jueves, 31 de marzo de 2016

El emprendedor como artista creador

En más de una ocasión he dicho que un emprendedor es un aventurero que se lanza a una piscina sin saber si el agua está fría o caliente o incluso si cubre o no y muchas veces sin saber siquiera nadar. El emprendedor es aquella persona que tiene una idea de negocio y la impulsa para buscar una recompensa (no exclusivamente económica) obteniendo i administrando los recursos necesarios i asumiendo los riesgos inherentes a su proyecto.
 En este post quiero proponer el calificativo de artista creador para el emprendedor. De la misma forma que un escritor, un compositor o un pintor, impulsan sus ideas para convertirlas en un libro, una partitura o un cuadro; un emprendedor lucha por convertir su idea en un proyecto empresarial.
A pesar de lo que muchos puedan pensar, en la mayoría de las ocasiones, la prioridad del emprendedor no es ganar dinero, sino crear una obra personal que tenga impacto en la sociedad, de la misma forma que también lo hace el artista. Naturalmente que el emprendedor pretende ganar dinero y tener un reconocimiento social, pero no es diferente de lo que buscan los artistas creadores tradicionales y no por eso se les estigmatiza.
Igual que los artistas creadores, los emprendedores pueden hacer una obra individual o coral, como lo libros escritos por varios autores o los talleres renacentistas con discípulos dirigidos por el maestro para completar una gran obra de arte.
La creación de una obra de arte, es condición necesaria pero no suficiente para que llegue al público. Es necesario transmitirla, comunicarla, porque no es lo mismo escribir una obra de teatro que representarla en un escenario, no es lo mismo componer una sinfonía que interpretarla en un auditorio, no es lo mismo pintar un cuadro que exponerlo en una galería. En la segunda parte necesitamos el público, los clientes, los usuarios.
En el proceso para hacer llegar los productos y servicios al público también es condición necesaria crearlos. Sin embargo, esto es insuficiente si finalmente no se llega a los usuarios, al público, a los clientes. La creación de una startup (en el sentido de la Escuela de Stanford) es la parte creativa propiamente dicha, donde hay que poner mucha imaginación, intuición y pasión, y donde lo que en realidad se busca es dar “belleza” a la idea. En una segunda fase el objetivo es ejecutar, “representar”, “interpretar”, o “exponer” la empresa creada.
Hay artistas que hacen las otras funciones además de crear la obra de arte y también la ejecutan como escritor-director-actor, compositor-director-solista o pintor-expositor-marchante. Esta multifunción se le supone al emprendedor que generalmente ha de hacer de emprendedor-empresario-trabajador, cuando la mayoría solamente son creadores. Serían aquellos a los que se les conoce como emprendedores en serie y que yo llamaría el emprendedor como artista creador.

  

martes, 15 de marzo de 2016

Un MOOC especial para aprender a emprender

Una de las iniciativas más importantes que podría impulsar nuestra sociedad para lograr competir en un mundo globalizado, sería fomentar un cambio cultural hacia una sociedad del emprendimiento. De hecho, y aunque tímidamente, la sociedad civil ya lo está intentando, a pesar de las dificultades que suponen una legislación obsoleta y una burocracia funcionarial asfixiante.
Nuestras instituciones públicas son estructuras napoleónicas que pretenden mantener el control de cualquier actividad que suponga una iniciativa privada. No se trata de conceder dádivas, sino de eliminar los rozamientos y las trabas a la creatividad y al emprendimiento.
Una excepción que estoy viviendo desde dentro, ha sido la iniciativa de crear un MOOC de formación en emprendimiento para los estudiantes de las universidades públicas catalanas. En el MOOC, titulado “Com crear la teva empresa”, participan 9 universidades catalanas y está impulsado por la Generalitat y la Asociación de Universidades Públicas de Cataluña.
El curso, que se está impartiendo actualmente, está teniendo una buena respuesta de inscripciones, más de novecientas. Hay que tener en cuenta que está dirigido a universitarios, está realizado en catalán y además está ubicado en una nueva plataforma universitaria catalana UCATx (www.ucatx.cat) poco conocida.
El MOOC “Com crear la teva empresa” no es un MOOC al uso donde se ejecuta un curso de forma casi automática y donde los propios alumnos hacen, a través del foro, de “tutores” de sus compañeros.
Las características diferenciales del MOOC “Com crear la teva empresa”, son: a) El fomento de la creación, a través del foro, de equipos emprendedores compuestos por estudiantes de las diferentes universidades del distrito universitario, b) La tutorización de los proyectos emprendedores por los miembros del equipo académico del curso, c) Un concurso de proyectos emprendedores con premios a los tres mejores, d) La colaboración entre estudiantes de las diferentes universidades para generar proyectos, con las posibilidades de encuentros personales dada la distancia entre las universidades participantes. Lo que en otro post de este mismo Blog he llamado un MOOLC (ver aquí), e) La oportunidad de, una vez acabado el curso, dirigir a los equipos emprendedores a los servicios de emprendimiento de las universidades participantes en el MOOC y f) El mantenimiento permanente abierto del MOOC para estudiantes que lo quieran cursar de forma individual y para los profesores que lo quieran impartir total o parcialmente y de forma cerrada, a sus propios alumnos.
El objetivo final, es facilitar una herramienta a las universidades para que puedan dar un paso más hacia su conversión en universidades emprendedoras y de esta forma fomentar el emprendimiento entre sus estudiantes. Para ello, este curso puede ser un instrumento flexible para ser utilizado como un MOOC especial para aprender a emprender.

