Una cuestión importante en el
mundo del emprendimiento es si los emprendedores han de ser jóvenes o también
pueden ser mayores. Por un lado los jóvenes pasan por ser más creativos, dinámicos
y apasionados, además, en general, no tienen responsabilidades familiares y
pueden asumir mayores riesgos, sin embargo, a estos jóvenes les falta la
experiencia y muchas veces una dosis de prudencia necesaria. Los inversores
creen que los jóvenes y sobre todo aquellos para los el proyecto emprendedor es
su vida son los objetivos en los que interesa invertir ya que se van a dejar la
piel en el proyecto.
Hace unos meses estuve involucrado
en una situación que responde a lo expuesto en el párrafo anterior. Tres socios,
uno joven (a dedicación total) y dos mayores (a media jornada) habíamos
impulsado un proyecto emprendedor dos años antes y habíamos llegado a conseguir
un sistema hard-soft que empezaba a funcionar aceptablemente y teníamos los
primeros clientes. A pesar de que el Modelo de Negocio no estaba totalmente validado,
el socio joven quería crecer rápidamente y empezó a buscar inversores que
finalmente propusieron entrar en el capital con la condición de que los socios
mayores y no dedicados a tiempo completo, vendiésemos nuestra participación.
Los socios seniors pensábamos que era precipitado
hacer escalar la empresa en aquellos momentos pero ante una presión “todo o
nada” decidimos aceptar las condiciones de los inversores y vender la mayor parte
de nuestra participación. Más de medio año después de la entrada de los
inversores, la empresa no está cumpliendo las expectativas con las que se
presentó el proyecto a los inversores y la facturación está muy lejos de las
optimistas previsiones iniciales.
Esto me lleva a pensar si es acertada
la prioridad de los inversores cuando financian proyectos de emprendedores
jóvenes y dejan en segundo término las inversiones en proyectos liderados por seniors.
En un estudio hecho por
investigadores de varias instituciones americanas, como la Kellogg School of Management, el US Census Bureau y el MIT,
combinando diferentes fuentes de datos de la Administración de los EEUU y
recogido en este artículo se muestra como las personas con experiencia
crean más empresas y con más éxito que las personas jóvenes, por ejemplo, la
probabilidad de éxito de un emprendedor de 50 años es casi el triple (2,8
veces) de la de un emprendedor de 25 años y que son esos emprendedores seniors los que
logran que sus empresas alcancen mayor tamaño que las creadas por los
emprendedores de 25 años (1,6 veces).
De mi experiencia personal
como emprendedor y como mentor, una buena mezcla de entusiasmo y experiencia
pude ser la mejor combinación para triunfar en el mundo del emprendimiento. La
opción no es jóvenes o seniors, sino jóvenes y seniors.