sábado, 14 de septiembre de 2013

Customer relationships

En una startup siempre se ha de estar pensando en el cliente, en que necesitan y como les podemos atender y cuidar. Una vez que hemos conseguido conectar con ellos a través de los Channels, necesitamos mantenerlos y establecer unas relaciones estables con ellos.
En primer lugar, nos tenemos que hacer una serie de preguntas como: ¿Qué tipo de relación espera cada segmento de clientes que establezcamos y mantengamos con ellos?, ¿Cuáles hemos establecido hasta el momento?, ¿Cómo se integran con el resto del modelo de negocio?, o ¿Cuán costosas son de crear y mantener dichas relaciones?.
 A veces las relaciones no tienen que ser personales, ya que lo que esperan los clientes de nosotros puede ser más eficiente si es automatizable. En muchos casos, sin embargo, es más aconsejable, por próxima, una atención personal y a veces personalizada. Muchas veces, la atención puede ser, o se puede complementar, con soluciones on-line del tipo de redes sociales especializadas, clubs, blogs, newsletters, etc.
En el caso de la comunicación y las relaciones con sus "clientes", la startup política, se ha de diseñar diversos planteamientos en función de la etapa en que se encuentra el proceso. En la fase inicial, hasta llegar a unas elecciones, se tiene que mantener e ir intensificando la vía descrita en el post anterior de Channels, es decir, una comunicación e información dinámica y cercana con los “clientes” de cómo evoluciona el proceso, provocando que se involucren y se sientan protagonistas del mismo. A partir de las elecciones, se pueden dar dos escenarios: a) En el primero, los resultados electorales son suficientemente positivos como para conseguir los objetivos estratégicos de la startup y en este caso se tendría que continuar manteniendo las relaciones con los ciudadanos informando de cómo se avanza en la consecución de los objetivos y b) Un segundo escenario de fracaso y entonces, la startup simplemente debería cerrar. Como en toda startup, el fracaso es un escenario que se tiene que contemplar como en cualquier proyecto emprendedor.
En el caso de la startup política, tal como está planteada, con un enorme segmento de clientes posibles y sin medios económicos, la vía para mantener la relación con los “clientes” ha de ser fundamentalmente on-line. Una plataforma dinámica y bien construida, con información clara del proceso, con un blog abierto a todos los ciudadanos, con un proceso transparente, colaborativo y de confianza, puede ser la vía para conseguir unas eficientes y cercanas  “Customer” relationships.

sábado, 31 de agosto de 2013

Channels


Cuando una startup ha definido los segmentos de posibles usuarios y clientes para los que ha decidido ofrecer sus propuestas de valor, ha de diseñar vías para convertir en realidad los potenciales consumidores de sus bienes o servicios. En primer lugar ha de contactar con ellos y darles a conocer el producto, después ha de convencerles para que lo evalúen y lo compren, posteriormente ha de definir las formas en que estos lo adquieren y finalmente lo ha de servir. Las maneras en que se implantan estas vías para alcanzar a los clientes son los canales, que pueden ser físicos, inmateriales o mixtos.
En nuestra startup política los canales se centran en cómo lograr una comunicación eficiente y las alternativas para llegar a los potenciales “clientes”, pueden ser, fundamentalmente, de dos tipos: a) Canalizar la comunicación a través de los medios de difusión convencionales como prensa, radio y televisión y b) Utilizar aquellos canales clave basados en internet, tal como, plataformas web, blogs, newsletters y sobre todo, para lograr una difusión viral, las redes sociales.
En primer lugar, y después de formar el equipo de la startup, el primer objetivo es encontrar los “clientes” pioneros o Innovators. A ellos se puede llegar con un manifiesto del que pueden ser firmantes. Son personas proactivas y sensibilizadas con la necesidad de cambio, que estarían dispuestas a colaborar en el proceso para mejorar nuestra democracia. Los pioneros podrían ayudar haciendo, entre otras cosas, difusión en medios de todo tipo para llegar al siguiente grupo de “clientes” que en lenguaje de las startups son los Early Adopters.
A pesar de que hasta aquí hemos llegado utilizando instrumentos mixtos (convencionales y no convencionales), sin embargo, tanto por una más que probable limitación de recursos económicos, como por un previsible boicot de los medios convencionales debido a la presión de los partidos políticos y otros grupos de poder que pueden verse perjudicados por la propuesta, la vía clave ha de ser Internet.
Como recientemente dicen en El País M. Tascón y Y. Quintana (ver aquí), los partidos políticos e incluso los medios de comunicación convencionales, están desubicados respecto a la Red y por eso se ha de aprovechar esta ventaja. En particular las redes sociales deberían ser la forma de hacer viral el proceso. Esta podría ser la vía para llegar a la mayoría de los “clientes”, es decir, a los que componen la Early Majority y a la Late Majority. Por último a los más escépticos (Leggards) se podría llegar por otros medios más directos como el boca–oreja.
El tempo y el instrumento adecuado, como en música, también son clave aquí. El éxito puede estar condicionado, para cada movimiento, por la selección del más adecuado de los Channels.