lunes, 29 de febrero de 2016

Entrevista publicada por la ACUP (originalmente en catalán)






1.- ¿Cuál es la importancia social del emprendimiento universitario?
En entornos más avanzados que el nuestro, el emprendimiento es una alternativa profesional escogida por muchos universitarios dadas sus recompensas personales y las relevantes consecuencias en el bienestar social. Sin embargo, en nuestro país, los estudiantes no consideran emprender como una opción prioritaria. En realidad, la elección más deseada por ellos, es ser funcionario o trabajar en una gran empresa de por vida. Esta mentalidad es el efecto de muchos factores a los que también hemos contribuido los profesores funcionarios como el paradigma de la estabilidad laboral, así como una sociedad que ha penalizado la asunción de riesgos y ha desprestigiado la figura del empresario.
Las universidades son elementos esenciales para el futuro de un país y para la renovación de su tejido productivo, que es la clave para mantener el bienestar social. Nuestra sociedad no ha tomado conciencia de que si no creamos nuevas empresas, las que tenemos serán cada día más viejas y en general menos competitivas. Es una cuestión de demografía vital empresarial.
Los universitarios pueden ser la semilla más importante para un cambio del modelo productivo como lo demuestran los entornos creados alrededor de universidades como el MIT o Stanford, donde la solución no viene de la transferencia de la I + D, sino de la masiva creación de empresas por parte de sus estudiantes y ex alumnos.

2.- ¿Qué se debería hacer para impulsar el emprendimiento en nuestras universidades?
El problema más importante no es de financiación, ni de una gran formación tipo MBA, ni de la legislación. El problema más importante es cultural y para que una sociedad cambie de mentalidad el instrumento esencial es la educación. Nuestras universidades ya han empezado a avanzar por este camino, pero no lo han hecho con la determinación necesaria.
Uno de los problemas centrales es que muchos educadores, una gran parte de ellos funcionarios, no creen en una sociedad emprendedora. Por lo tanto será muy difícil conseguir cambiar la mentalidad de los estudiantes sino es con la participación de emprendedores externos a la propia academia.
Las dos acciones fundamentales que deberían hacer las universidades para impulsar el emprendimiento, deberían ser, fomentarla y dar una formación básica. Estas actividades deberían ser transversales a todos los grados y masters de cualquier área de conocimiento. Se deberían impulsar acciones implicando emprendedores externos, como charlas, seminarios, asignaturas optativas, créditos de libre elección, trabajos finales de grado, y crear unas mínimas infraestructuras, como incubadoras o espacios de coworking.

Acciones de colaboración entre las universidades para crear un ambiente adecuado, también son muy importantes. En Cataluña tenemos un ejemplo reciente con la creación del MOOC "Cómo crear tu empresa" en la plataforma UCATx (www.ucatx.cat), donde participan todas las universidades públicas catalanas con el apoyo de la Generalitat y la ACUP.

lunes, 15 de febrero de 2016

Hacia unas universidades emprendedoras (Aparecido en Tecnonews el 03/02/2016)

