domingo, 31 de julio de 2016

La Facilitación de la creación de nuevas empresas

Para impulsar la transformación de un país hacia una sociedad emprendedora, la Facilitación es un requisito imprescindible que consisite en todas aquellas acciones que llevan a allanar el camino para crear nuevas empresas. La facilitación es un proceso que busca simplificar y si es posible eliminar las trabas, fundamentalmente legales, administrativas y burocráticas, para que el emprendimiento funcione con la mayor agilidad posible.
En España, lo que realmente se necesita, es una potente allanadora que destruya todos los constantes obstáculos que la burocracia ha ido colocando en el camino. Los cambios precisos e ineludibles son esencialmente legales. Hay que eliminar trámites e intermediarios innecesarios para poder crear empresas y para cerrarlas, de forma ágil. También sería muy conveniente mejorar las condiciones fiscales de las nuevas empresas y de los procesos para su financiación.
Crear una empresa en este país implica superar un cúmulo de barreras superfluas que sustraen tiempo y dinero del que carecen a aquellos que quieren arriesgarse a crear riqueza. En el otro lado, están los que construyen los muros que protegen, en forma de estructuras administrativas del siglo pasado, el poder y los privilegios de intermediarios inútiles, como los registros mercantiles o los notarios, cuya existencia y funcionamiento no tienen ningún sentido en una sociedad digital. La solución no es difícil, solamente se necesita copiar o adaptar los procedimientos que ya funcionan en una buena parte de los países avanzados que crean un mayor número de nuevas empresas. Adicionalmente, los mencionados intermediarios introducen una complejidad regulatoria que implica la necesidad de contratar servicios legales de terceros, los cuales encarecen, todavía más, el proceso creativo de manera notable, en particular cuando las nuevas empresas son startups de jóvenes emprendedores.
Según el Banco Mundial, en este año 2016, España ocupa el lugar 82 por la dificultad de crear una nueva empresa, aunque la facilidad para hacer negocios ha mejorado sensiblemente desde el año 2014 donde ocupaba el lugar 52, al 33 que ocupa en la actualidad.
En principio, las facilidades para crear empresas deberían ser iguales o similares en toda la Unión Europea. De hecho, según la Comisión Europea, todos los ciudadanos de la Unión tienen derecho a crear su propia empresa en cualquier país miembro, o a crear una sucursal o filial de una empresa ya existente en otros países miembros de la Unión, recomendando a cada Estado que cumplan una serie de objetivos en materia de trámites y de costes que España, entre otros, no cumple. Entre ellos, la Unión pide:
 -  Que el tiempo para crear una empresa no supere como máximo los tres días. 
 -  Que el coste no supere los 100 €. 
 -  Que todos los trámites se puedan hacer a través de un único organismo. 
   Que sea posible completar online todas las formalidades de registro.
 -   Que pueda hacerse el registro online de una empresa desde otro país de la UE.
La globalización nos lleva inexcusablemente a una liberalización y agilización del proceso de creación de nuevas empresas, en la línea que aconseja la Unión Europea. El gobierno tendría que utilizar estos consejos como argumentos para realizar un cambio regulatorio en profundidad para la facilitación de la creación de nuevas empresas.

viernes, 15 de julio de 2016

Impulsar la Concienciación

Para que un país pase de una sociedad del conocimiento a una sociedad del emprendimiento es necesaria la concurrencia de diferentes procesos, como son: La Concienciación, la Facilitación, el Fomento, la Formación, el Soporte, la Financiación y la Aceleración. En cada uno de estos ámbitos hay diferentes actores principales que deben intervenir si se quieren alcanzar buenos resultados.
El ámbito más general es la Concienciación que actuaría como el abono que haría germinar la cultura del emprendimiento. El actor principal en este caso ha de ser la Administración que es quien debe utilizar todos los instrumentos a su alcance para diseminar el valor del emprendimiento como base del futuro. Sus herramientas van desde la intervención en la programación de las televisiones públicas, hasta el discurso político, pasando evidentemente por los presupuestos generales.
Un ejemplo cercano han sido y son los programas de la TVE como “Tu oportunidad” hace un par de años en un prime time y en la actualidad  “Emprendedores”.
Sin embargo, una acción clave es el discurso político que alabe permanentemente los valores de los emprendedores, como la búsqueda de oportunidades, el esfuerzo y la tenacidad para conseguir sus objetivos o la asunción de riesgos, y proponer estas actitudes como ejemplo para la sociedad y hacerlo de forma permanente con la presencia y la intervención en los medios, actos, cursos, congresos, etc. Por ejemplo, la presencia hace un par de semanas de Barak Obama en el Global Entrepreneurship  Summit en Stanford refuerza una cultura que ya existe en Silicon Valley pero resuena en todo EEUU y en el mundo con sus palabras como: “Part of this summit’s job is to make sure we are putting more tools, more resources into the hands of these folks who are changing the world”.
Es en nuestro país donde hace falta concienciar a la sociedad con actuaciones políticas que deberían ser continuas. Solamente el Rey hace intervenciones frecuentes con referencias a la necesidad de emprender para mejorar las situaciones personales, así como para regenerar la sociedad. El problema está en nuestros políticos electos, que deberían estimular esta cultura pero ellos mismos no tienen la mentalidad necesaria para hacerlo y en ese caso la pregunta sería ¿Cómo romper ese círculo vicioso de concienciar al teórico "concienciador"? Y sin embargo, para que el país consiga ser una sociedad del emprendimiento es necesario encontrar un camino para impulsar la Concienciación.