jueves, 15 de agosto de 2013

Value Propositions

Uno de los aspectos más importantes de una startup son las propuestas de valor que proporcionará a sus clientes y usuarios. Las preguntas que nos tenemos que hacer son: ¿Qué valor le damos a los clientes y usuarios?, ¿Qué problema, necesidad o deseo de nuestros clientes estamos intentando  resolver, cubrir o satisfacer?
En el caso de la startup política que nos ocupa, la propuesta de valor más importante es la de resolver un problema que tiene la sociedad con el comportamiento de la clase política. Para solucionar esta situación la propuesta de valor primordial es, mediante un procedimiento innovador, tratar de devolver a los ciudadanos el poder que les han usurpado los políticos, y que lo han hecho de tal forma, que han llegado a actuar como si fuese suyo algo que tenían en usufructo, degradando la democracia y adueñándose de las instituciones.
La sociedad tiene un grave problema de difícil de solución: como lograr que la clase política se responsabilice con las tareas de servir a la sociedad y no a sí misma. La respuesta a esa necesidad es la que se debe ofrecer a los ciudadanos/clientes desde una startup como esta.
La forma que toma la solución, es la de cambiar las reglas de juego que definen el funcionamiento de los partidos políticos. Algo que los propios políticos no pueden cambiar desde dentro, porque son cautivos de sus propias estructuras. Fundamentalmente dos son los tipos de reglas que deben modificarse: la ley que debe regular el funcionamiento interno de los partidos y la ley electoral.
En la actualidad, las cúpulas del poder en los partidos en España controlan la maquinaria y sus estructuras organizativas y el mecanismo que utilizan para que los miembros del partido escalen posiciones que den lugar a puestos relevantes, es la sumisión ciega. Un ejemplo claro de este dispositivo es la presencia en las listas electorales cerradas como premio a la fidelidad y a la omertà.
Aunque los cambios que significarían dos nuevas leyes como las propuestas no serían una fórmula mágica para arreglar todos los problemas que hoy tiene nuestra democracia, sin lugar a dudas, si mejorarían sensiblemente la situación actual de degradación democrática.
Aunque los objetivos no sean fáciles de conseguir, vale la pena considerar los beneficios que aportarían estás Value Propositions.

