jueves, 30 de abril de 2020

Perder el tiempo y el dinero en burocracia


Todos los autores, blogueros, twiteros y otros especímenes del mundo del emprendimiento, entre los que me incluyo, hablamos permanentemente de los errores que cometen los emprendedores cuando impulsan un proyecto emprendedor.
Hoy voy a hablar de uno de ellos, que consiste en constituir la empresa cuando todavía no se tiene un producto que vender y no se ha validado el Modelo de Negocio, cuando todavía no se tiene ningún cliente o ni tan siquiera usuarios reales.
He de empezar diciendo que un MVP (Minimum Viable Product) es una definición desafortunada que lleva a confusión, que sea viable no quiere decir que ya funcione, sino que puede funcionar en el futuro, lo cual no deja de ser un prototipo (no un producto), por muy avanzado que esté su desarrollo. Sirve para enseñar, pero no para vender. Quizás tiene futuro, pero todavía no presente. Si de verdad es un producto, la “V “de Viable debería ser “V” de Vendible, aunque le falten características, aunque la interfase no sea amigable, aunque falle o se cuelgue a veces.
El Mínimo Producto Vendible (Minimum Marketable/Salable Product cuyas siglas podrían ser MMP/MSP) es aquel producto que funciona, aunque incompleto, por el que alguien está dispuesto a pagar, aunque sea con un importante descuento, alguien al que le puede ser útil a pesar de las deficiencias, alguien que ha hecho un gesto muy sencillo: sacar la cartera y pagar por él. ¡¡Ese alguien no es ni más ni menos que un cliente!!
Es entonces, cuando podemos hacer la primera factura, cuando se puede pensar (no necesariamente hacerlo) en constituir la empresa, nunca antes. ¡¡No cometas ese error!!, eso es lo que explico permanentemente a mis alumnos de emprendimiento.
Pero ya se sabe, “en casa del herrero cuchillo de palo”.  Nuestro equipo ha constituido Ekiter (ekiter.com) antes de tener el Mínimo Producto Vendible. Bueno, hace falta explicarlo: Ekiter es un Ecosistema Emprendedor Digital y una de las partes centrales es un crowdfunding para financiar proyectos emprendedores en fase muy inicial de diseño y validación del Modelo de Negocio. Un crowdfunding de este tipo necesita recibir las aportaciones de los patrocinadores a través de una entidad de pagos y estas fintech obligan a tener creada la sociedad para poder operar.
La constitución de Ekiter me he hecho revivir las dificultades de anteriores aventuras emprendedoras perdiendo el tiempo y el dinero que implica crear una empresa en este país y no digo nada de las dificultades cuando finalmente he tenido que cerrar alguna de ellas ya sin recursos, cosa que ocurre en el 70-80% de los casos.
Impulsar un proyecto emprendedor ya es suficientemente duro como para tener que arrastrarse por una “pista americana burocrática”. Por eso hemos creado Ekiter, para evitar a los emprendedores tener que perder el tiempo y el dinero en burocracia.