La farmacia comunitaria está
sufriendo una profunda transformación digital. Uno de estos cambios es el servicio
de telemedicina asistida desde la farmacia. Esta implantación no busca
reemplazar la atención médica presencial, sino complementarla, mejorando la
atención al paciente, la eficiencia del sistema sanitario y la sostenibilidad
de la propia farmacia.
Para la farmacia, la telemedicina
asistida amplia su rol, transformando al farmacéutico en un facilitador de
servicios sanitarios avanzados. La telemedicina asistida permite la gestión de
problemas puntuales y el seguimiento de pacientes crónicos.
El valor crucial reside en que la
telemedicina asistida va más allá de una simple videollamada, permitiendo
realizar exploraciones online utilizando dispositivos conectados (otoscopios,
dermatoscopios, fonendoscopios, ECGs, etc.), con el farmacéutico actuando como
colaborador en remoto del médico.
Diagnóstico preciso
Esta visita médica al paciente,
facilitada por la proximidad de la farmacia, asegura un diagnóstico preciso
(gracias a la información proporcionada por los dispositivos) sin necesidad de
que el paciente se traslade, quien, a su vez, puede recibir el informe y la
receta en el mismo acto. Al ofrecer este servicio, la farmacia se consolida
como un centro de salud de referencia, reforzando su prestigio y atrayendo
clientes.
Desde una perspectiva sistémica,
la telemedicina a través de la red capilar de farmacias ofrece beneficios
estructurales como combatir la brecha de accesibilidad, especialmente en
áreas rurales, donde se convierte en un punto clave para acceder a atención
médica de calidad, reduciendo las desigualdades geográficas y sociales.
La telemedicina asistida en la
farmacia comunitaria es una estrategia sanitaria inteligente que acerca la
atención médica al ciudadano de forma rápida y segura y consolida el papel del
farmacéutico como agente esencial
Más eficiencia
asistencial
Otra aportación de la
telemedicina asistida desde la farmacia es la de aumentar la eficiencia
asistencial para resolver problemas médicos sin demora o realizar una correcta
derivación de los casos más urgentes, reduciendo, con esta estrategia, las
visitas innecesarias a los servicios de Atención Primaria y a las Urgencias
hospitalarias.
Adicionalmente, este tipo de
telemedicina potencia la coordinación entre farmacéuticos y médicos, una
colaboración reclamada repetidamente por sus correspondientes
asociaciones.
Ejemplos cercanos
El modelo de telemedicina
asistida ya es una realidad remunerada en países como Francia. Mediante
acuerdos con el Seguro de Salud, se reconoce al farmacéutico como
"profesional de apoyo" en la videoconsulta. El sistema francés
contempla una ayuda fija para la adquisición de equipos (otoscopio y
estetoscopio conectados, etc.) y una compensación variable por acto
realizado, incentivando la participación. Tras la implementación en 2019, se
facturaron más de 60.000 actos de teleconsulta, con un incremento de hasta
3.300 actos semanales en ese periodo inicial.
En conclusión, la telemedicina
asistida en la farmacia comunitaria no es solo una tendencia, sino una
estrategia sanitaria inteligente que acerca la atención médica al ciudadano de
forma rápida y segura que optimiza los recursos del sistema y consolida el
papel del farmacéutico como un agente esencial en la atención médica.
