El proceso evolutivo de creación
de nueva empresa es un camino de enfoque y aceptaciones/descartes de forma
permanente, desde que se percibe una oportunidad como un destello que puede llegar
a convertirse en un negocio hasta que se valida el Modelo de Negocio.
Hay personas que tienen estos
destellos (Business Flash) frecuentemente. Estos chispazos son intuiciones
ambiguas que pueden perder protagonismo y quedarse en un estado de hibernación cuando
aparece uno nuevo. Sin embargo, si se quiere analizar uno de ellos hay que
seleccionarlo de entre todos y trabajarlo de forma personal. Esta
selección constituye la parte más ancha del embudo.
Cuando se selecciona un Business
Flash para analizarlo, se entra en la fase de Idea de Negocio. El análisis de
una Idea de Negocio tiene como objetivo valorar su viabilidad estudiando
rápidamente una serie de rasgos tales como quienes serían los clientes, que
problema resolveríamos, cuál sería la competencia y cual nuestra fortaleza
principal respecto a ella. Los objetivos de este primer estudio deben permitir
decidir continuar con el proyecto o descartarlo. Es una segunda parte del
embudo.
Si una Idea de Negocio pasa el
filtro del análisis de su valoración, entramos en la fase del Modelo de
Negocio. Esta fase de la startup tiene dos pasos: el Diseño y la Validación. El diseño del
Modelo de Negocio se suele hacer en equipo y es una profundización de los
elementos claves del mismo como son la Propuesta de Valor, el Segmento de
Clientes, el Mercado, Los Canales para llegar a él y así hasta 16 elementos
como se representa en el Full Business Canvas. En el paso de Valoración se
contrasta con los potenciales clientes si nuestro Modelo de Negocio es viable o
no. Este paso es fundamental y nos permite confirmar que nuestro proyecto es
viable o no. Esta es la tercera parte del embudo.
Si se valida finalmente el Modelo
de Negocio, se puede dar el paso de crear la nueva empresa que según cómo
evolucione o se gestione tendrá éxito o no y que será la última parte de la ley
del embudo.