domingo, 30 de junio de 2019

Startups como sabia nueva


La innovación disruptiva en las empresas consolidadas es una tarea compleja ya sea debido tanto a componentes externos como, sobre todo, a factores internos.

Desde un punto de vista externo una empresa consolidada tiene un mercado formado por unos segmentos de clientes que esperan un tipo de productos determinados y por unos suministradores que conocen bien sus necesidades y sus demandas de bienes y servicios. Cambiar de forma radical de productos no es fácil. No es de esperar que Audi venda ordenadores o que Microsoft venda coches. Aunque no es nada fácil, sería posible que ambas abriesen nuevos mercados con productos innovadores, pero esa innovación sería fundamentalmente incremental y solamente de forma excepcional, disruptiva.

Desde un punto de vista interno el problema es todavía más complejo. En primer lugar, los inversores y accionistas de empresas consolidadas tienen como objetivo conseguir beneficios y crecimientos estables y no son proclives a que una empresa madura asuma riesgos poco controlados. Sin embargo, el problema más importante para el cambio de una empresa consolidada son sus estructuras organizativas internas que suelen ser inmovilistas y de transiciones lentas debido a la cultura, las actitudes, los intereses personales, etc., es decir que como dice la Ley Martec, los cambios tecnológicos son exponenciales y tendrían que llevar a las empresas a cambios de este tipo, sin embargo, los cambios en las estructuras organizativas de las empresas se producen de forma logarítmica. Con el tiempo las empresas se vuelven demasiado lentas para la toma de decisiones, en los procesos de adaptación a los cambios, en reestructurar la organización o en identificar oportunidades. Es decir, igual que pasa con los humanos, cuanto más consolidada es una empresa más lenta y conservadora se vuelve.

De todo ello se deduce que son las organizaciones jóvenes, las que están cerca del t=0, las que todavía no tienen estructuras consolidadas, las que pueden crecer al mismo ritmo de la tecnología, que son esas startups las que mejor se adaptan a los cambios.

Las empresas consolidadas pueden aprovechar esta dinámica de las startups para incorporarlas en su organización, ampliando su porfolio de productos y sobre todo adquiriendo talento creativo para sus equipos. En un proceso de innovación abierta, las empresas consolidadas pueden incorporar a sus organizaciones startups como sabia nueva.