lunes, 15 de agosto de 2016

El momento de impulsar el Fomento del emprendimiento

En los dos últimos posts hemos hablado de la Concienciación y de la Facilitación del emprendimiento. En este, vamos a hablar sobre el Fomento del mismo, entendiendo como tal el conjunto de acciones dirigidas a colectivos que ya tienen una predisposición a lanzar sus propios proyectos emprendedores. Estas acciones de Fomento, al contrario que en la Concienciación y la Facilitación, requieren una voluntad de participación por parte de los colectivos a los que van dirigidas.
Las actividades más frecuentes en este ámbito pueden ser muy diversas, como por ejemplo,   congresos, concursos, ferias, fórums, reuniones, charlas, conferencias de gurús, etcétera. Muchas de estas actividades también generan un ambiente propicio a la creación de contactos que promueven el intercambio de enriquecedoras experiencias personales entre emprendedores.
Podríamos decir que una vez la sociedad está concienciada y que se han eliminado las barreras fundamentalmente administrativas para impulsar la Facilitación, nos podemos dirigir, mediante acciones focalizadas de Fomento, a los potenciales emprendedores, con el objetivo de alentarlos a crear sus propias startups.
No solo temporalmente podemos ordenar los diferentes ámbitos de actuación, sino que estos también se caracterizan por la apertura del enfoque hacia los colectivos a los que se dirigen. Podemos diferenciar esta apertura desde las actividades desenfocadas dirigidas de forma global a toda la sociedad, como es el caso de las iniciativas de Concienciación, que incluyen incluso a los que no tienen ninguna intención de emprender, pero que valorarían positivamente a los que sí lo quieren hacer, a enfocarnos en un colectivo más concreto, como en el caso de las actividades de Fomento, que se dirigen a aquellos que piensan en crear su propia empresa o incluso a los que ya han empezado a hacerlo.
En el ámbito de las acciones de Fomento, los actores están más cerca de los sectores a los que se dirigen. Estas estructuras pueden ser locales y diversificadas, tanto privadas, como organizaciones empresariales, redes de Business Angels o asociaciones y fundaciones, como instituciones públicas, por ejemplo, ayuntamientos o universidades.

Si la sociedad se conciencia de que el emprendimiento no es solamente una oportunidad personal para quien emprende, sino que también es una ocasión para la propia sociedad y además hay una voluntad clara por parte de los legisladores de facilitar la creación de empresas eliminando las barreras administrativas, es el momento de impulsar el Fomento del emprendimiento.