martes, 30 de junio de 2020

El emprendedor en su laberinto


Un emprendedor cree que impulsar una startup es como entrar un espacio diáfano en el que transitará de forma sencilla con su magnífica idea como guía y que podrá encontrar la salida fácilmente. Sin embargo, pronto se dará cuenta que donde ha entrado es en realidad un laberinto.
La diferencia con el mito de Teseo es que, una vez eliminado el Minotauro, el héroe pudo salir del laberinto gracias a seguir el hilo de Ariadna que había ido soltando mientras se internaba en la compleja construcción diseñada por Dédalo.
Aunque el emprendedor con mucho esfuerzo pueda con su “Minotauro” (crear un MVP) no dispondrá de ningún hilo fiable (Plan de Empresa) que le conduzca a la salida. El emprendedor no sabe todavía que la salida solamente la puede encontrar a partir de darse golpes contra las paredes en una estrategia de prueba error para generar un esquema (Modelo de Negocio) que conducirá al éxito o al fracaso de su aventura.
Algunas veces nuestro “Teseo” puede escuchar voces desde el exterior (mentores) que le proponen seguir por determinados caminos, sin embargo, muchos de los que prueba son callejones que no llevan a ninguna parte. Esas voces que aconsejan no están en el interior del laberinto y por tanto no viven el problema sino que solamente lo intuyen. El emprendedor debe escucharlas, pero finalmente es él quien debe tomar las decisiones del rumbo a seguir.
Si finalmente encuentra la salida habrá necesitado perseverancia y suerte, mucha suerte. El camino seguido para conseguir el éxito seguramente no es el mejor de entre todos los posibles, sin embargo, el verdadero problema es que muchas veces el proyecto puede perecer porque nuestro héroe no encuentra la salida o incluso porque esta ya no existe. Con o sin salida, en una startup siempre está el  emprendedor en su laberinto.