el futuro (y también el de todos) está en sus manos y no en las de los funcionarios (quien escribe estas líneas es un ex-funcionario con 35 de años de servicio!!).
Los emprendedores, viven permanentemente situaciones de stress y de riesgo, inherentes a la actividad de promover un proyecto nuevo. Una sociedad que aborda proyectos de riesgo y no solo acepta el fracaso como una de sus consecuencias naturales, si no que reconoce el valor de estas actitudes, es una sociedad con mucho más futuro que aquella otra, en la que sus ciudadanos buscan situarse en una zona de confort permanente.  
La sociedad que necesitamos, es aquella donde las soluciones a los problemas no se esperan de los gobiernos, sino que se resuelven desde las oportunidades, y las personas que las impulsan son aquellas que emprenden las acciones necesarias para hacerlas realidad. Un modelo de sociedad estática como la nuestra, en un mundo globalizado y dinámico como el actual, solo es el anuncio de un oscuro futuro.
Nuestra sociedad necesita cambiar y hacerlo rápidamente para adaptarse al ritmo frenético global y eso no se hará si los ciudadanos no lo aceptan primero e impulsan después. Los referentes no han de ser ni Messis, ni Ronaldos, sino emprendedores que asuman ser protagonistas del mañana.

sábado, 15 de febrero de 2014

Aceleradoras Corporativas

Si alguien piensa que la innovación es cara que pruebe el coste de no hacerla. La innovación en empresas consolidadas es una tarea que requiere una cultura ya asumida y un permanente impulso por parte de la dirección. Si la empresa no tiene la cultura innovadora asumida y la dirección no tiene una postura decidida para impulsarla, la innovación no emergerá por generación espontánea. Las empresas que no han tenido la innovación en su ADN y todos los recursos de la misma han estado orientados a mantener el mercado y a la supervivencia de la empresa, implantar un proceso innovador puede ser una tarea muy complicada. La solución es dar un paso más en el paradigma de la Innovación Abierta: Las Aceleradoras Corporativas.
Muchas empresas, especialmente grandes, están innovando la forma de realizar su innovación. Para ello, han creado estructuras propias con el objetivo de incorporar la innovación ya realizada externamente por startups. Es una nueva forma de articular la Innovación Abierta. Estas estructuras conocidas como aceleradoras corporativas pueden permitir lograr un crecimiento inorgánico para potenciar o agrandar su propio mercado. No se trata exclusivamente de absorber directamente las startups, sino de crear alianzas estratégicas con ellas. Las grandes multinacionales tienen capacidad para poder hacer esto de forma global, ya que su distribución internacional les permite tener antenas para detectar y filtrar las oportunidades de startups con gran potencial, en todo el mundo.
En el otro lado de la calle, se encuentran esas startups creadas por emprendedores, muchos de ellos en condiciones precarias, y aunque quizás ya empiezan a tener clientes, no pueden hacerlas crecer a la velocidad que querrían, ya que no tienen recursos y sobre todo no tienen acceso a los mercados. Hay una clara complementariedad entre los actores situados en las dos aceras opuestas. Actores que pueden obtener un beneficio mutuo si colaboran.
En las medianas empresas, el problema es más complicado ya que estas no tienen capacidad para mantener todo el proceso internamente. Para solucionar el problema pueden externalizar la gestión en empresas especializadas, bajo la supervisión de la propia empresa. Una solución adicional es agruparse varias empresas medianas complementarias para crear una aceleradora que permita distribuir los costes y aprovechar las economías de escala que significan la colaboración.
Las startups necesitan vías de consolidación y crecimiento y las empresas tradicionales necesitan introducir la innovación para su futuro y sin distraerse de su objetivo fundamental que es mantener su mercado. En conclusión, para innovar en Innovación Abierta, un paso adelante pueden ser las Aceleradoras Corporativas.