sábado, 15 de noviembre de 2014

Formar de manera transversal y sistemática en emprendimiento


Los conocimientos básicos en emprendimiento no son difíciles de adquirir, pero se han de transmitir una serie de metodologías ya aceptadas para aumentar las probabilidades de éxito y disminuir las de fracaso de un proyecto emprendedor.
Aunque ya en la escuela se pueden dar los primeros pasos para educar en emprendimiento, el objetivo allí, ha de estar orientado fundamentalmente a la concienciación. Es en los siguientes niveles docentes, como la secundaria o la formación profesional, donde los objetivos pueden ya estar dirigidos a la creación de la propia empresa. Sin embargo, en estos niveles educativos, este tipo de formación apenas se imparte de forma oficial y sistemática.
En la universidad, que es el entorno que más conozco, tampoco existe una formación reglada, sino es en algunas facultades de económicas o empresariales. Aunque hay actividades puntuales como seminarios, días del emprendedor o conferencias, la mayor preocupación de las universidades se orienta a fomentar y formar a los estudiantes de doctorado para crear spin-off’s a partir de los resultados de la I+D. Aunque esto es muy positivo, no se obtienen generalmente unos resultados cuantitativos notables. Necesitamos una universidad mucho más emprendedora.
La formación en emprendimiento, ha de servir para que los estudiantes se enfrenten a sus proyectos emprendedores con una cierta probabilidad de éxito. Todos los estudiantes de secundaria y de grado universitario deberían cursar una asignatura común a todas las especialidades, a fin de poder crear equipos multidisciplinares. Unos pocos créditos, serían suficientes para aprender de forma práctica como crear y gestionar un proyecto emprendedor. Esta formación no solamente permitiría a los estudiantes tener la preparación necesaria para crear su propia empresa, sino que les proporcionaría competencias de comunicación, organización y gestión de empresas, que les serviría como palanca de empleabilidad en un mercado de trabajo tan complicado como el actual.
Una de las claves para conseguir crear una sociedad emprendedora es educar y formar de manera transversal y sistemática en emprendimiento.

viernes, 31 de octubre de 2014

Fomentar el emprendimiento para crear un ecosistema emprendedor

La concienciación para conseguir llegar a ser una sociedad emprendedora, requiere un proceso educativo cuyo objetivo es producir un cambio cultural que logre instalar en ella un estado de opinión propicio al emprendimiento. Sin embargo, fomentar el emprendimiento es algo más cercano, más próximo, e implica ejecutar actuaciones específicas a corto plazo.
Cada actividad de fomento del emprendimiento, suele tener unos objetivos determinados y unas actuaciones programadas, como son por ejemplo, los eventos de networking, los campus party, congresos de emprendimiento, concursos de ideas, días del emprendedor, charlas, conferencias, entrevistas a emprendedores, mesas redondas, blogs, newsletters, artículos de prensa, etc. Naturalmente, estas actividades también contribuyen a crear una cultura y conciencian a la sociedad a más largo plazo, pero están especialmente dirigidas a quienes ya están cerca de empezar la aventura de lanzar un proyecto emprendedor y no al público en general, como puede ocurrir con un programa generalista de televisión o con actividades educativas en la escuela.
Las actuaciones que conducen a fomentar el emprendimiento, no significan que obedezcan a un gran plan general preconcebido, sino que generalmente son acciones puntuales que brotan como las setas aleatoriamente aquí y allá, con elementos repetitivos a veces y con aspectos caóticos otras. Como sucede en una buena temporada de setas, hay abundancia porque la climatología es propicia, de la misma forma, la aparición de iniciativas para fomentar el emprendimiento es un signo de vitalidad consecuencia de una buena “climatológica”, que si se instalase de forma permanente, podría dar lugar a un verdadero ecosistema emprendedor.
Las acciones de fomento del emprendimiento, se empezaron a potenciar en nuestro entorno hace ya algún tiempo, tanto desde el ámbito público, como desde el privado, pero la buena noticia es que actualmente estas actividades se están intensificando. Esto es muy positivo y creo que ha de seguir y si es posible aumentar, a pesar de que haya quien dice que el fomento del emprendimiento ya constituye una verdadera burbuja.
Emprender es una de las fórmulas para resolver el problema más importante del país: el paro, y en particular el juvenil. Pero no se trata de solucionar el problema emprendiendo el camino a Alemania, hay que fomentar el emprendimiento para crear un ecosistema emprendedor.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Una ética para empresarios

