sábado, 31 de julio de 2010

El modelo de la chincheta

Los gobiernos de los países, de las empresas, de las universidades o de los centros de I+D, se preguntan cual es el ángulo de dispersión o concentración que se debe dar al enfoque de sus actividades, por ejemplo, a las económicas o a las de I+D (otro problema es la dirección hacia el que se realiza dicho enfoque). 
Tanto la dispersión como la concentración tiene pros y contras. Por un lado, la diversificación permite abordar una amplia variedad de problemas, generalmente de nivel local. Sin embargo, la especialización, significa dominar un sector, una tecnología o una rama de la ciencia y poder competir internacionalmente.
En muchos casos, realizar cualquiera de las opciones es válida, pero en instituciones complejas es necesario contemplar otros escenarios mixtos como es el caso del modelo de la chincheta.
El modelo de la chincheta, me lo comentó por primera vez el actual director del Parc de Recerca de la UAB, Jordi Marquet, hablando sobre la conveniencia o no de la especialización de las universidades y creo que es una idea interesante que se puede extender a otras instituciones o empresas.
Desde un punto de vista económico, científico y tecnológico, como ocurre en una chincheta, el modelo tiene, por un lado, una base amplia que permite abordar una gran variedad de problemas. Por otro lado, existe una estructura centrada, estrecha y en punta (puntera) que permite profundizar en problemas complejos y especializados. Este modelo dual es suficiente para muchas instituciones que quieren abordar al mismo tiempo problemas de amplio espectro y problemas de alta especialización.
Adicionalmente, cuando la institución es muy compleja, se puede entender que entre la base y la punta hay un tallo que une las dos partes y que funciona como interfase para el relevo de los sectores punta. Por ejemplo, en una universidad, se podría considerar que la base serían las líneas de todos los grupos de investigación, el tallo estaría formado por las líneas de investigación prioritarias y por último en la punta estarían solamente un número muy bajo de líneas estratégicas de alta prioridad.
Cataluña ha considerado un factor positivo el amplio espectro de su economía y de su I+D. Sin embargo, recientemente, la Generalitat de Catalunya ha recibido un informe de la OCDE en el que aparece la recomendación de apostar fuertemente por la  especialización. El Govern ha actuado y ha recogido estas recomendaciones en 17 focos prioritarios en el Pla de Recerca i de Innovació (PRI).
La decisión de la Generalitat marca, a mi entender, una tendencia correcta para el tallo de la chincheta, manteniendo a la vez una base amplia y dispersa. Sin embargo, la punta ha de ser más estrecha, creo que Cataluña ha de enfocar más las prioridades estratégicas. Debe, en conclusión, aplicar con más determinación el modelo de la chincheta.

sábado, 17 de julio de 2010

La burbuja del ladrillo, una crisis no solo económica

El negocio del ladrillo en nuestro país ha sido la típica pirámide especulativa donde todo el mundo piensa hacerse rico al grito de tonto el último. 
Los bancos y cajas repartiendo hipotecas con dinero prestado, los compradores viendo que sus viviendas se revaluaban día a día y en especial la clase media porque también se revaluaba su segunda o tercera vivienda. Los inmigrantes remando hacia lo que pensaban era un futuro prometedor. Los ayuntamientos financiandose de licencias y recalificaciones. Las comunidades autónomas aumentando sus recursos a partir de los impuestos de transferencias patrimoniales y el estado aumentando sus ingresos hasta conseguir tener superávit. 
Pero con ello han pasado cosas, como el desvío de enormes cantidades de dinero a actividades de baja productividad y sin futuro, la mentalización de que conseguir hacerse rico sin esfuerzo era una cosa fácil, la aparición de una gran cantidad de corruptos y de gente adicta al pelotazo, la trasformación de la sociedad luchadora de la transición en una de derechos y donde la atracción del único talento que ha llegado al país lo ha hecho en patera.
Finalmente ha explotado la burbuja, la pirámide de naipes se ha caído y ha llegado el invierno de la crisis para las cigarras.  La clase política ha perdido el poco prestigio que tenía, la gente ha perdido su trabajo, los inmigrantes han perdido su oportunidad, la clase media ha perdido su riqueza, la banca ha perdido su credibilidad, los ayuntamientos han perdido su mejor fuente de ingresos, el país ha perdido su solvencia, los empresarios han perdido un dinero puesto en el sitio equivocado, los hipotecados han perdido sus viviendas o el valor de las mismas, la costa ha perdido su capacidad de un turismo de valor añadido...Todos hemos perdido.
El problema es que la crisis ha venido a instalarse, a quedarse con nosotros durante una buena temporada. Qué despertar!!, sobre todo para los más de cuatro millones y medio de parados. Es necesario cambiar, despertarse y darse cuenta que la crisis necesita una respuesta no solamente económica sino política, social y cultural.