sábado, 31 de enero de 2015

Herramientas para la formación universitaria en emprendimiento

Como ya he comentado en otras entradas de este blog, considero que la formación universitaria en emprendimiento es muy importante, tanto para los propios estudiantes, como para la propia sociedad. Sin embargo, creo que las universidades no están utilizando todos los instrumentos que tienen a su disposición para implantarla.
Entre las herramientas posibles, en primer lugar quiero mencionar las asignaturas optativas. Estas asignaturas (optativas o no)  generalmente solo están en grados muy concretos, como por ejemplo, en estudios de economía o empresariales. Cuando en realidad, deberían estar incluidos en otros muchos estudios. Esto suele suceder porque los departamentos ligados a una titulación no tienen interés en este tipo de asignaturas alejadas de su ámbito de investigación.
Una solución alternativa serían los créditos de libre configuración. Aunque la idea del Ministerio es que estos créditos estén orientados a actividades culturales, asociativas, deportivas o solidarias, en algunas universidades ya se tienen en cuenta otro tipo de cursos transversales como lenguas, ética, etc., siguiendo la filosofía de las actividades de los créditos de libre elección de las antiguas licenciaturas y diplomaturas. Con esta idea se podrían hacer cursos, seminarios, talleres, conferencias y además permitirían reunir estudiantes de diferentes facultades y escuelas.
Otro instrumento con interesantes posibilidades, se abre con la introducción generalizada de los trabajos final de grado para todas las titulaciones. Mi experiencia en dirigir proyectos fin de carrera en las antiguas titulaciones de ingeniería, me han permitido tutorizar proyectos que han tenido una parte técnica y una parte ligada a la creación de una empresa como consecuencia final del desarrollo de la parte técnica. Es más, estos proyectos, los he dirigido para grupos de dos o tres alumnos. Los alumnos defendían en conjunto la parte común, pero también tenían que defender la parte personal, tanto técnica (el título al que optaban era de ingeniero), como la parte empresarial.  
Una de las  limitaciones de estos proyecto era que todos los componentes de los grupos eran estudiantes de ingeniería, ya que el resto de estudios no tenían que hacer este tipo de proyectos. Como actualmente los trabajos final de grado, son obligatorios para todos los estudiantes independiente de la carrera, se debería fomentar la realización de proyectos con grupos mixtos formados por estudiantes procedentes de diferentes facultades, donde la diversidad enriquecería los proyectos con visiones multidisciplinares. De momento, no he podido convencer a dos facultades diferentes para hacer un proyecto piloto.
Otro posible instrumento que pienso que podría ser interesante, es que todos los alumnos tuviesen la oportunidad, y les fuese valorada, de introducir un breve estudio del modelo de negocio de su trabajo final de grado (si es que el proyecto se adecúa). Aquí los directores de proyectos deberían impulsar el que así fuese. Quizás ellos mismos necesitarían una pequeña formación o soporte.

La universidad puede hacer más por la empleabilidad de los estudiantes y dada la situación de los jóvenes egresados de nuestras universidades creo que se deberían implantar y utilizar todas las posibles herramientas para la formación universitaria en emprendimiento.