miércoles, 31 de julio de 2013

Customer Segments

En cualquier ambiente social, el cambio es necesario, en el empresarial se llama innovación. Cuando los cambios son muy radicales, en las empresas se pueden dar innovaciones disruptivas y en los sistemas políticos pseudo-revoluciones.
Para realizar los cambios, además de ideas, hacen falta personas que las impulsen y las ejecuten, son los innovadores. Cambiar significa modificar algo que ya existe, si se trata de crear, no de cambiar, los que ejecutan son emprendedores. Así, un emprendedor es un innovador que no parte de algo establecido, sino de una idea, y por tanto su éxito presenta un alto grado de incertidumbre. Un revolucionario es un emprendedor en el ámbito socio-político.
En la búsqueda de un modelo de negocio la primera pregunta que se debe hacer un  emprendedor es a que segmentos de usuarios y clientes va dirigido su startup. Son estos los únicos que le darán validez a su proyecto.
En el caso de la startup política propuesta, el revolucionario/emprendedor puede definir el segmento de  usuarios/clientes de forma sencilla: los usuarios son los ciudadanos con derecho a voto que han de ver la necesidad de un cambio radical. Los clientes serían fundamentalmente aquellos usuarios convencidos con la idea, que apoyan economicamente, para que el proyecto pueda llevarse a cabo.
El segmento de los usuarios no es homogéneo, ni culturalmente, ni económicamente, ni en edad o sexo, y a cada sub-segmento tiene necesidades diversas al que se ha de hacer llegar el mensaje que aun siendo único ha de tener diferentes formatos para cada uno de ellos.
El elemento común que define el segmento de los usuarios/clientes es la insatisfacción con la calidad de nuestra democracia y que es posible mejorar desde la ciudadanía, ya que los políticos no lo van a hacer. Las peticiones de recogida de firmas para impulsar cambios en el parlamento suelen ser poco eficaces, incluso aunque traten de temas que no afecten a la clase política. En el caso de que les afecte como clase o a las estructuras de sus partidos, esos cambios son casi imposibles.
Actualmente, hay muchos ciudadanos en nuestra sociedad que están sensibilizados con la necesidad de un cambio/revolución para marcar las reglas de juego en que se han de mover los partidos políticos. Aunque hay muchas diferencias, como veremos en entradas posteriores, la referencia obligada es el M5S de Beppe Grillo, que pudo reunir cerca de 9 millones de votos que significaban más de un 25% del total escrutado. Como en toda startup, el primer paso de una startup política, y en este caso esto es fácil, es definir los Customer Segments. 

lunes, 15 de julio de 2013

El Modelo de Negocio del cambio democrático

En este post, continuidad de los dos anteriores se pretende abordar el Modelo de Negocio de una startup política orientada al cambio necesario en nuestro sistema democrático.
Emprender una empresa de cualquier tipo requiere alguien visionario y una asunción de riesgos. Para intentar disminuir el grado de incertidumbre es importante planificar el proceso. La cuestión es determinar el nivel de detalle de dicha planificación. Podría parecer que cuanto más pormenorizada sea esta, más probabilidades de éxito existen. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones en que se emprende una aventura, el conocimiento del entorno es insuficiente y la planificación detallada no responde a lo que requiere la realidad. Una planificación muy detallada en un entorno con mucha incertidumbre puede representar un esfuerzo importante, poco útil y frustrante cuando los planes previstos no responden a la realidad. Es más, el propio plan extenso y detallado que tanto trabajo costó, se convierte en un freno para introducir los cambios necesarios.
Por eso para empezar una aventura emprendedora hay que tener una hoja de ruta muy flexible, que permita ser adaptada de forma ágil a las realidades que se encuentren durante el viaje. En el ámbito de la creación de las startups esto ha supuesto el cambio de metodologías pasando del Plan de Negocio o Business Plan completo y detallado como elemento clave del proyecto a una hoja de ruta mínima y fácilmente adaptable a las respuestas del entorno que  se conoce como Modelo de Negocio o Business Model.
La materialización de Plan de Negocio requiere escribir una memoria de 30 o 40 páginas y que, como dice Steve Blank, no suele resistir la primera reunión con los posibles clientes. Por eso, en el Modelo de Negocio se ha propuesto una metodología totalmente diferente y el documento utilizado es un lienzo con el que interactúa todo el equipo de la startup, generando  diferentes versiones. Esta metodología y el lienzo ha sido creado y popularizado Alex Osterwalder. Se trata de su conocido “canvas” que se puede descargar desde aquí y en este vídeo se puede ver una explicación de cómo funciona.
Si este tipo de metodología permite trabajar de una manera ágil sobre la hoja de ruta de cualquier startup, también debe servir para la startup política propuesta en el post anterior. De esta manera se puede diseñar, de forma un tanto visionaria, una primera versión (ver aquí) de cómo sería el canvas de la startup política que tendría que ejecutar el Modelo de Negocio del cambio democrático.