Uno de los problemas para fomentar la  cultura emprendedora es el mal ejemplo de la falta de ética y la corrupción de ciertos empresarios y más si ocupan puestos de responsabilidad en grandes empresas, organizaciones empresariales o instituciones. Los casos de Gerardo Diaz Ferrán y Arturo Fernández, son relevantes, pero desgraciadamente no aislados, de corrupción empresarial.
Estas muestras de comportamiento delictivo o poco ético han de ser sancionadas lo más rápida y ejemplarmente posible por las propias instituciones a las que pertenecen los corruptos y con mucha mayor razón si tienen cargos en ellas. Los corruptos existirán siempre, pero la permisividad de la corrupción, es el ejemplo más visible de lo degradada que puede estar una organización empresarial.  Es desde luego, la Justicia, el arma del estado de derecho para combatir la corrupción, pero es la sociedad la que ha reaccionar para eliminarla con el rechazo social a los corruptos.
En algunas organizaciones empresariales, existen códigos éticos en el que hay una comisión interna que estudia los comportamientos poco éticos de sus miembros. Sin embargo, esas comisiones han de tomar decisiones sobre personas significadas de la propia institución, como el reciente caso de Arturo Fernández en el CEIM, por el uso (y abuso) de las tarjetas B de Bankia, que dada la evidencia de su comportamiento y aunque no esté todavía imputado, la propia institución debería resolver de forma contundente e inmediata.
Para reforzar a las comisiones internas, los códigos éticos deberían incorporar normas objetivas y de ejecución automática, del tipo: a) Si una persona está imputada o procesada y ostenta un cargo, está lo dejará automáticamente de forma cautelar, b) Si la persona del caso anterior pasa a ser acusada tras la instrucción, debería causar baja de la institución de forma también cautelar y c) Si la persona es condenada debería causar baja definitiva y en caso de que fuese declarada inocente debería ser restituida como miembro y en su caso en sus cargos.
Obviamente, los puntos a los que me he referido anteriormente, pueden ser igualmente válidos para otras instituciones, como partidos políticos, sindicatos, consejos de entes públicos o privados, fundaciones públicas o privadas, cámaras de comercio e incluso a asociaciones culturales o deportivas, etc. Sin embargo, estoy hablando aquí de organizaciones empresariales, porque quiero abordar la necesidad de su ejemplaridad, para no desmotivar a los más jóvenes en la aventura de crear su empresa.
Por eso creo, que son necesarias unas normas de ejecución automática, duras quizás, como exigencia social y objetiva de una ética para empresarios.

martes, 30 de septiembre de 2014

Concienciar a una sociedad para ser emprendedora, es potenciar su futuro

Instaurar la cultura del emprendimiento, en una sociedad que no la tiene asumida, no es fácil de conseguir. Los ciudadanos se han de convencer de la necesidad de emprender para mantener el bienestar social y su propio bienestar personal.
Aunque la responsabilidad de resolver los problemas comunes ha de ser de toda la sociedad, en muchos casos, como en el fomento de la cultura emprendedora, la iniciativa ha de arrancar de la propia Administración, porque tiene los instrumentos para hacerlo. Sin embargo, los políticos no han de pretender resolver todo el problema y han de implicar a los ciudadanos en la responsabilidad de resolverlo. La Administración ha de jugar un papel de impulsor, con un discurso claro de la necesidad del emprendimiento, con sus propios programas y con los instrumentos que tiene a su alcance, como son los medios públicos de comunicación y fundamentalmente con la educación.
En Cataluña, que es un caso que conozco, hay numerosas iniciativas para ayudar a impulsar y consolidar proyectos emprendedores. Esto está muy bien, los emprendedores necesitan apoyos de todo tipo, público y privado. Sin embargo, lo que en realidad hace falta, son muchos más proyectos emprendedores y para ello es necesaria una cultura emprendedora generalizada.
Voy a mencionar dos posibles actuaciones públicas que pueden fomentar el crecimiento de la cultura emprendedora: una es el fomento a través de las televisiones públicas. Existen ya algunos programas para acelerar proyectos emprendedores ya creados. Sin embargo, es necesario llegar a etapas previas donde ya sabemos que no tendremos resultados a corto plazo.
Un ejemplo en la línea que menciono la escuche, no hace mucho, en el 1er. Congreso de Emprendimiento de “Catalunya Emprèn. El Conseller de Industria, Felip Puig, contó una anécdota interesante. En un programa infantil muy conocido de la TVC, aparecía un personaje que hacía el papel de malo y que era empresario. El Conseller sugirió a la dirección de la cadena de TV modificar el personaje i parece que la TVC asintió. Es solamente una anécdota, pero es importante. Los niños y niñas no quieren ser los malos del futuro.
En la misma línea, otras instituciones, no pertenecientes a la Administración, como por ejemplo, las cámaras de comercio o las asociaciones empresariales han de concienciar a sus afiliados a dar ejemplo y crear normas de buenas prácticas, premiando a los afiliados que tienen un comportamiento ético y separando a aquellos que no lo tienen. Los emprendedores tienen buena prensa, pero no olvidemos que un emprendedor es un empresario en potencia y estos, en nuestro país, no la tienen.
Una segunda actuación debe ser la educación en los primeros niveles escolares. No se trata de tanto de formar a los niños, sino de educarlos en la conveniencia de emprender y lo que esto significa. El problema es que los educadores no están formados en emprendimiento, ni concienciados de esa necesidad social. Aparte de reformar los planes educativos, la idea sería formar a educadores sensibilizados con este tema, como ya ocurre con la ciencia, donde hay instituciones que lo hacen de forma exitosa en colaboración con el Departamento de Educación.
Concienciar a la sociedad en cualquier tema que tenga que ver con modificar sus valores, es una tarea donde tienen un papel primordial sus líderes y referentes, como intelectuales, deportistas, científicos, artistas, políticos y empresarios. La tareas es compleja y larga, pero concienciar a una sociedad para ser emprendedora, es potenciar su futuro.


lunes, 15 de septiembre de 2014

Seis vectores clave para potenciar el emprendimiento

En varios posts de este blog, he hablado de la necesidad de que nuestra sociedad sea emprendedora si quiere mantener el bienestar de sus ciudadanos y que para conseguirlo ha de definir e impulsar un conjunto de acciones estratégicas.
Cuando me refiero a la sociedad, no me dirijo exclusivamente al sector público como único responsable, sino también la sociedad civil. Es más, el sector público no debería ser el protagonista si existiese una madurez suficiente de la sociedad civil para impulsar el emprendimiento, entre otras muchas cosas a estimular.
Sin embargo, como este no es el caso, las instituciones públicas han de intervenir de manera decidida, unas veces liderando el proceso, otras colaborando con ciudadanos, instituciones y empresas del resto de la sociedad. Para representar todo el proceso global he considerado en la figura de la cabecera de esta entrada, los seis vectores clave para potenciar el emprendimiento.