En noviembre del año pasado vino a dar una conferencia a Barcelona, invitado por la ACUP, Soumitra Dutta responsable de la  Samuel Curtis Johnson Graduate School of Management en la Cornell University. El profesor Dutta es un reconocido experto mundial en management empresarial y la implicación de las tecnologías. En su conferencia, hizo hincapié en la necesidad de que las universidades fomenten y formen a sus alumnos en emprendimiento para que creen sus propias empresas en vez de orientarlos a ser empleados, ya que las grandes corporaciones están dejando de crear ocupación para introducir de forma masiva la tecnología en todos sus procesos. 
En junio, también del año pasado, vino a Barcelona Bill Aulet, Managing Director, The Martin Trust Center for MIT Entrepreneurship, como conferenciante invitado al congreso de emprendimiento organizado por Catalunya Emprèn. Uno de los puntos más resaltables de su conferencia fue que en el MIT solamente se crean unas 40 spin-off al año, pero en el entorno del MIT se crean unas 900 startup anuales y eso desde hace años. De tal forma que las 25.000 empresas existentes a partir del ecosistema del MIT tendrían un PIB, si fuesen un país, que le situarían como la duodécima economía mundial. La pregunta sería ¿Quién crea tantas empresas? y la respuesta fue clara: los estudiantes y alumni del MIT, porque su opción profesional prioritaria es crear la propia empresa como alternativa a trabajar para otros.
Emprender el camino para parecerse a un ecosistema como el del MIT i la ruta 128 de Massachusetts o Stanford y el Silicon Valley, no es fácil, ni inmediato. Se necesita un cambio de la mentalidad de nuestros estudiantes y para ellos nuestras universidades se han de transformar en universidades emprendedoras como en su día se transformaron de educadoras en investigadoras. No es suficiente ser una sociedad del conocimiento, hemos de pasar a ser una sociedad del emprendimiento, si queremos recuperar el mínimo bienestar social que hemos perdido con la crisis.
Aunque todavía falta mucho camino por recorrer, las universidades catalanas, que son las que más conozco, están moviéndose en esta dirección, aprovechando instrumentos como las asignaturas optativas, charlas transversales, conferencias, seminarios, talleres, días del emprendedor, espacios de coworking y últimamente los Trabajos Finales de Grado que actualmente tienen que hacer los alumnos de todas las carreras y donde además del contenido propio de cada área de conocimiento, pueden tener una parte dedicada a convertir el desarrollo específico en negocio. 

Un exponente de esta sensibilidad ha sido la creación de un MOOC de emprendimiento por parte de nueve universidades catalanas promovido por la Generalitat de Catalunya y Asociación de Universidades Públicas Catalanas (ver aquí), que se impartirá a partir de marzo y que ya tiene la inscripción abierta. Este es el camino para avanzar hacia unas universidades emprendedoras.

domingo, 31 de enero de 2016

Fomentar y formar a los universitarios en emprendimiento

En el post anterior hablaba de que era emprender y lo encuadraba en un contexto que no se limitaba al emprendimiento empresarial, sino a una manera de entender la vida. Todos somos emprendedores en mayor o menor medida, y asumimos riesgos en muchos casos innecesarios por una recompensa unas veces económica, pero otras veces psicológica, como puede ser la propia satisfacción personal, el reconocimiento de los demás o el propio poder.
El emprendimiento, está ligado a la condición haber humana y en el caso de emprender proyectos empresariales, además de las recompensas personales económicas y emocionales, las consecuencias pueden extenderse a toda la sociedad.
Los entornos de la Ruta 128 de Massachusetts o el Silicon Valley cimentados en universidades pioneras como el MIT o Stanford, han mostrado como el emprendimiento de sus universitarios han cambiado las sociedades donde se ubican, han repercutido en todo Estados Unidos y se han convertido en un referente mundial..  
No es necesario tomar como ejemplo los grandes polos de Boston o Silicon Valley. Como dice Mohamed Yunus, pionero del microcrédito, fundador de Grameen Bank en Bangladesh y Premio Nobel de la Paz: “Es el espíritu emprendedor el que ha sacado a Bangladesh de la miseria, pese a los politicastros y burócratas”
Dada que nuestra situación y nuestro entorno no están en la situación que estaba Bangladesh, la dirección sería tomar como ejemplo los modelos de los grandes polos científicos y tecnológicos mencionados anteriormente. Pero para eso hay que aumentar el espíritu emprendedor entre nuestros universitarios y formarlos para iniciar estas aventuras con el menor riesgo posible.

En esta línea todas las universidades públicas catalanas se han unido para desarrollar un MOOC titulado “Com crear la teva empresa” (ver aquí) con el fin de fomentar y formar a los universitarios en emprendimiento.